Solos dos obispos abordan la cuestión en sus hojas dominicales La 'doctrina Omella' se impone en la Diada: silencio y prudencia para no dividir más a los catalanes
"Nosotros no queremos dividir más a una comunidad, teniendo también en cuenta que hay mucha ciudadanía en Cataluña que no está en las tesis del soberanismo", señala un obispo a RD
“Ni siquiera quedan ya prácticamente esteladas en los campanarios de las iglesias catalanas. Alguna puede quedar, pero es que algunos campanarios son propiedad de los ayuntamientos”. La posición actual de la mayoría de los obispos es la que mantiene Omella”
Se impone la ‘doctrina Omella’ en el posicionamiento soberanista de la Iglesia catalana, tan activo años atrás. La consigna es prudencia y silencio. Y comunión, a veces aunque sea a regañadientes, como sucedió con el obispo de Solsona, Xavier Novell, a quien tuvo que mostrarle cuáles eran sus alternativas pastorales (salir de la diócesis y convertirse en auxiliar) si seguía con sus pronunciamientos independentistas. Finalmente, Novell encontró su alternativa y siguió su propio ‘procés’.
Basta echar una mirada a las cartas dominicales de las diez diócesis catalanas para comprobar que la efervescencia nacionalista que volvió a germinar tras la histórica Diada de 2012, que inundó las calles de Cataluña, ha sido prudentemente reconducida, aunque justo es reconocer que no porque se haya evaporado el sentimiento nacionalista, sino porque la brecha abierta en el propio bloque independentista ha dejado perplejos y desmovilizados a la mayoría.
Así, en 2016, última vez que la Diada cayó en domingo hasta hoy, cuatro obispos trataron el tema de la Diada en sus cartas dominicales, frente a seis que abordaron distintas cuestiones. Este 11 de septiembre, sin embargo, son las dos ‘cabezas’ de la Iglesia catalana, el cardenal Juan José Omella y el presidente de la Tarraconense -y no parece casual-, los únicos que abordan la cuestión.
Bueno, con el verso suelto de Girona. A la espera de obispo tras el fallecimiento de Francesc Pardo, el administrador apostólico ha visto conveniente referirse a la situación haciendo votos en este día por “un país sin arrogancia ni crispación”.
El tándem Barcelona-Tarragona
En las cartas del arzobispo de Barcelona y del de Tarragona aparecen muy medidos los conceptos y las palabras. El presidente del Episcopado español apela a la misión fundamental de la Iglesia como servicio y transmisora de esperanza. El presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense no se sale de los límites explorados por la Iglesia catalana en su magisterio de las últimas décadas, fundamentalmente del Concilio Provincial Tarraconense y del documento Raíces Cristianas de Cataluña.
Prudencia y silencio, pues. Lo certifican las fuentes consultadas por RD. “Es prudente no intervenir en lo que para unos es una quimera y, para otros, el momento para dar el paso hacia la independencia. Nosotros no queremos dividir más a una comunidad, teniendo también en cuenta que hay mucha ciudadanía en Cataluña que no está en las tesis del soberanismo, que no quiere la independencia de España”, señala un obispo.
"No echar más leña al fuego"
“Los grupos independentistas están muy divididos y en la Iglesia de Cataluña, los obispos hemos optado por la prudencia y el silencio para no echar más leña al fuego de la división y provocar un incendio más grande”.
Y tan fijadas parecen las posiciones de los pastores en estos momentos en que la clase política catalana anda a la greña y dividida, que ni siquiera hizo falta abordar esta cuestión en la última reunión de la Tarraconense del pasado mes de julio.
En el filo de la navaja
Tras la asombrosa renuncia del obispo Novell en agosto de 2021, “ahora no hay ningún obispo que, al menos en público, esté en esa opción soberanista, aunque siempre nos tenemos que mover en el filo de la navaja”, añade el obispo.
“Todo lo que nos han vendido son palabras. Hay decepción en el mundo soberanista y la decepción lleva al actual pasotismo. No hay efervescencia. La Diada de este 11 de septiembre se presenta como las de hace años con Jordi Pujol”, comenta otra fuente. Y es que antes de la de 2012, las manifestaciones con motivo del Día de Cataluña convocaban a unos pocos cientos de personas.
Omella también se descolgó desde su llegada a Cataluña de la misa que en esta jornada se celebra en memoria de “los patriotas catalanes” fallecidos en 1714, rompiendo la tradición que mantenían su antecesor, el cardenal Lluís Martínez Sistach.
“Ni siquiera quedan ya prácticamente esteladas en los campanarios de las iglesias catalanas. Alguna puede quedar, pero también hay que tener en cuenta que algunos campanarios son propiedad de los ayuntamientos”, señala la misma fuente, que ratifica que “la posición actual de la mayoría de los obispos es la que mantiene Omella”.
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