El presidente de la CEE, sobre la salud del Papa: "La Iglesia no se gobierna con las piernas" Omella: "Que una niña a los 16 años quiera abortar sin decir nada a sus padres… ¡hombre, por Dios!"
"Somos muy progres, más que ningún país de Europa. Pero, ¿progre, qué es? ¿Es perder el sentido de la vida? ¿Es ir hacia una sociedad en la que se valora más la muerte que la vida?"
“La Iglesia no pide privilegios en esta sociedad de hoy, lo que pide es colaborar para el bien común”
"Nos preocupa, por ejemplo, todo el tema de la guerra y la confrontación; el tema de muchísima gente que no va a poder (sobrevivir) este invierno: el tema del gas, de la electricidad, de quedarse sin trabajo (...). Las colas en los comedores de Cáritas han aumentado este verano en un 50%. Esto es grave"
"Nos preocupa, por ejemplo, todo el tema de la guerra y la confrontación; el tema de muchísima gente que no va a poder (sobrevivir) este invierno: el tema del gas, de la electricidad, de quedarse sin trabajo (...). Las colas en los comedores de Cáritas han aumentado este verano en un 50%. Esto es grave"
“Me da mucha pena que tengamos que llegar a estos niveles. Somos muy progres, más que ningún país de Europa. Pero, ¿progre, qué es? ¿Es perder el sentido de la vida? ¿Es ir hacia una sociedad en la que se valora más la muerte que la vida? Yo creo que hay que dar razones para vivir, hay que dar razones para apoyar a las personas que están en dificultades para que encuentren sentido a su vida”. El cardenal Juan José Omella, presidente de la CEE, 'abrió' el curso anoche en la COPE, en una entrevista en la que, entre otras cuestiones, criticó con dureza la nueva ley del aborto aprobada esta semana por el Gobierno.
"Ojalá sepamos ser más respetuosos con el gran derecho que tiene la vida", señaló el arzobispo de Barcelona, quien fue muy gráfico en su condena a la reforma de la ley del Aborto. "Que una niña a los 16 años quiera abortar sin decir nada a sus padres… ¡hombre, por Dios! Yo creo que los hijos tienen que abrirse a los padres y los padres acompañar a los hijos”.
Pobreza y colas del hambre
“A pesar de todo, nuestro mundo aún tiene reserva de humanidad y de solidaridad", subrayó Omella, quien añadió que "nos preocupa, por ejemplo, todo el tema de la guerra y la confrontación; el tema de muchísima gente que no va a poder (sobrevivir) este invierno: el tema del gas, de la electricidad, de quedarse sin trabajo (...). Las colas en los comedores de Cáritas han aumentado este verano en un 50%. Esto es grave”.
Omella advirtió de "la baja natalidad que tenemos en Europa y la poca protección que hay hacia las familias": "Cada vez hay menos niños y, ¿cómo sostenemos las escuelas y los colegios? Se crea un debate entre público y privado pero, ¿por qué no ayudamos a las familias?”, incidió Omella, quien volvió a reiterar, en referencia a las supuestas trabas a la clase de Religión en la reforma educativa, que "los hijos no son del Estado, son de la familia y los padres buscan lo mejor para sus hijos. Ofrezcamos lo mejor, y que elijan porque vivimos en una sociedad absolutamente democrática y creo que eso hay que respetarlo".
"¿Y si son musulmanes y quieren su Religión? Tienen también su derecho, porque hay que respetar a todas las religiones, el ecumenismo existe. Yo creo que ahí tenemos un debate que no lo afrontamos en toda su profundidad”, añadió. “Si el niño que está en el seno de su madre supiese que hay una familia que le está esperando, unos chicos que le están esperando para ir al colegio, que habrá un campo de fútbol, que podrá bañarse en una piscina, que podrá ir a la playa y a la montaña...”.
"La Iglesia quiere aportar su granito de arena para la construcción del bien común, del bien en paz, del bien en solidaridad, del bien en justicia y de esperanza. Yo creo que ese es el trabajo. No quiere privilegios, pero sí que quiere trabajar y colaborar por el bien común", resaltó.
Un Papa "animado"
Recién llegado de Roma, donde ha asistido al Consistorio extraordinario con el Papa Francisco, el presidente de la CEE aseguró venir "animado, viendo que el Papa también está animado y nos transmite esa alegría de evangelizar".
Pese a admitir que Francisco tiene "la movilidad muy limitada", Omella destacó "no se gobierna con las piernas, que se gobierna con la cabeza. Y la cabeza la tiene realmente bien: está en todo, tiene sentido del humor y tiene una memoria prodigiosa".
"Lo hemos encontrado igual que siempre, con ese humor, con esa cercanía, con esa amabilidad y siguiendo los temas de cerca…", finalizó.
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