Carta de la Madre Tierra a los Reyes Magos
Hemos tocado ya muchos temas en las seis cartas anteriores. Este año 2016 escribimos esta séptima Carta a los Reyes Magos en nombre de la Madre Tierra, en consonancia con la Encíclica del Hermano Francisco, Obispo de Roma, sobre Ecología Integral de la Tierra y el Hombre. Es ella quien personalmente se dirige a ellos:
Queridos Reyes Magos: Soy la Madre Tierra y os escribo personalmente a vosotros para que este año penséis especialmente en mi porque:
-Lo estoy pasando francamente mal: desde hace dos siglos, los seres humanos que habitan en mi, me están explotando cada vez más, consumen mucho más de lo que puedo producir, los más desarrollados despilfarran mucho. No se dan cuenta de que yo me agoto.
-Con sus industrias y sus coches producen unos gases que me hacen mucho daño, me intoxican, me suben la fiebre, se me derrite la nieve en los polos, me aumentan los desiertos. Grandes ríos que yo tenía en Africa, como el Níger o el Senegal cada vez llevan menos agua, incluso en verano casi dejan de correr, y así muchos miles de personas tienen que marchar de donde vivían, irse muy lejos a países como la UE o los EE.UU., donde no los quieren recibir. Incluso muchos se mueren por el camino a lo largo del desierto o cruzando el Mediterráneo, un mar que desde hace muchos años unía culturas y pueblos, ahora es el cementerio de mis hijos más pobres y necesitados de Africa.
-Los seres humanos, que son mis hijos, no se tratan como hermanos: unos pocos lo acaparan casi todo y así la gran mayoría, que son muchos millones se quedan casi sin nada y se están muriendo de hambre; y no solo esto, sino que están desapareciendo cada vez más especies vegetales y animales, terrestres y acuáticas, pues ya desaparecieron el 39 % de las terrestres y marinas y el 76 % de las de agua dulce, que por cierto cada vez es más escasa. Hasta tengo miedo a que se desaten grandes guerras entre mis hijos, por causa del agua, pues 768 millones de personas carecen de ella.
-Me dicen que para el año 2050 voy a tener 2000 millones más de hijos en esta Casa Común de Todos. Si me siguen tratado tan mal, ¿qué voy a hacer con ellos? No voy a poder darles de comer, ni siquiera de beber. Los que más deciden, acaban de reunirse en París, diagnosticaron bien mis enfermedades, hicieron grandes propósitos de reducir los gases que tanto daño me hacen, pero no se comprometieron de verdad a curarme, pues los compromisos que están ofreciendo cumplir para el año 2100, no solo no me van a detener la fiebre sino que la van a subir tres grados más.
-Me dicen que soy el planeta más bonito del Universo. Hice un gran esfuerzo durante millones de años para llegar a producir lo más perfecto que tengo, el ser humano. Estoy orgullosa de él, pero muy decepcionada a la vez porque no lo reconoce, no me quiere de verdad. Debería ser mi propio corazón, el más grande, el que estuviera más enamorado de mi, y me cuidara con toda clase de mimos y atenciones, para poder seguir yo cuidándolo a él, pero no se da cuenta de que él depende de mi, y si no me cuida a mi, tampoco yo voy a poder cuidarlo a él.
-Estos días de Navidad aun estoy más triste porque en muchos sitios me abrasaron con los incendios: ¡cuántos millones de vidas mataron con ellos! ¡Cuánto trabajo me va a costar recuperarlas! Cuántos árboles que atraían la lluvias, retenían el agua y la devolvían a la atmósfera ya no lo van a poder hacer. Y no solo esto, sino que cada día que pasa dejan sin árboles casi 26.000 hectáreas de mi superficie.
-Por eso, queridos Reyes Magos, os pido que les despertéis la conciencia a mis hijos predilectos, los Hombres y Mujeres de este mundo, que se sientan orgullosos de tener la Madre que tienen, que la admiren, la cuiden, la respeten, la traten con amabilidad y delicadeza, incluso en los seres más pequeños e insignificantes, porque todos tienen su importancia y una misión que cumplir, dentro la riqueza infinita de vida que aun hay en mi, para que lejos de estar menguando como ahora, vuelva a crecer y recuperar todo su explendor, para que incluso hasta los desiertos, lejos que aumentar, vuelvan a tener vida y desparezcan.
