"Porque anuncian su iglesia, pero no mi Reino, el Reino de Dios" Jesús de Nazaret: "Disculpen, pero, por favor, no me esperen estas Navidades"
"Porque gastan mucho en comidas y cenas excesivas mientras yo me estoy muriendo de hambre en el Congo, en Guinea, en Colombia, en Somalia, en Nicaragua, en Guatemala, en Sudán, en Honduras, en Níger..."
"Porque gastan mucho en regalos innecesarios entre adultos y con niños, mientras que cada día que pasa yo me muero por falta de médicos, de vacunas y medicinas en millones de niños pobres"
"Porque ustedes, los países ricos del Norte gastan mucho en fabricar armas cada vez más destructoras para que maten en los países del Sur y tenernos dominados"
"Pero que sí me esperen: -Los que luchan por la justicia, el amor, la igualdad entre todo el género humano y toda la creación, la solidaridad, la fraternidad, el respeto, la dignidad, la esperanza, la vida, la alegría, la paz..."
"Porque ustedes, los países ricos del Norte gastan mucho en fabricar armas cada vez más destructoras para que maten en los países del Sur y tenernos dominados"
"Pero que sí me esperen: -Los que luchan por la justicia, el amor, la igualdad entre todo el género humano y toda la creación, la solidaridad, la fraternidad, el respeto, la dignidad, la esperanza, la vida, la alegría, la paz..."
Querid@s colaboradores en la lucha por un mundo mejor y la Madre Tierra: Soy Jesús de Nazaret y les quiero pedir disculpas porque estoy disgustado y no tengo ganas de celebrar la Navidad con ustedes. Por favor, no me esperen y:
Disculpen... porque gastan mucho en comidas y cenas excesivas mientras yo me estoy muriendo de hambre en el Congo, en Guinea, en Colombia, en Somalia, en Nicaragua, en Guatemala, en Sudán, en Honduras, en Níger, en Gabón, donde ando, día y noche, como un niño o una niña más, tirado en la calle abusado por todos y perseguido por la policía, o me venden como en Benín por 30 euros con menos de 10 años como esclavo o prostituta; y así en muchos más sitios. Y así seguirá sucediendo mientras las Multinacionales de sus países ricos vengan a mi país a explotar el coltán para sus móviles, ordenadores y toda clase de aparatos; mientras ustedes encienden la calefacción a distancia, yo aquí no tengo ni leña para cocinar. Ustedes en estas “fiestas”, se emborrachan con vinos y licores, pero nosotros no tenemos ni agua para beber.
Disculpen... porque gastan mucho en regalos innecesarios entre adultos y con niños, mientras que cada día que pasa yo me muero por falta de médicos, de vacunas y medicinas en millones de niños pobres.
Disculpen... porque sigo siendo ahora, como lo fui en Egipto con mis padres, extranjero y emigrante, intentando salir de la miseria, de la persecución, o de la guerra como en Siria, Yemen…, arriesgando mucho mi vida en pateras o escondido en camiones de doble fondo en México, o vagando campo a través, incluso atravesando desiertos como el de California o el Sahara, para unirme a ustedes, pero no me dejan entrar en sus países ricos, me ponen vallas y muros de hormigón, discuten entre ustedes a ver quien acoge menos, o se desentienden totalmente como los ingleses o los EE.UU. o algunos políticos italianos, españoles, etc., para quienes somos unos apestados, y además hacen leyes para expulsarme.
Disculpen... porque en sus países desarrollados, por Navidad organizan músicas, cenas, colectas, para ayudar a los pobres. Así ustedes ya se quedan tranquilos, pero a mi no me sacan de la pobreza, de la tristeza, de la desilusión por la vida; gastan más de 17 millones de € en colocar luces muy bonitas por las calles pero yo duermo a oscuras: en Sudán solo 5 de cada 100 personas tenemos luz.
