Políticos, obispos, teólogos analizan para RD el aniversario del Estado de Alarma Pandemia, año 1: ¿en qué ha cambiado tu vida?
Argüello: "Quiera Dios que los católicos sepamos estar cerca, vivamos la pregunta y la búsqueda y las compartamos con los demás. En realidad, el virus, como en tantos sectores, “ha tirado de la manta” y ha puesto de manifiesto nuestras posibilidades y nuestros límites"
Castillo: "La Religión está en crisis. Lo que la gente quiere es Religión (Navidad, Semana Santa....) para pasarlo bien. Lo que puede humanizar la vida es el Evangelio. La pandemia nos ha abierto los ojos, para ver el problema. De nosotros depende la solución"
Natalia Peiro: "El catolicismo, la Iglesia, ha estado a la altura de las circunstancias. Y yo creo que en un momento de fragilidad y vulnerabilidad de muchas personas, es también necesaria no solo ese apoyo material, en recursos, sino esa propuesta espiritual y esa necesidad de sentido de lo que somos y nuestra vida"
Osoro: "Es duro ver el dolor de tantos, tantas muertes, tanta soledad, tantas heridas por la situación económica... Pero al mismo tiempo es hermoso ver la entrega, muchas veces callada, de sanitarios, sacerdotes y vida consagrada, personal de supermercados, policías, voluntarios..."
Tíscar Espigares: "Si no construimos auténticas comunidades habremos perdido una gran oportunidad y la Iglesia perderá entusiasmo y estará cada vez más desconectada de la vida de la gente y no podrá darle un sentido"
González Faus: "Una lección de la pandemia que no queremos aprender es que nos ha demostrado que aunque nos creemos superiores y mas humanamente desarrollados a nuestros predecesores, somos en realidad inferiores y estamos por debajo de ellos"
Juan José Aguirre: "La lucha es por vivir y por tanto creo que saldremos mejor de estas pandemias los que sobrevivan con ganas de vivir esta corta vida donde no hay que matarse para vivir sino seguir viviendo que es la idea fundamental de la gente con la que vivo en la República de Centroáfrica"
Natalia Peiro: "El catolicismo, la Iglesia, ha estado a la altura de las circunstancias. Y yo creo que en un momento de fragilidad y vulnerabilidad de muchas personas, es también necesaria no solo ese apoyo material, en recursos, sino esa propuesta espiritual y esa necesidad de sentido de lo que somos y nuestra vida"
Osoro: "Es duro ver el dolor de tantos, tantas muertes, tanta soledad, tantas heridas por la situación económica... Pero al mismo tiempo es hermoso ver la entrega, muchas veces callada, de sanitarios, sacerdotes y vida consagrada, personal de supermercados, policías, voluntarios..."
Tíscar Espigares: "Si no construimos auténticas comunidades habremos perdido una gran oportunidad y la Iglesia perderá entusiasmo y estará cada vez más desconectada de la vida de la gente y no podrá darle un sentido"
González Faus: "Una lección de la pandemia que no queremos aprender es que nos ha demostrado que aunque nos creemos superiores y mas humanamente desarrollados a nuestros predecesores, somos en realidad inferiores y estamos por debajo de ellos"
Juan José Aguirre: "La lucha es por vivir y por tanto creo que saldremos mejor de estas pandemias los que sobrevivan con ganas de vivir esta corta vida donde no hay que matarse para vivir sino seguir viviendo que es la idea fundamental de la gente con la que vivo en la República de Centroáfrica"
Tíscar Espigares: "Si no construimos auténticas comunidades habremos perdido una gran oportunidad y la Iglesia perderá entusiasmo y estará cada vez más desconectada de la vida de la gente y no podrá darle un sentido"
González Faus: "Una lección de la pandemia que no queremos aprender es que nos ha demostrado que aunque nos creemos superiores y mas humanamente desarrollados a nuestros predecesores, somos en realidad inferiores y estamos por debajo de ellos"
Juan José Aguirre: "La lucha es por vivir y por tanto creo que saldremos mejor de estas pandemias los que sobrevivan con ganas de vivir esta corta vida donde no hay que matarse para vivir sino seguir viviendo que es la idea fundamental de la gente con la que vivo en la República de Centroáfrica"
Juan José Aguirre: "La lucha es por vivir y por tanto creo que saldremos mejor de estas pandemias los que sobrevivan con ganas de vivir esta corta vida donde no hay que matarse para vivir sino seguir viviendo que es la idea fundamental de la gente con la que vivo en la República de Centroáfrica"
Un año de pandemia. El 11 de marzo de 2020, la OMS declaraba en coronavirus como 'pandemia mundial'. Los niños dejaron de ir al colegio. A los dos días, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba el primer Estado de Alarma de la democracia, y un duro confinamiento que, en principio, iba a durar quince días... y que se fue a los tres meses.
