Se prepara para contraer matrimonio primero por lo civil y, después, por la Iglesia La hoja de ruta de Xabier Novell, obispo enamorado y futuro padre de gemelos

Silvia Caballol y Xavier Novell
Silvia Caballol y Xavier Novell

El todavía obispo emérito de Solsona quiere pasar de prelado a padre de familia con todas las de la ley...humana y divina

Su boda por o civil lleva aparejada ipso facto la suspensión del ejercicio del episcopado

La Iglesia amonestaría al obispo y pondría en marcha un proceso canónico por vía administrativa, para dispensarle de la obligación del celibato y proceder a la dimisión del estado clerical

El ex marido de Silvia Caballol no ha querido salir en los medios, quizás porque la familia de Silvia Caballol le amenazó con hacer públicas las denuncias por malos tratos que pesan contra él

En su antigua diócesis, con gente de campo con una fe muy del carbonero, no entienden nada y, sobre todo, se sienten estafados por la doble vida del que fuera su obispo y que tanto denostaba los “pecados de la carne”

Le achacan bastantes defectos, pero lo que nadie le niega al obispo Xabier Novell es su gran capacidad intelectual. Por eso, en este momento crucial de su vida en el que ha decidido colgar la mitra y fundar una familia, tiene todo pensado y bien meditado. Sin dejar nada al azar o a la improvisación. Ésta es la hoja de ruta del todavía obispo emérito de Solsona para pasar de prelado a padre de familia con todas las de la ley...humana y divina.

Nuestras fuentes, tanto en Cataluña, como en Roma, confirman que Xabier y Sonia esperan “bessons”, un término catalán que puede referirse a gemelos o a mellizos. En  cualquier caso, la madre estaría ya embarazada de tres meses. De ahí, las prisas de la pareja por regularizar su situación cuanto antes.

El primer paso ya lo dieron el pasado mes de septiembre, cuando acudieron al registro civil de Suria, localidad donde vive Silvia Caballol y su madre, para solicitar los papeles, para poder casarse por lo civil. Dado que el plaza para presentar impedimentos, si los hubiere, terminó el pasado viernes, 22 de octubre, la pareja puede pasar al siguiente paso: solicitar fecha en el juzgado del ayuntamiento para legalizar civilmente su matrimonio. Un trámite que, por la vía normal, podría demorarse incluso meses, pero que en el caso de la conocida pareja se va a agilizar al máximo.

Novell

“Sólo puede optar por un matrimonio civil, porque sigue siendo obispo. Y si hace esto, ya sabe lo que le vendrá después”, advertía el pasado día 27 el presidente del episcopado, cardenal Omella. Pero Novell está dispuesto a pagar ese precio, que consistiría en la suspensión inmediata (ipso facto y sin proceso canónico alguno) y, por lo tanto, ya no podrá ejercer como cura ni como obispo, aunque lo siga siendo.

El Código de Derecho Canónico establece, en efecto, en su artículo 194, 1.3. que “queda de propio derecho removido del oficio eclesiástico (...) el clérigo que atenta contraer matrimonio, aunque sea solo civil”. Y el 1.394 señala que se le impondrá la pena de suspensión a divinis para los actos propios de su ministerio.

Así las cosas, la Iglesia amonestaría al obispo y pondría en marcha un proceso canónico por vía administrativa, para dispensarle de la obligación del celibato y proceder a la dimisión del estado clerical. Sólo, entonces, Novell dejaría de ser obispo (aunque el sacramento del orden imprime carácter y, por lo tanto, será siempre obispo, pero no podrá ejercer como tal) y cobrar los 1.200 euros que le sigue enviando la Conferencia episcopal.

Una vez conseguida la dispensa del celibato y lo que antes se llamaba la “reducción al estado laical”, Novell podría solicitar la apertura de expediente eclesiástico matrimonial, para poder casarse por la Iglesia, que es lo que desean tanto él como su futura mujer. Y eso aunque ella esté divorciada por lo civil. Sería el mismo caso que el de la Reina Letizia.