Disculpen... porque ustedes ponen nacimientos muy adornados, cantan villancicos, se disfrazan de reyes, organizan conciertos, mientras yo en el Tercer Mundo no tengo ni un medico ni un hospital para nacer, sino tan solo una choza, una chabola o una covacha de palos y cartón en el basureo de Guatemala, o de Lima, o Colombia, y mi madre no tiene que comer y sus pechos no producen leche y me paso el día y la noche llorando de hambre. Y me acabo muriendo, antes de los cinco años, en la mayoría de esos niños, pues en 10 países africanos solo tenemos 1 solo médico por cada 10000 habitantes, mientras que en España tienen 3,9 por cada 1000, en Alemania 4,2, en Italia 4,1…
Disculpen... porque ustedes tienen mucho dinero para construir o renovar iglesias, pintarlas, ponerles calefacción, comprar imágenes, cálices, custodias, sagrarios, manteles, mientras que a mi me dejan morir injustamente, fuera del templo en toda el Africa Subsahariana, en gran parte de América del Sur, en la India, en Bangladés, devorado por el hambre, la falta de agua, el frío, las enfermedades, el abandono, el desamparo, la impotencia...
Disculpen... porque ustedes son ricos, algunos muy ricos, porque me quitaron antes y ahora, las materias primas de mi país para llevarlas a Europa, EE.UU. Canadá, China, Japón... Así ustedes son cada vez más ricos, y yo más pobre en los empobrecidos que ustedes producen. Ahora también me quitan la tierra en Africa, por millones de hectáreas, para producir alimentos para sus países y no me queda ni siquiera donde construir una chabola, y me convierten en emigrante sin rumbo, triste y desesperado, candidato a morir en el desierto o ahogado en el Mediterráneo.
Disculpen... porque ustedes, los países ricos del Norte gastan mucho en fabricar armas cada vez más destructoras para que maten en los países del Sur y tenernos dominados. Con tan solo 2 misiles me podrían construir un colegio, con 3 tanques un hospital, con un caza 25 colegios, y con un portaaviones como los de los EE.UU. 500 colegios o 50 hospitales. ¡No les de mucha pena gastar tanto para la muerte en vez de hacerlo para la vida, o incluso en festivales aéreos como el de Gijón o el de Logroño con un gasto en este de 733.796 €! Y Donald Trump se propone gastar más de 72000 millones de euros para crear una nueva fuerza espacial de los EE.UU. para que “Ningún adversario en toda la tierra pueda igualar el valor, la habilidad y la voluntad de las Fuerzas Armadas de EE.UU.”(Donald Trump el 30/08/19).
Disculpen... porque cuando agotaron las reservas de pesca en sus mares, se vinieron con sus potentes barcos y tecnología (más de 800) a pescar a nuestras aguas territoriales de Somalia, y así los que antes vivíamos de la pesca solo para nuestro consumo y conservábamos el equilibrio marino, ustedes lo están echado a perder. Y con sus armas modernas no vienen a cazar a nuestras reservas de Africa por necesidad, sino por lujo y diversión. Sus barcos y aviones vienen cargados de armas, y marchan de aquí con nuestras materias primas y nuestro pescado con destino a Europa, como los filetes de mero del lago Victoria, que con el cambio climático por ustedes causado, lo están secando cada día más, como hicieron con el lago Chad que obligó a emigrar a 11 millones de personas. En las factorías donde lo procesan me tratan como esclavo: sin techo, sin seguro, sin sanidad, sin nada. Aquí me dejan solo las cabezas y las espinas.
Disculpen... porque en lugar de darnos herramientas para cultivar la tierra, les venden armas a nuestros gobiernos y militares para tenernos dominados, que nos matemos unos a otros en guerras intestinas, y mientras tanto ustedes se hacen cada vez más dueños de nuestros bienes, e invierten cada año en gastos militares más de 1,6 billones de €. Con mucho menos que eso me quitaban para siempre el hambre, la sed, la incultura, el subdesarrollo...
Disculpen... porque esa que llaman iglesia no es mi iglesia, no es la iglesia de mi pueblo, porque muchos de los forman parte de ella o la dirigen y gobiernan no cuentan conmigo; anuncian su iglesia, pero no mi Reino, el Reino de Dios. Apenas me dejan participar algo, casi ni me escuchan, me discriminan en todo el género femenino, como si mi madre no hubiera sido una mujer. Incluso algunos a los que ustedes llaman purpurados (Cardenales), nombre que me ofende, se oponen al Hermano Francisco que quiere renovarla a ella y la fe de mi pueblo.
