El presidente del Pontifico Consejo para el diálogo interreligioso, en el santuario de la Regla Miguel Ayuso: "Es necesario saber construir puentes y derribar muros en el diálogo interreligioso”
Destaca el documento interreligioso de Abu Dhabi como un camino abierto para el futuro en las relaciones entre Iglesia católica e Islam
"Las religiones y culturas son desafiadas en su esencia, para sacar a la luz todo lo que es pacífico en ellas y difundirlas en el mundo"
El documento de Abu Dhabi es una invitación a superar el odio con el amor, siguiendo el ejemplo de Jesús
El documento de Abu Dhabi es una invitación a superar el odio con el amor, siguiendo el ejemplo de Jesús
| José Moreno Losada /Delegado episcopal de Mérida-Badajoz para el diálogo interreligioso
En el claustro secular del santuario de Regla, tuvo lugar ayer la conferencia pronunciada por Miguel Ayuso Guixot sobre el tema “El Papa Francisco y la fraternidad humana”. Es el actual presidente del Pontifico Consejo para el Diálogo interreligioso, nombrado por el Papa Francisco en Mayo de 2019, habiendo sido secretario del mismo consejo desde el año 2012.
Obispo desde 2016. En su currículum podemos observar que es misionero, profesor, escritor, teólogo, arabista e islamólogo español, habla español, árabe, inglés, francés e italiano. Ordenado sacerdote en 1982, ha permanecido durante varios años como misionero y profesor en Egipto y Sudán. Entre 2003 y 2006 fue director del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos de Roma.
En estos días descansa –alejado del mundanal ruido y del ambiente clerical, donde se rumorea su posibilidad de próximo cardenalato-, como es costumbre ya hace más de una década, en la residencia religiosa Ntra. Sra. De Regla, unida al santuario, en Chipiona, Cádiz. Aquí es reconocido por su sencillez, discreción y cercanía a todos los residentes, especialmente a los más sencillos y débiles.
Aprovechando su estancia veraniega, entre nosotros, quiso compartir su experiencia y saber en torno a los temas del diálogo interreligioso, como proceso eclesial que hunde sus raíces en el concilio Vaticano, y continúa avanzando, fiel al espíritu conciliar, en los últimos papados y con interés cuidado en este pontificado del papa Francisco. Asistieron los religiosos franciscanos que rigen el monasterio, así como muchos residentes sacerdotes, religiosos, laicos, y el público en general que asistió numerosamente, llenando el claustro, como respuesta a la convocatoria realizada desde la comunidad franciscana a todos los fieles.
Contexto conciliar del documento interreligioso de Abu Dhabi
La conferencia tuvo como referente fundamental el “documento por la fraternidad humana y la paz mundial y la convivencia común” firmado por el Papa y el Gran Imán en Abu Dhabi. Partió el arzobispo del contexto conciliar desde el que arranca este proceso y los distintos pontificados que han avalado dicho espíritu, de Juan XXIII, del Pablo VI que fundamentó la “actitud dialogal y coloquial” de la Iglesia, Juan Pablo II que acentuó la clave del dialogo de la caridad, así como el Papa Francisco que avanza subrayando el “Diálogo de la amistad”, animando a vivir la identidad en la valentía de la alteridad, fiel al espíritu conciliar.
En la base de todo este proceso se encuentra la necesidad urgente y actual de favorecer un mundo pacífico, una convivencia común, centrados en el ser humano y su dignidad. Para ello hemos de partir de la consideración de que todos los creyentes tienen igual dignidad y están llamados al verdadero diálogo y cercanía, teniendo en cuenta las tres claves que apunta el papa en sus discursos: deber de identidad, valentía de alteridad y sinceridad de intención. En el camino compartido se habrán de cuidar el no olvido de Dios, como absoluto único, evitar el descarte y señalar que el futuro hemos de construirlo juntos o no será.
