Día de la Mujer y la Iglesia Católica

LA MUJER-HOY ES DOMINGO

El pasado 8 de marzo hemos celebrado el día internacional de la mujer, menos en la Iglesia Católica, en la cual las mujeres siguen marginadas casi totalmente por la jerarquía oficial de la misma.

A pesar de que están autorizadas para dar la comunión y hacer las lecturas de la misa, menos el Evangelio, todavía hay parroquias en las que el sacerdote ni les deja pisar el presbiterio, y en otras donde, en ausencia del sacerdote, hacen la celebración de la Palabra, resulta que, hay casos, en que los asistentes las prefieren a ellas más que al sacerdote. ¿Por qué en esta celebración ellas pueden explicar el Evangelio y en la Misa no?

El Evangelio de hoy recoge el encuentro de Jesús con la Samaritana, una mujer que ya había tenido cinco maridos, despreciada y marginada por ser mujer y más por ser samaritana y no judía, pues los samaritanos eran despreciados por los judíos por considerarlos herejes. Pero Jesús, cansado del camino, se sienta junto al pozo de Jacob, rompe con esa tradición y se dirige a ella sin ningún prejuicio y con toda naturalidad, sencillamente le pide ayuda: “dame de beber”. Esa ruptura es tan clara que hasta los discípulos, que habían ido a comprar comida, al volver se extrañan de que Jesús esté hablando con una mujer. Pero más ruptura fue dejarse acompañar por mujeres, igual que por hombres, durante toda su vida pública. Sin el hecho cumbre de su vida, la resurrección, hoy Jesús Nazaret estaría completamente olvidado. Si la noticia de este hecho, trascendental y decisivo, fue primero para María Magdalena, a la que le pidió que la fuese a comunicar a los discípulos, si ese hecho fue noticia reservada por Jesús primero para las mujeres antes que para hombres, la Iglesia debería ser la primera y más importante promotora de la defensa y la proclamación de los derechos de las mujeres en todo el mundo donde está establecida. Pero no solo no lo hace, sino que hace todo lo contrario. Pues, ¿Por qué la Iglesia oficial, a ejemplo de Jesús, no rompe de una vez con la marginación ancestral y total de la mujer en toda su estructura oficial? ¿Por qué no les reconoce los mismos derechos a las mujeres que a los hombres? ¿Por qué la Iglesia sigue perteneciendo a las élites más machistas y xenófobas del mundo en pleno siglo XXI?

Pero es que hay otro problema de fondo muy importante: Jesús también rompe con todo el ritualismo judío de aquel tiempo y le dice a la Samaritana: “Créeme, mujer, se acerca la hora en que ni en este monte, ni en Jerusalén daréis culto al Padre…, porque llega la hora, y ya está aquí, en que los que quieran dar culto verdadero adorarán al Padre en espíritu y en verdad, poque el Padre desea que le den culto así”. Pero que hace la Iglesia: casi todo lo que hace lo tiene centrado en el culto, en los ritos, en las ceremonias, en las “peregrinaciones”, en años santos, todo lo cual lo aprovecha la economía capitalista de mercado para hacer sus negocios incluida la propia Iglesia oficial, como pasa con Compostela, Lourdes, Fátima, Roma... Acudimos a estos sitios en busca de Dios y lo dejamos solo y abandonado en los empobrecidos en el Níger, en Uganda, en Somalia, en Haití, en Bangladés, o en Sudán del Sur y el Congo (R.D.Congo), donde estuvo Francisco recientemente denunciando las fechorías, los robos de sus materias primas por las Multinacionales de los países ricos para vivir su lujos y ostentaciones, pero los medios de comunicación de los países  desarrollados silenciaron deliberadamente esa denuncia clara y directa del Papa, porque vivimos nuestra holgada vida a costa de los empobrecidos de África a quienes les usurpamos su riqueza por unos céntimos, como lo refleja esta viñeta del Roto en el País:

Desde África, Hispanoamérica, la India o Bangladés, donde hay más de 1000 millones de empobrecidos, donde las mujeres y las niñas son las mayores víctimas, nos llega la llamada de Jesús en ellos que nos dice: “dame de beber”. Tienen sed, no solo de agua, sino también de innumerables cosas superfluas que a nosotros nos sobran. Los africanos son pobres porque África es rica...

Apoyemos el hermano Francisco en transmitir a este mundo el mensaje liberador del Evangelio y en renovar en profundidad a la Iglesia con el proceso Sinodal, por ejemplo, para poner la economía de la Iglesia al servicio de los empobrecidos del mundo, en incorporar plenamente a la mujer a la Iglesia en igualdad con los hombres, en hacer opcionales leyes que ni siquiera Jesucristo estableció como obligatorias, como el celibato (Francisco dice que hay que revisarlo, que en la Iglesia ya hay sacerdotes casados), o la condena de la homosexualidad o la condena de las uniones homosexuales, etc., y en cambio ser mucho más exigente en solidaridad, en justicia, en igualdad, en cuidado de la naturaleza, en la condena de las riquezas , las guerras, las drogas, y de todo negocio que suponga explotación de los demás, en el respeto y cuidado absoluto de los niños, los enfermos, los ancianos, en el sentido de la vida de la juventud, en la rehabilitación de los encarcelados, en la promoción integral de los oprimidos del Tercer Mundo, y la desaparición de todo sufrimiento injusto. Es decir, en construir de verdad el Reino de Dios en este Mundo, siguiendo a Jesús de Nazaret haciendo lo que El hizo para el bien de la Humanidad.

Feliz domingo a tod@s.-Faustino

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