Tres pasos de conversión, evangelización y humanización integral Una propuesta de evangelización en una Iglesia sinodal y en salida
Acogiendo la invitación del papa Francisco a una iglesia en salida y sinodal, vemos la necesidad de crear comunidades listas para llevar a cabo una nueva evangelización
El Servicio de Animación Espiritual por un Mundo Mejor ofrece esta humilde y sencilla propuesta para contribuir a una Iglesia sinodal y en salida hacia Otro Mundo Posible, mundo que vivió y anunció Jesús y al que con la fuerza, la energía y la luz de su Espíritu queremos unir nuestro granito de arena
La propuesta de evangelización que presentamos es fruto de un largo proceso de conversión personal y de Grupo, que estamos viviendo en la puesta al día de las Ejercitaciones por un Mundo Mejor
La propuesta de evangelización que presentamos es fruto de un largo proceso de conversión personal y de Grupo, que estamos viviendo en la puesta al día de las Ejercitaciones por un Mundo Mejor
| Por un Mundo Mejor
En este tiempo en el que se desmoronan tantas certezas, nos toca reinventarnos y repensar lo que debemos hacer y cómo lo podemos hacer. Deberíamos aceptar la actual abstinencia de servicios religiosos y actividades pastorales, que hemos o estamos viviendo, como un “kairós”, una oportunidad para un discernimiento más radical, según el evangelio.
La religión cristiana necesita actualizar su imagen de Dios, imagen que nos ofreció Jesús en su vida, con su mensaje y su forma de actuar, y dejar de responder con procesiones o rogativas, que solo tienen sentido presuponiendo que es posible un mundo-sin-mal.
Hoy necesitamos la “auto-evangelización de una Iglesia movida por el Espíritu de Jesús, y por lo tanto lista para ponerse al servicio del mundo”. En buena medida, también, por “la crisis de credibilidad” de la Iglesia Institución motivada por los abusos y el exceso de poder, que se han convertido en un obstáculo manifiesto para la evangelización.
Pensar desde una fe crítica y no desde las creencias, es asumir ese duro dato de realidad, y preguntarnos: ¿si Dios-Padre no intervino en el destino de su Hijo -y esto porque habría implicado violar la libertad de los humanos-, tenemos derecho a reclamarle que lo haga en nuestras historias?
El Dios que nos manifiesta el Jesús de los evangelios es un Dios que está sufriendo en y con los que sufren, y también está salvando con y a través de tantos que están arriesgando su vida para que otros vivan. Los cristianos creemos en un Dios que crea por amor y vive entregado a su creación, pero con una presencia que no puede ser evidente, porque funda y promueve sin interferir, respetando la autonomía de las creaturas: tanto la de las leyes físicas como, sobre todo, las de la libertad.
Pero la realidad, que siempre tiene razón y es dura, es que constatamos que hay bastantes personas que aún siguen necesitando de un Dios Todopoderoso del que esperan les resuelva todos sus problemas y en el que encuentran consuelo, de unos mandamientos y unos ritos que le dan seguridad, y de una Institución-Iglesia excesivamente “auto-referencial”, que sigue predicando lo mismo. Por eso, acogiendo la invitación del papa Francisco a una iglesia en salida y sinodal, vemos la necesidad de crear comunidades listas para llevar a cabo una nueva evangelización. El Servicio de Animación Espiritual por un Mundo Mejor, ofrece esta humilde y sencilla propuesta para contribuir a una Iglesia sinodal y en salida hacia Otro Mundo Posible, mundo que vivió y anunció Jesús y al que con la fuerza, la energía y la luz de su Espíritu queremos unir nuestro granito de arena. La propuesta de evangelización que presentamos es fruto de un largo proceso de conversión personal y de Grupo, que estamos viviendo en la puesta al día de las Ejercitaciones por un Mundo Mejor.
El dinamismo de la evangelización
La palabra evangelización, de tanto emplearla, parece que se ha desgastado su sentido. Para valorar el significado de la misma nos parece importante comprender el dinamismo de evangelización, que subyace a la propuesta que se ofrece. Para percibir dicho dinamismo tomamos como referencia el binomio “centro versus periferia”, que el papa Francisco ha dado carta de ciudadanía en el contexto y el horizonte de la evangelización y la misión de la Iglesia para el momento presente de la historia. Pero ha relegado la significación socioeconómica del mismo a un segundo plano, interpretando dicho binomio en clave evangélica. Para el papa Francisco, existe, por un lado, un centro, que tiene que ver con lo más explícitamente confesional e institucional de la fe cristiana; y, por otro, se detectan diversos tipos de periferias (geográficas, existenciales, culturales…), necesitadas de anuncio misionero y de cuidado pastoral.