Un año después, y en medio de un segundo (y diferente) Estado de Alarma, ¿cómo ha cambiado tu vida? Ha habido mucho dolor, sufrimiento, muerte, soledad, dudas, crisis... Los efectos de coronavirus siguen castigando una sociedad, y una Iglesia, que no ha dejado de luchar.
¿Cómo afrontaron la pandemia obispos, sacerdotes, políticos, teólogos, instituciones solidarias? ¿Saldremos mejores, o peores, de esta crisis? La Iglesia, ¿se ha quedado atrás? ¿Seguirá el catolicismo dando sentido a la vida de la mayoría de los españoles, o la crisis ha venido para quedarse, también, en la Iglesia?
RD ha pedido a algunos de los protagonistas de esta crisis, en el ámbito eclesial, que nos cuenten cómo vivieron el confinamiento, qué pasó por su cabeza, cuáles son los retos de futuro, las esperanzas y los miedos. Se trata de Carlos Osoro, cardenal de Madrid y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal; Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general del Episcopado; José María Castillo, Teólogo; Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas; Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant'Egidio; Vicente Esplugues, sacerdote de Madrid y uno de los capellanes en la 'morgue' del Palacio de Hielo; José Ignacio González Faus, sj., Teólogo; y Juan José Aguirre, obispo de Bangassou, en Centroáfrica, donde otros virus (el hambre, la malaria...) continúan matando, y ocultos ante la primera pandemia global del tercer milenio.
Estas fueron las preguntas
1/ ¿Con la pandemia hubo un antes y un después en su vida?
2/ ¿En qué vamos a salir mejores de la pandemia?
3/ ¿Tras la pandemia, el catolicismo seguirá dando sentido a la vida de la mayoría de los españoles?
Y éstas, las respuestas:
Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal
"La pandemia ha incrementado las preguntas, y las búsquedas"
1. Sin poder marcar un parteaguas tan radical, sí que he descubierto más humildad en la fragilidad compartida, más disciplina en la organización del tiempo y una llamada al cuidado de lo esencial.
2. En caer en la cuenta de la interdependencia, en una nueva visión de la globalización, en valorar la presencia y cercanía. Espero que en la solidaridad y creatividad que vamos a necesitar. En el uso de los medios digitales para comunicarnos y reunirnos.
3. La pandemia ha incrementado preguntas y búsquedas. Quiera Dios que los católicos sepamos estar cerca, vivamos la pregunta y la búsqueda y las compartamos con los demás. En realidad, el virus, como en tantos sectores, “ha tirado de la manta” y ha puesto de manifiesto nuestras posibilidades y nuestros límites. Un Dios que nace en un pesebre, muere en la Cruz y resucita ofrece sentido y consuelo a los que se están sintiendo en pesebres y cruces por las consecuencias sociales de la pandemia.
José María Castillo, teólogo
La pandemia nos ha abierto los ojos, para ver el problema. De nosotros depende la solución
1. La pandemia me ha abierto los ojos, para ver con más claridad quién está cerca de mí. Y para ver también a quién le importo poco. O sea, la pandemia ha servido, entre otras cosas, para poner al descubierto la realidad de las relaciones humanas. Las que yo tengo con los demás y las que los demás tienen conmigo. El egoísmo es una de las fuerzas que más poder tienen en la sociedad.
Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas
"Salir mejores... tengo mis dudas (...) Vamos a salir más empobrecidos y con menos esperanza para el futuro"
Carlos Osoro, cardenal de Madrid
"Se ha rezado mucho en pandemia. Nuestra fe es una propuesta de sentido, en toda su profundidad. Y ahora hace falta sentido"
1.- Claro, la pandemia nos ha marcado a todos. Es duro ver el dolor de tantos, tantas muertes, tanta soledad, tantas heridas por la situación económica... Pero al mismo tiempo es hermoso ver la entrega, muchas veces callada, de sanitarios, sacerdotes y vida consagrada, personal de supermercados, policías, voluntarios...