-Os pido que mis hijos, los Hombres y Mujeres de los que soy su Casa Común, sean lo mejor de mi misma, sean mi conciencia, mi libertad, mi amor consciente.
-Tengo mucho amor a todos los hombre y mujeres que me habitan, y por eso os pido, Reyes Magos, que cada persona, cada familia, cada pueblo, cada nación, que cada organismo nacional e internacional, se comprometan urgentemente a reconstruir mi integridad, porque soy la Casa Común de todos ellos.
-Os pido también que todas las ciencias, las filosofías, las religiones, contribuyan, a una, a cuidarme porque soy imprescindible y necesaria para todos.
-Finalmente os pido que el compromiso de cuidarme esté especialmente atento a los más vulnerables, como los pobres, los niños, los ancianos los enfermos, las criaturas en peligro de extinción; que practiquen una agricultura sostenible, energías renovables; opten por un consumo responsable, y por el decrecimiento y la austeridad necesarios para que haya lo suficiente y de calidad para todos mis hijos, los que hoy me habitan, y para las próximas generaciones para que encuentren en mi una Madre que, al llegar a esta Tierra, los acoge llena de amor, llena de alegría y llena de abundancia de vida suficiente para todos, y así se sientan felices de venir a vivir con esta Madre Común de todas las criaturas, la Madre Tierra.
-Termino pidiéndoos un último favor: que traigáis millones de ejemplares de la excelente Encíclica del Hermano Francisco sobre el Cuidado de la Madre Tierra para cada uno de mis hijos, a fin de que la lean, la mediten y se sientan felices de practicarla. Muchas gracias.
Un abrazo muy cordial para los tres.-La Madre Tierra.
NOTA IMPORTANTE.-Infinitas gracias a todos y todas los que habéis colaborado a los proyectos de cooperación para este año 2016. Gracias a vosotros hemos podido enviar 21840 € para los tres proyectos de Ruanda y Guatemala. Un abrazo muy cordial.-Faustino
Queridos Reyes Magos: Soy la Madre Tierra y os escribo personalmente a vosotros para que este año penséis especialmente en mi porque:
-Lo estoy pasando francamente mal: desde hace dos siglos, los seres humanos que habitan en mi, me están explotando cada vez más, consumen mucho más de lo que puedo producir, los más desarrollados despilfarran mucho. No se dan cuenta de que yo me agoto.
-Con sus industrias y sus coches producen unos gases que me hacen mucho daño, me intoxican, me suben la fiebre, se me derrite la nieve en los polos, me aumentan los desiertos. Grandes ríos que yo tenía en Africa, como el Níger o el Senegal cada vez llevan menos agua, incluso en verano casi dejan de correr, y así muchos miles de personas tienen que marchar de donde vivían, irse muy lejos a países como la UE o los EE.UU., donde no los quieren recibir. Incluso muchos se mueren por el camino a lo largo del desierto o cruzando el Mediterráneo, un mar que desde hace muchos años unía culturas y pueblos, ahora es el cementerio de mis hijos más pobres y necesitados de Africa.
-Los seres humanos, que son mis hijos, no se tratan como hermanos: unos pocos lo acaparan casi todo y así la gran mayoría, que son muchos millones se quedan casi sin nada y se están muriendo de hambre; y no solo esto, sino que están desapareciendo cada vez más especies vegetales y animales, terrestres y acuáticas, pues ya desaparecieron el 39 % de las terrestres y marinas y el 76 % de las de agua dulce, que por cierto cada vez es más escasa. Hasta tengo miedo a que se desaten grandes guerras entre mis hijos, por causa del agua, pues 768 millones de personas carecen de ella.
