Jesucristo ¿es o no es Rey? (París)
Querid@s amig@s colaboradores y cooperantes en la lucha por un mundo mejor
Un emocionado recuerdo de gratitud a: Monseñor Romero, Monseñor Gerardi,
Mártires de la UCA, Rutilo Grande, Pedro Casaldáliga, Teresa de Calcuta, Vicente Ferrer, Gaspar García Laviana, y al Hermano Francisco por la gran Encíclica a favor de la Madre Tierra y la Ecología Integral.
Juan 18,33-37:
"Preguntó Pilatos a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús le contestó: "¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?" Pilatos replicó: "¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí: ¿Qué has hecho?"Jesús le contestó: "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí". Pilatos le dijo: "Con que, ¿tú eres rey?"Jesús le contestó: "Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
Esta celebración de Jesucristo Rey la "inventó" la Iglesia Oficial el año 1925 como reacción contra las ideologías republicanas y anticlericales de amplios sectores europeos y pretendiendo seguir ejerciendo su influencia y dominio, como una monarquía absoluta, sobre los gobernantes y los pueblos como en tiempos medievales, como si Jesucristo fuera el Rey de Reyes de este mundo. Nada más lejos de lo que fue Jesús.
Jesús no es rey, es todo lo contrario. El dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande será vuestro servidor, y el que quiera ser primero que sea esclavo vuestro, de la misma manera que el Hijo del Hombre (Jesus) no ha venido para ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos".
Jesucristo no es Rey de este mundo. Fue un esclavo, y por tanto acusado y condenado a muerte de cruz como un esclavo por ir contra el sistema de poder absoluto impuesto por la religión judía y sus representantes oficiales de Jerusalén y de Roma; es por lo fue acusado de subversivo contra el orden establecido. De ahí su condena a morir crucificado, como establecía la Ley romana para los esclavos. Hoy el mayor poder absoluto lo ejercen los grandes bancos y sus banqueros a quienes Jesús volcó las mesas y les tiró al suelo sus monedas; lo ejercen las compañías multinacionales y los gobiernos que las apoyan con sus dictaduras y leyes neoliberales a su favor; todo ello en contra los oprimidos de la tierra a los que empobrecen hasta la miseria, sobre todo en el Tercer Mundo a costa del cual vivimos los bohemios del Primero, quitándoles sus tierras, sus materias primas, contaminándoles sus aguas, y así obligándolos a refugiarse en los basureros de las grandes ciudades para vivir de basura o emigrar pasando mil penurias, si no mueren por el camino ahogados en el Mar de Muertos (el Mediterráneo), o muertos de hambre y sed.
¿Podemos llamarle a Jesucristo Rey? Sí, pero solo a condición de entenderlo como uno de los seres humanos más comprometidos con la dignidad del hombre, con la justicia, con la verdad, la libertad, el amor, la igualdad, la vida, la esperanza, la solidaridad, la defensa de los débiles, el compromiso con los pobres, la denuncia de las injusticias y los injustos, la reivindicación específica y absoluta de la dignidad de la mujer y de los niños porque entonces lo necesitaban más (y aún ahora), la apertura a la dimensión trascendente de la persona humana, la claridad absoluta con que veía el camino que debería seguir la humanidad, el descubrimiento humano de Dios a nivel de la persona humana concreta, la fe y la seguridad con que afrontó las exigencias y los retos que le pedía su misión liberadora integral. Esa es la verdad del hombre. De esa verdad fue testigo Jesús. Y todo esto lo hizo El desde abajo y desde dentro, no desde arriba y desde fuera. Fue a su destino con los pobres de la tierra. De toda esta verdad sí es Jesucristo verdadero Rey de Reyes, "porque El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres. Porque El librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara, se apiadará del débil y del pobre, la vida de los pobres salvará. De la opresión, de la violencia rescatará su vida. Su sangre será preciosa ante sus ojos" (Salmo 72).
Es muy gratificante comprobar como en nuestro tiempo hay grandes antorchas de fe, creyentes totalmente comprometidos con este gran mensaje de Jesús a favor de los más empobrecidos de la tierra, y de la misma Madre Tierra como Francisco con la Encíclica sobre La Ecología integral. Nuestro emocionado recuerdo y gratitud a Oscar Romero, Monseñor Gerardi, Los Mártires de la UCA, Rutilo Grande, Pedro Casaldáliga, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Gaspar García Laviana...
NOTA SOBRE PARIS: Todos lamentamos y nos duele hasta el extremo la barbarie y la tragedia de las víctimas inocentes de París. Incluso llegamos a decir que todos somos París. Pero apenas nadie se pregunta algo por las causas profundas y verdaderas que nos llevaron y nos seguirán llevando a situaciones tan dramáticas, que no se eliminarán con más violencia, sino que las incrementarán. Sin quitar las causas no evitaremos las consecuencias. No basta con decir que algunos hombres son bárbaros por naturaleza. La naturaleza no nos creó bárbaros. Nada sucede por azar. Todo tiene unas causas. Hay que descubrirlas para ponerles remedio.