2. En nuestra vulnerabilidad hemos descubierto que hay que pasar del paradigma de buscar el bienestar propio al paradigma del cuidado. Urge conmover el corazón de las personas y descubrir que, al final, el verdadero bienestar pasa por cuidar a los demás en todas sus dimensiones.
3. Se ha rezado mucho en pandemia. Nuestra fe es una propuesta de sentido, en toda su profundidad. Y ahora hace falta sentido.
Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant Egidio
"La pandemia nos ha obligado a pararnos, a tomar conciencia de nuestros límites y nuestra fragilidad, y a comprender que todos estamos “conectados” y vinculados a un mismo destino, por mucho que nos empeñemos en alejarnos y diferenciarnos"
1. Sí, la pandemia ha cambiado mi vida.
2. Creo que podemos salir mejores: la pandemia nos ha obligado a pararnos, a tomar conciencia de nuestros límites y nuestra fragilidad, y a comprender que todos estamos “conectados” y vinculados a un mismo destino, por mucho que nos empeñemos en alejarnos y diferenciarnos.
3. Si el catolicismo seguirá dando sentido o no a la vida de la mayoría de los españoles dependerá de hasta qué punto hemos construido auténticas comunidades donde se vivan lazos de cercanía y afecto, abiertas a las necesidades de los más vulnerables, atractivas, donde se viva el espíritu evangélico. Si no es así habremos perdido una gran oportunidad y la Iglesia perderá entusiasmo y estará cada vez más desconectada de la vida de la gente y no podrá darle un sentido.
Vicente Esplugues, capellán en el Palacio del Hielo
Hay mucha gente que se ha alejado de la Iglesia de una manera radical
1. Yo creo que como en la de todas las vidas. Ha sido algo inédito, que nos ha supuesto un duro aprendizaje. Desde la sorpresa y asombro de los primeros días, la negación, el rechazo a que nos pudiera afectar de una manera tan directa. Hasta el ir asumiéndolo e intentándolo vivir desde la fe. Pasar de la vivencia privada de Covid, a una mirada más panorámica y global. A mí me ha hecho ser más empático, más compasivo y he aprendido a mirar de cara la muerte, el final, desde una postura creyente.
2. Esta respuesta sólo el tiempo nos la podremos responder. Creo que a mucha gente le ha enseñado a convivir con la vulnerabilidad y la aceptación de los propios límites. Hemos aprendido a vivir con la incerteza y el miedo. Muchas personas reaccionan buscando la evasión y la negación. Con la queja por verse confinados y con crítica y culpabilización a los gobiernos y alas autoridades. Las reacciones que vemos de lucha callejera, de contenedores en llamas, en Madrid, Barcelona, Valencia, están hablando de un ambiente de crispación y violencia. Hay personas que peregrinan hacia el interior y son capaces de ver la luz que se cuela entre las grietas del sufrimiento.
3. Yo creo que no somos mayoría, hay mucha gente que se ha alejado de la Iglesia de una manera radical. Y entre los que se definen como católicos hay muy poca implicación consciente en el seguimiento de Jesús y en la obra evangelizadora. Pero creo que a muchos cristianos este tiempo les ha servido para actualizar su fe. Ha sido necesario un desaprender una fe heredada y cultural, y han hecho un camino de personalización, de búsqueda sincera del “encuentro” con Jesús, en la noche de sus vidas. Y sí que creo que el Evangelio mantiene toda su vigencia y su actualidad. Sigue siendo Buen Noticia, para los que nos sentimos cansados y agobiados por tantos meses de fatiga pandémica.
José Ignacio González Faus, sj, teólogo
Tengo la sensación de que la sociedad de consumo, de la comodidad, la facilidad,… no nos está haciendo más humanos sino al revés, inferiores y menos humanos
Juan José Aguirre, Obispo de Bangassou
Nuestra gran preocupación no es el covid-19, sino la malaria, la tuberculosis, el SIDA, la Guerra Civil... el coronavirus casi no nos ha rozado
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