Problemas comunes, caminos compartidos
Monseñor Ayuso explicó que el Documento, sellado por el Papa Francisco y el Imán Al –Tayyebes , aunque tiene su especificidad en el acuerdo católico-islámico, está abierto a todos, al marco amplio de las religiones y todos los hombres de buena voluntad. En él se presentan compromisos comunes y universales como la convivencia humana, la familia, alimentación, educación, protección ante redes digitales, de los problemas con nombre de mujer en nuestras sociedades, de la cuestión de la libertad.
Es necesario pasar de la tolerancia a la convivencia y eso pasa por conocerse cada uno en su propia identidad y conocer al otro en la suya, desde la propia vivencia y existir, así como de formación. La convivencia ha de llevarnos a una preocupación de lo humano que pasará con predilección por los hermanos –humanos- más pobres y sufrientes de nuestra historia. Es el momento de construir puentes y derribar muros. Al servicio de esta construcción positiva de la historia han de estar las religiones y el diálogo interreligioso. Según el prefecto Ayuso “las religiones y culturas son desafiadas en su esencia, para sacar a la luz todo lo que es pacífico en ellas y difundirlas en el mundo”.
Señaló el arzobispo que hoy es muy necesario incidir en el conocimiento y la convivencia entre los ciudadanos creyentes de las distintas religiones y también con los no creyentes. Tanto los ámbitos escolares, eclesiales, juveniles, catequéticos, etc. Han de preocuparse de este elemento que es estructural y fundamental en las sociedades actuales. Alabó el trabajo de sacerdotes, algunos presentes allí, que vienen trabajando con los jóvenes en estas claves de convivencia y diálogo interreligioso.
Rememorando a Francisco de Asís y su encuentro con el Sultán
Terminó su disertación haciendo referencia, en el marco franciscano de Ntra Sra. De Regla, a San Francisco. Recordó que el lema del Viaje apostólico fue ‘Haz de mi un instrumento de tu paz’, y que el encuentro en Abu Dhabi se realizó 800 años después de aquel entre San Francisco de Asís y el Sultán Malik Al-Kamil. San Francisco había intuido que el diálogo es el espacio de la misión para confrontarse con quien no conoce el Evangelio y no escuchó hablar de Jesucristo.
Monseñor Ayuso citó al Papa Francisco: “en ese tiempo, mientras tantos marchaban revestidos de pesadas armaduras, San Francisco recordó que el cristiano va armado solo de su fe humilde y su amor concreto. Es importante la mansedumbre: si vivimos en el mundo al modo de Dios, nos convertiremos en canales de su presencia; de lo contrario, no daremos frutos” (Homilía de la Misa en Zayed Sports City, Abu Dhabi, 5 de febrero de 2019).
Quiso subrayar que la lección de San Francisco es que - distante de ceder al sincretismo o al relativismo, o de renunciar a su propia historia y tradición - la identidad cristiana es, sin embargo “flexible", es decir que sabe enfrentarse con las cambiantes condiciones sociales y políticas del mundo, como también superar preconcepciones y formas de intolerancia. Es una identidad que vive de la voluntad de encontrarse con el otro, que siente el deseo de dialogar. Hoy hemos de recoger la inspiración de Francisco de Asís y el coraje de encontrarse con el Sultán, y a Malik al-Kāmil por su apertura y acogida. Este es un modelo al cual también hoy tendrían que inspirarse las relaciones entre los creyentes de diferentes religiones: promover un diálogo en la verdad construido con estima y respeto recíprocos en la mutua comprensión (Cfr. Nostra Aetate, 3).
Como conclusión de su intervención advirtió que el documento de Abu Dhabi es una invitación a superar el odio con el amor, siguiendo el ejemplo de Jesús. También expresó su deseo de que el gesto del Santo Padre y del Imam Al-Tayyeb, en presencia y junto a los representantes de las distintas creencias religiosas, pueda resonar en todos los que están a cargo en las diversas áreas de la vida social y civil. Así como que el Mensaje de Fraternidad pueda ser recibido por la comunidad internacional, para el bien de toda la familia humana, que debe pasar de la simple tolerancia a la verdadera convivencia y coexistencia pacífica.