Un cordial abrazo a tod@as.-Faustino
Un emocionado recuerdo de gratitud a: Monseñor Romero, Monseñor Gerardi,
Mártires de la UCA, Rutilo Grande, Pedro Casaldáliga, Teresa de Calcuta, Vicente Ferrer, Gaspar García Laviana, y al Hermano Francisco por la gran Encíclica a favor de la Madre Tierra y la Ecología Integral.
Juan 18,33-37:
"Preguntó Pilatos a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?" Jesús le contestó: "¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?" Pilatos replicó: "¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí: ¿Qué has hecho?"Jesús le contestó: "Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí". Pilatos le dijo: "Con que, ¿tú eres rey?"Jesús le contestó: "Tú lo dices: Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad, escucha mi voz".
Esta celebración de Jesucristo Rey la "inventó" la Iglesia Oficial el año 1925 como reacción contra las ideologías republicanas y anticlericales de amplios sectores europeos y pretendiendo seguir ejerciendo su influencia y dominio, como una monarquía absoluta, sobre los gobernantes y los pueblos como en tiempos medievales, como si Jesucristo fuera el Rey de Reyes de este mundo. Nada más lejos de lo que fue Jesús.
Jesús no es rey, es todo lo contrario. El dijo: "Sabéis que los jefes de las naciones las gobiernan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande será vuestro servidor, y el que quiera ser primero que sea esclavo vuestro, de la misma manera que el Hijo del Hombre (Jesus) no ha venido para ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por todos".
Jesucristo no es Rey de este mundo. Fue un esclavo, y por tanto acusado y condenado a muerte de cruz como un esclavo por ir contra el sistema de poder absoluto impuesto por la religión judía y sus representantes oficiales de Jerusalén y de Roma; es por lo fue acusado de subversivo contra el orden establecido. De ahí su condena a morir crucificado, como establecía la Ley romana para los esclavos. Hoy el mayor poder absoluto lo ejercen los grandes bancos y sus banqueros a quienes Jesús volcó las mesas y les tiró al suelo sus monedas; lo ejercen las compañías multinacionales y los gobiernos que las apoyan con sus dictaduras y leyes neoliberales a su favor; todo ello en contra los oprimidos de la tierra a los que empobrecen hasta la miseria, sobre todo en el Tercer Mundo a costa del cual vivimos los bohemios del Primero, quitándoles sus tierras, sus materias primas, contaminándoles sus aguas, y así obligándolos a refugiarse en los basureros de las grandes ciudades para vivir de basura o emigrar pasando mil penurias, si no mueren por el camino ahogados en el Mar de Muertos (el Mediterráneo), o muertos de hambre y sed.
¿Podemos llamarle a Jesucristo Rey? Sí, pero solo a condición de entenderlo como uno de los seres humanos más comprometidos con la dignidad del hombre, con la justicia, con la verdad, la libertad, el amor, la igualdad, la vida, la esperanza, la solidaridad, la defensa de los débiles, el compromiso con los pobres, la denuncia de las injusticias y los injustos, la reivindicación específica y absoluta de la dignidad de la mujer y de los niños porque entonces lo necesitaban más (y aún ahora), la apertura a la dimensión trascendente de la persona humana, la claridad absoluta con que veía el camino que debería seguir la humanidad, el descubrimiento humano de Dios a nivel de la persona humana concreta, la fe y la seguridad con que afrontó las exigencias y los retos que le pedía su misión liberadora integral. Esa es la verdad del hombre. De esa verdad fue testigo Jesús. Y todo esto lo hizo El desde abajo y desde dentro, no desde arriba y desde fuera. Fue a su destino con los pobres de la tierra. De toda esta verdad sí es Jesucristo verdadero Rey de Reyes, "porque El hará justicia a los humildes del pueblo, salvará a los hijos de los pobres. Porque El librará al pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara, se apiadará del débil y del pobre, la vida de los pobres salvará. De la opresión, de la violencia rescatará su vida. Su sangre será preciosa ante sus ojos" (Salmo 72).
Es muy gratificante comprobar como en nuestro tiempo hay grandes antorchas de fe, creyentes totalmente comprometidos con este gran mensaje de Jesús a favor de los más empobrecidos de la tierra, y de la misma Madre Tierra como Francisco con la Encíclica sobre La Ecología integral. Nuestro emocionado recuerdo y gratitud a Oscar Romero, Monseñor Gerardi, Los Mártires de la UCA, Rutilo Grande, Pedro Casaldáliga, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, Gaspar García Laviana...
NOTA SOBRE PARIS: Todos lamentamos y nos duele hasta el extremo la barbarie y la tragedia de las víctimas inocentes de París. Incluso llegamos a decir que todos somos París. Pero apenas nadie se pregunta algo por las causas profundas y verdaderas que nos llevaron y nos seguirán llevando a situaciones tan dramáticas, que no se eliminarán con más violencia, sino que las incrementarán. Sin quitar las causas no evitaremos las consecuencias. No basta con decir que algunos hombres son bárbaros por naturaleza. La naturaleza no nos creó bárbaros. Nada sucede por azar. Todo tiene unas causas. Hay que descubrirlas para ponerles remedio.
Un cordial abrazo a tod@as.-Faustino