Tras el ángelus, el Papa pidió un aplauso por los mártires españoles beatificados ayer en Madrid Francisco: "Que el testimonio de los beatos redentoristas nos empuje a ser coherentes y valientes"
Tras el rezo del ángelus, el Papa anunció su intención de participar el próximo martes 25 de octubre en el Coliseo para rezar por la paz en Ucrania y en el mundo, junto a representantes de otras Iglesias y religiones mundiales, reunidos en Roma para el encuentro 'El grito de la paz'
En la jornada del Domund, el Papa alentó "a todos a orar a los misioneros con la oración y la solidaridad concreta para que puedan proseguir en el mundo entero la obra de evangelización y promoción humana"
"Ayer en Madrid fueron beatificados Vicente y otros once compañeros de la congregación del Santísimo Redentor, asesinados por odio a la fe en 1936 en España. Que el ejemplo de estos testigos de Cristo hasta la donación de la sangre nos empuje a ser coherentes y valientes y que su intercesión ayude a quienes trabajan para sembrar el evangelio en el mundo", señaló el Papa tras el rezo, este mediodía, del ángelus, pidiendo a continuación un aplauso para los nuevos beatos redentoristas.
También tuvo palabras Francisco para la celebración, este 23 de octubre, de la Jornada Misionera Mundial, "una ocasión importante -señaló- para reavivar en los bautizados el deseo de participar en la misión mediante el testimonio y el anuncio de Evangelio", por lo que alentó "a todos a orar a los misioneros con la oración y la solidaridad concreta para que puedan proseguir en el mundo entero la obra de evangelización y promoción humana".
También este domingo, prosiguió el Papa, "se abren las inscripciones para la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa en agosto de 2023", razón por la cual invitó a que le acompañaran en ese instante "a dos jóvenes portugueses para que estén aquí conmigo mientras yo me inscribo como peregrino". Y, efectivamente, eso hicieron los jóvenes en una tablet, tras lo cual Francisco se dirigió a todos los jóvenes, a quienes invitó "a inscribirnos en este encuentro par que, después de un largo período de lejanía, volvamos a encontrar el abrazo entre las generaciones".
Encuentro por la paz en Roma
Igualmente, el Papa afirmó que "sigo con preocupación la persistente situación del conflicto en Etiopía, una vez más repito que la violencia no resuelve las discordias, sino que acrecienta las trágicas consecuencias" e hizo un llamamiento "a quienes tienen responsabilidades políticas para que cesen los sufrimientos de las poblaciones inermes y para que se encuentren soluciones justas para una paz duradera en el país. Que los esfuerzos de las partes por el bien común puedan llegar a recorrido de reconciliación, y que no falten nuestras oraciones y nuestras solidaridad a los hermanos y hermanas etíopes que tanto sufre".
El Papa anunció también su intención de participar el próximo martes 25 de octubre en el Coliseo a rezar por la paz en Ucrania y en el mundo junto a representantes de otras iglesias y religiones mundiales, reunidos en Roma para el encuentro 'El grito de la paz', por lo que, apuntó, "los invito a unirse espiritualmente, porque la oración es la fuerza de la paz. Recemos y recemos por Ucrania, tan martirizada". Finalmente, pidió también oraciones por el nuevo Gobierno de Italia, cuya andadura comienza este domingo, encabezado por la ultraderechista Giorgia Meloni.
“Donde hay demasiado yo, hay poco Dios”
"Cuidémonos del narcisismo y del exhibicionismo, basado en la vanagloria, que también nos lleva a nosotros los cristianos, a nosotros los sacerdotes, a nosotros los obispos, a tener siempre la palabra ‘yo’ en los labios: ‘yo hice esto, yo escribí aquello, yo dije aquello, yo entendí aquello’, etc. Donde hay demasiado yo, hay poco Dios. En mi tierra, el nombre para esta gente es 'yo mi conmigo para mí', es el autoincienso, te hace caer en el ridículo".
Las palabras del Papa en el ángelus de este domingo, basadas en la parábola del fariseo y del publicano, invitan a "descender en humildad" porque así "más no eleva Dios", en lo que es un doble movimiento, de ascender, "de levantarse de las llanuras de nuestro ego para ascender hacia Dios" y, al mismo tiempo, "descender dentro de nosotros mismos: cultivar la sinceridad y la humildad de corazón, que nos permiten mirar con honestidad nuestras fragilidades y nuestra pobreza".
De hecho, subrayó el Papa, "en la humildad nos hacemos capaces de llevar a Dios, sin fingir, lo que somos, las limitaciones y las heridas, los pecados y las miserias que pesan en nuestro corazón, y de invocar su misericordia para que nos cure y nos levante. Cuanto más descendemos en humildad, más nos eleva Dios".
Frente a esto, advirtió Francisco de la tentación del "orgullo espiritual: te lleva a creerte bueno y a juzgar a los demás. Y así, sin darte cuenta, adoras a tu propio yo y borras a tu Dios", por lo que invitó a hacer el ejercicio de mirar dentro de cada uno. "Veamos -dijo el Papa- si en nosotros, como en el fariseo, existe 'la presunción interior de ser justos', que nos lleva a despreciar a los demás. Ocurre, por ejemplo, cuando buscamos cumplidos y enumeramos siempre nuestros méritos y buenas obras, cuando nos preocupamos por aparentar en lugar de ser, cuando nos dejamos atrapar por el narcisismo y el exhibicionismo".
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