Hasta aquí el iter que seguirá la pareja, con decisiones que, evidentemente, están provocando reacciones apasionadas, tanto en las familias de ambos, como en su antigua diócesis de Solsona y, por extensión, en la imagen y en la credibilidad de la institución eclesiástica del país.

Silvia Caballol, ante las cámaras de Telecinco
Silvia Caballol, ante las cámaras de Telecinco

Su ex marido, de origen marroquí y con el que tuvo tres hijos, está viviendo en San Joan de Vilatorrada, a tres kilómetros de Manresa. Y, al menos, por ahora no ha querido salir en los medios, quizás porque la familia de Silvia Caballol le amenazó con hacer públicas las denuncias por malos tratos que pesan contra él.

De los tres hijos que tuvieron en común, Silvia se ha quedado con los dos más pequeños, pero la hija mayor, que tiene 15 años, optó por ir a vivir con su padre y algunos en el pueblo comentan que la han visto “radicalizarse un poco”.

El padre de Silvia, que se ha separado de su mujer, se ha vuelto a casar. La madre, que fue la que le consiguió trabajo a su hija en el obispado que regía monseñor Novell, es muy religiosa y sigue muy comprometida con su parroquia.

Los padres de Novell, en cambio, son quizás los más desolados por la historia de su hijo. De hecho, el padre es diácono permanente casado y ambos son profundamente religiosos y muy conservadores en cuanto a la vivencia de la fe. Payeses acomodados y jubilados.

La gente de Suria, que conoce bien a Silvia, habla de ella como una chica “superdiscreta y callada”, al contrario de la imagen de novelista erótica que difunden los medios. Quizás por eso no entienden que los medios de comunicación la sigan persiguiendo también a ella, que no es un personaje público como su pareja.

Novell abucheado

En su antigua diócesis, con gente de campo con una fe muy del carbonero, no entienden nada y, sobre todo, se sienten estafados por la doble vida del que fuera su obispo y que tanto denostaba los “pecados de la carne” o el matrimonio civil de los gays. Molestos con la hipocresía de su prelado emérito, sus antiguos feligreses esperan, eso sí, que les dé alguna explicación. O él o la Iglesia, que, hasta ahora, les ha tratado como menores de edad, que ni siquiera tienen derecho a una información oficial y tienen que enterarse del culebrón de su ex obispo por los medios de comunicación.

La pareja, según cuentan los que les conocen, se muestra muy unida, aunque preocupados por toda la presión mediática, por la mala imagen que se está proyectando de ambos y, sobre todo, por el incierto futuro que se les avecina. Ni el obispo ni su pareja tienen trabajo, por ahora, aunque Novell sigue cobrando su sueldo de obispo (por poco tiempo) y dispone de ahorros, que les podrán ayudar a ir tirando, teniendo en cuenta que la pareja va a tener que ocuparse de los tres hijos de ella más los dos que esperan.

El obispo emérito pensaba dedicarse a du antigua profesión de perito agrícola, pero las grandes empresas del sector que podrían contratarle en la zona de Lleida pertenecen a empresarios muy conservadores ideológica y religiosamente. Y, por eso, no ven con buenos ojos la eventual contratación de un “obispo traidor”, que es como los católicos más ultras denominan a Novell.

Por otra parte, Novell se siente sólo y poco acompañado por sus compañeros obispos, de los que cree que le han dejado tirado a los pies de los caballos, sin entender sus razones y su itinerario vital. Pero no le extraña, porque así de incomprendido por sus pares se sentía ya cuando era obispo de Solsona e intentaba hacer cosas nuevas pastoralmente hablando.

Además, los que conocen a la pareja también aseguran que son “dos personas inestables” y que su matrimonio “no va a durar mucho”. Una historia de amor con un presente tormentoso y un futuro incierto.

Xavier Novell, quinto obispo español en dar positivo por coronavirus
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