La Policía sospecha que las víctimas de Francisco J. C. podrían superar la decena De la 'Operación Pájaro Espino' a la 'Operación Nun': así se gestó la detención del cura de Málaga
El clérigo, que insiste en no colaborar con la investigación, sí denunció días antes de ser detenido que una mujer -su anterior pareja en Melilla- le había robado material informático y unos 3.000 euros en efectivo, una denuncia que, paradójicamente, aceleró su puesta a disposición de la Justicia
"Siento vergüenza", señaló al ser detenido en la casa que compartía con su madre en Vélez-Málaga, aunque, hasta el momento, no ha confesado los hechos ni está ayudando a identificar a más víctimas
Las agresiones se habían llevado a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades, con ocasión de viajes de grupos de amigos, entre los que se encontraba el arrestado. Éste habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia para poder llevar a cabo las agresiones sexuales"
Las agresiones se habían llevado a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades, con ocasión de viajes de grupos de amigos, entre los que se encontraba el arrestado. Éste habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia para poder llevar a cabo las agresiones sexuales"
La Policía sospecha que las mujeres que podrían haber sido víctimas de sedaciones y agresiones sexuales grabadas por parte de Francisco J. C., el sacerdote detenido el pasado 11 de septiembre en Vélez-Málaga y al que la diócesis suspendió este martes sus funciones ministeriales superarían la decena.
El clérigo, que insiste en no colaborar con la investigación, sí denunció días antes de ser detenido que una mujer -su anterior pareja en Melilla- le había robado material informático y unos 3.000 euros en efectivo, una denuncia que, paradójicamente, aceleró su puesta a disposición de la Justicia. "Siento vergüenza", señaló al ser detenido en la casa que compartía con su madre en Vélez-Málaga, aunque, hasta el momento, no ha confesado los hechos ni está ayudando a identificar a más víctimas.
No se descarta que puedan ser más, pues todavía no ha concluido el volcado y análisis de las decenas de carpetas con imágenes, grabadas desde el teléfono móvil del sacerdote, las primeras datadas en 2017, el mismo año en que fuera ordenado sacerdote (tras un fallido paso por los Trinitarios). Estas son algunas de las claves de una investigación que, según adelanta el diario Sur, tuvo dos nombres: 'Operación Pájaro Espino' (por la famos serie de los años 80 protagonizada por Richard Chamberlein), y operación 'Nun' (en un principio, los agentes de Melilla pensaron que la pareja del cura era religiosa).
Una investigación por concluir
¿Cómo ha sido la investigación? Tal y como informa la Policía Nacional, la operació policial se inició el pasado mes de agosto cuando "una mujer denunció en la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla que había localizado en el domicilio que compartía con su pareja sentimental un disco duro que contenía fotografías y vídeos donde aparecían varias mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante y a las que un hombre les realizaba todo tipo de prácticas sexuales". Ante la posibilidad de que tales actos sexuales no fueran consentidos, "la denunciante realizó una copia del disco y acudió a comisaría para ponerlo en conocimiento de los agentes". Fue ese gesto el que provocó que, momentos antes de ser detenido, el sacerdote denunciara a la mujer por robo.
Con anterioridad, en enero de este año, la ex pareja del sacerdote (aunque ahora no se descarta que pudiera tener otra novia en Málaga) denunció a las autoridades eclesiásticas que era la pareja sentimental del cura y que había encontrado un disco duro con imágenes delictivas de contenido sexual que incluían agresiones sexuales a mujeres.
Sin embargo, la Iglesia se limitó a cambiar de destino al sacerdote, esta vez a Málaga, donde encontró una nueva pareja sentimental. Las autoridades eclesiásticas niegan que entonces la mujer les advirtiera del contenido de los cientos de imágenes sexuales pero la Policía Nacional les contradice y asegura que la denunciante sí les transmitió la existencia del disco duro.
"Tras el análisis exhaustivo del material gráfico, los investigadores observaron que en algunos de los vídeos aparecía el detenido realizando prácticas sexuales sobre diferentes mujeres en estado de inconsciencia, prácticas que además grababa", señala la Policía, que apunta a que los agentes lograron identificar a cinco víctimas que manifestaron desconocer la existencia de las grabaciones y que no eran conscientes de haber sido víctimas de ningún delito de naturaleza sexual.
Las agresiones sexuales, señala la investigación, "se habían llevado a cabo de forma continuada en diferentes años y localidades, con ocasión de viajes de grupos de amigos, entre los que se encontraba el arrestado. Éste habría suministrado a las víctimas algún tipo de sustancia que anulaba su estado de consciencia para poder llevar a cabo las agresiones sexuales".
Con toda la información recabada los agentes establecieron un dispositivo en torno a su domicilio que culminó con su detención. "Seguidamente, se practicó una entrada y registro donde se intervino diverso material tecnológico pendiente de análisis. Tras ser puesto a disposición judicial se decretó su ingreso en prisión preventiva", apunta la Policía, que añade que la investigación continúa abierta ya que los investigadores consideran que podría haber nuevas víctimas en Melilla, Málaga o Córdoba, lugares en los que el arrestado ha residido, sin descartar Madrid o Ciudad Real.