-Me dicen que para el año 2050 voy a tener 2000 millones más de hijos en esta Casa Común de Todos. Si me siguen tratado tan mal, ¿qué voy a hacer con ellos? No voy a poder darles de comer, ni siquiera de beber. Los que más deciden, acaban de reunirse en París, diagnosticaron bien mis enfermedades, hicieron grandes propósitos de reducir los gases que tanto daño me hacen, pero no se comprometieron de verdad a curarme, pues los compromisos que están ofreciendo cumplir para el año 2100, no solo no me van a detener la fiebre sino que la van a subir tres grados más.
-Me dicen que soy el planeta más bonito del Universo. Hice un gran esfuerzo durante millones de años para llegar a producir lo más perfecto que tengo, el ser humano. Estoy orgullosa de él, pero muy decepcionada a la vez porque no lo reconoce, no me quiere de verdad. Debería ser mi propio corazón, el más grande, el que estuviera más enamorado de mi, y me cuidara con toda clase de mimos y atenciones, para poder seguir yo cuidándolo a él, pero no se da cuenta de que él depende de mi, y si no me cuida a mi, tampoco yo voy a poder cuidarlo a él.
-Estos días de Navidad aun estoy más triste porque en muchos sitios me abrasaron con los incendios: ¡cuántos millones de vidas mataron con ellos! ¡Cuánto trabajo me va a costar recuperarlas! Cuántos árboles que atraían la lluvias, retenían el agua y la devolvían a la atmósfera ya no lo van a poder hacer. Y no solo esto, sino que cada día que pasa dejan sin árboles casi 26.000 hectáreas de mi superficie.
-Por eso, queridos Reyes Magos, os pido que les despertéis la conciencia a mis hijos predilectos, los Hombres y Mujeres de este mundo, que se sientan orgullosos de tener la Madre que tienen, que la admiren, la cuiden, la respeten, la traten con amabilidad y delicadeza, incluso en los seres más pequeños e insignificantes, porque todos tienen su importancia y una misión que cumplir, dentro la riqueza infinita de vida que aun hay en mi, para que lejos de estar menguando como ahora, vuelva a crecer y recuperar todo su explendor, para que incluso hasta los desiertos, lejos que aumentar, vuelvan a tener vida y desparezcan.
-Os pido que mis hijos, los Hombres y Mujeres de los que soy su Casa Común, sean lo mejor de mi misma, sean mi conciencia, mi libertad, mi amor consciente.
-Tengo mucho amor a todos los hombre y mujeres que me habitan, y por eso os pido, Reyes Magos, que cada persona, cada familia, cada pueblo, cada nación, que cada organismo nacional e internacional, se comprometan urgentemente a reconstruir mi integridad, porque soy la Casa Común de todos ellos.
-Os pido también que todas las ciencias, las filosofías, las religiones, contribuyan, a una, a cuidarme porque soy imprescindible y necesaria para todos.
-Finalmente os pido que el compromiso de cuidarme esté especialmente atento a los más vulnerables, como los pobres, los niños, los ancianos los enfermos, las criaturas en peligro de extinción; que practiquen una agricultura sostenible, energías renovables; opten por un consumo responsable, y por el decrecimiento y la austeridad necesarios para que haya lo suficiente y de calidad para todos mis hijos, los que hoy me habitan, y para las próximas generaciones para que encuentren en mi una Madre que, al llegar a esta Tierra, los acoge llena de amor, llena de alegría y llena de abundancia de vida suficiente para todos, y así se sientan felices de venir a vivir con esta Madre Común de todas las criaturas, la Madre Tierra.
-Termino pidiéndoos un último favor: que traigáis millones de ejemplares de la excelente Encíclica del Hermano Francisco sobre el Cuidado de la Madre Tierra para cada uno de mis hijos, a fin de que la lean, la mediten y se sientan felices de practicarla. Muchas gracias.
Un abrazo muy cordial para los tres.-La Madre Tierra.
NOTA IMPORTANTE.-Infinitas gracias a todos y todas los que habéis colaborado a los proyectos de cooperación para este año 2016. Gracias a vosotros hemos podido enviar 21840 € para los tres proyectos de Ruanda y Guatemala. Un abrazo muy cordial.-Faustino