Disculpen...porque muchos de los llamados a servir a los más inocentes y necesitados, mis preferidos, como son los niños, en los cuales yo estoy presente, han abusado de mi en ellos; han gastado millones en pagar compensaciones de abusos, imposibles de resarcir con dinero, mientras miles de ellos se mueren cada día de hambre y de frío en Africa, América o la India. Ustedes tienen religión, pero no tienen fe. Gastan mucho en cosas no necesarias. Mi templo no son las iglesias, ni las catedrales, ni las cátedras, ni los santuarios, ni los Vaticanos, ni los monasterios. Mi templo, en el que yo estoy, son los pobres, los niños, los hambrientos, los desnudos, los emigrantes, los explotados, los oprimidos, los encarcelados, los desnudos, los enfermos
Disculpen... porque aprovechan cualquier pretexto, como celebración de centenarios, años de la misericordia, años santos o jubileos para hacer excursiones (que ustedes llaman peregrinaciones), visitar santuarios que muy poco tienen de santos, en vez de venir a verme al Congo, a Benarés o Bangladés, a Sudán o Nigeria, para echarme una mano, acompañarme un poco, darme algo de agua o comida, defenderme de quienes me torturan hasta romperme las manos, los brazos o los pies para ponerme a pedir y así dé más pena y ustedes que van de turistas me den, de su riqueza, algo más de "limosna"; pero se marchan y no quieren recibirme en sus países ricos huyendo de la guerra de Siria, que ustedes alimentan con la venta de sus armas, y yo, inocente, soy la víctima menos culpable.
Disculpen... porque ustedes, los ricos y poderosos y quienes les siguen, están destruyendo la Madre Tierra, contaminándola, deforestándola, enfermándola, subiéndole la fiebre, esquilmándola con el consumismo y el despilfarro, pues tiran todos los días toneladas de comida y ropa a la basura. Es su Madre, y lo saben, pero ustedes son sus malos hijos porque no la cuidan, no la quieren como ella los quiere a ustedes, pues, aun así, enferma como está, produce de sobra para todos, pero algunos de ustedes lo acaparan casi todo, comen la tarta sobre la mesa, y así son cada vez más ricos, mientras que todos los demás están debajo de la mesa, y solo les quedan migajas . Antes en París y ahora en Madrid acaban de reunirse, como lo hicieron ya más veces, y dicen que la Tierra está muy mal, que hay que cuidarla, que está enferma, que es urgente; firman compromisos pero los países más ricos y poderosos como EE.UU. China, Rusia, Japón… no quieren comprometerse y ceden ante los intereses del dinero de los más ricos de los ricos, como las multinacionales y sus dueños, y todos se marchan a sus casas y la dejan sola y desamparada...
Pero que sí me esperen:
-Los que luchan por la justicia, el amor, la igualdad entre todo el género humano y toda la creación, la solidaridad, la fraternidad, el respeto, la dignidad, la esperanza, la vida, la alegría, la paz...
Pero que sí me esperen:
-Los que desean con toda su fuerza el advenimiento de un mundo mejor, y luchan sin descanso por la plenitud integral del hombre y la naturaleza.
Pero que sí me esperen:
-Los que están conmigo en los hambrientos; sedientos; enfermos; desnudos; emigrantes de Africa, de América o de Siria; encarcelados, sobre todo en el Tercer Mundo, como los más de 5000 en Kigali, que solo comen un poco de maíz cocido al día.
Pero que sí me esperen:
-Los que entienden que me hice ser humano, esclavo entre esclavos, y luchan conmigo para que todos ustedes alcancen su libertad y su plenitud en este mundo y para siempre.
Jesús que prefiere a los últimos y olvidados ¿dónde vendrá está #Navidad ? #migration#Adviento2019pic.twitter.com/xWMJVWT5SH
— Fano (@FanoPatxi) December 9, 2019
Pero que sí me esperen:
-Los que viven comprometidos con todo esto, porque todo esto es el Reino de Dios.
Pero que sí me esperen:
-Los que con el Hermano Francisco quieren y luchan por una Iglesia nueva, fiel a mi Evangelio, fiel al hombre y a la Madre Tierra, comprometida con la igual dignidad de todos los hombres y mujeres, y con la Madre de todas las madres, la Madre-Tierra.
Pero que sí me esperen:
-Los que hacen de mi mandamiento del amor la ley de su vida, para amar a todos y a todo.
Todos estos no necesitan esperarme porque estoy siempre con ellos.
Para el año que viene espero estar con muchos/as más. Un cordial abrazo a todas/os. de Jesús de Nazaret.