En nuestro Servicio, la vivencia de los procesos, como actualización de las Ejercitaciones, nos está llevando a vivir, cada persona y cada Grupo Local, al dinamismo del centro a la periferia en estos tres pasos íntimamente unidos pero progresivamente abiertos:
- El primer paso es de conversión o seguimiento pleno, por el que avanzamos, como personas y como grupo, desde el centro, que es el corazón humano tocado por Espíritu de Dios, hasta las periferias, que son aquellas zonas de nuestra existencia necesitadas de transformación según el Evangelio. Transformados por el Espíritu para transformar.
- El segundo paso es de evangelización o anuncio comprometido, por el que nos ponemos en marcha desde el centro, que es Cristo, hasta las periferias, que son aquellas personas que desconocen a Cristo y sufren las mayores miserias. Testigos que anuncian con el servicio.
- Por último, el paso de universalización real o humanización integral, por el que abandonamos la absolutización de nuestro centro y nos abrimos a la verdadera periferia: la fraternidad universal, que fue también el gran deseo y empeño del P. Lombardi, por medio de la cooperación y las alianzas con otros dinamismos promotores de un Mundo más humano y solidario. Sentirnos parte del “poliedro” global de la humanidad.
Tres procesos
Nuestra propuesta ofrece tres Procesos como posibilidad de hacer experiencia, personal y como grupo, de los tres pasos de conversión, evangelización y humanización integral. Nosotros como Servicio de Animación Espiritual solamente ofrecemos la ayuda necesaria, y en la medida en que se pida. Somos un Servicio -no una institución- que pretende generar dinamismos de conversión-renovación personal, social y eclesial. Solo somos promotores, no queremos ni buscamos asociar a nadie. Lo que pretendemos es despertar y motivar a la acogida del dinamismo que el Espíritu de Jesús suscita en esta Iglesia sinodal y en salida, y en esta sociedad global, multi-cultural, pluri-religiosa y digital.
Esta fase de realización se actúa cuando se viven los tres procesos, que se presentan a continuación. Cada uno de ellos tiene su sentido y autonomía y, a la vez, les une un mismo Espíritu de humanización.
- El primer procesoofrece la posibilidad de vivir, cada persona y como grupo, una experiencia de fe en la humanidad y, también en la que se vislumbre la novedad de la presencia de Dios que vivió y anunció Jesús como Buena Noticia. Este primer proceso se puede realizar durante dos años en tres o cuatro veces, tomando como punto de partida situaciones humanas diversas.
- El segundo procesoinvita, cada persona y como grupo, a plantearnos de una manera esencial el seguimiento de Jesús y de su Proyecto de Humanización plena que Él llamaba Reino. Este proceso se puede ofrecer al tercer año a todas aquellas personas que han participado en el primer proceso, muy excepcionalmente se puede acoger alguna persona que no haya vivido el primero. También se puede seguir ofreciendo una vez al año el primer proceso.
- El tercer procesoinvita a expresar vivencialmente, cada persona y como grupo, que el Espíritu de Jesús es fuente de humanización que nos habita y nos anima. Este proceso se puede ofrecer en el quinto año a todas las personas que hayan participado en los procesos anteriores. Se puede seguir ofreciendo se puede seguir ofreciendo el primero y el segundo proceso según sea las posibilidades.
Siempre atentos a la realidad, sin duda la temporalización que se propone tiene que ser tan flexible como la vida misma.
La participación tiene que ser libre, se harán convocatorias abiertas, cada persona será la que elegirá su participación. Se ofrecerán espacios diversos para favorecer la libre participación.
En los tres procesos serán dos personas, que en la medida de lo posible, animarán grupos de 9 a 15 personas. La duración de cada sesión será mínimamente de tres horas semanales. El primer proceso dura unas 35 horas. El segundo proceso dura unas 75 horas y el tercero unas 75 horas.
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