¿Quiénes son los porteros del Reino de los Cielos?

Lo primero que separa de la pobreza es el trabajo, pero de cada 3 empleos que se generan actualmente en España 2 no permiten salir de la pobreza.




En los dos Comentarios anteriores tocamos el tema del compromiso con la lucha por la Liberación para celebrar coherentemente la Eucaristía. Luchar por la liberación es luchar por la justicia, la igualdad, la solidaridad, la fraternidad, el amor, la vida, la paz, la dignidad de todo ser humano y de toda la creación. Sin este compromiso se queda en un rito vacío, sin valor. Para razonarlo citamos varios textos bíblicos y de los llamados Santos Padres, que en los cuatro primeros siglos de la iglesia profundizaron en el estudio y compromiso con el mensaje del Evangelio de Jesús de Nazaret.



Pero no se limitaron solo a dejar clara la relación esencial de la Eucaristía con el compromiso liberador integral de cada ser humano y muy especialmente de los más pobres y marginados, sino que profundizaron reiteradamente en dejar muy claro que la asimetría riqueza-pobreza es incompatible con el mensaje de Jesús y la construcción del Reino de Dios para el bien de todo ser humano. A continuación recogemos en resumen unos cuantos textos donde lo dejan meridianamente claro.


En una reunión de casi cien personas adultas, nos hicimos esta pregunta: “¿Quiénes son los porteros del Reino de los Cielos?”



Hubo dos respuesta iniciales que fueron: Una, “serán los ángeles”. La otra: “San Pedro con las llaves”. Así, textual.



Hubo una tercera respuesta que fue: “serán las personas que son buenas”.



Más abajo figura la respuesta correcta.



Textos literales de los Santos Padres: (A continuación de cada nombre figuran dos cifras que corresponden aproximadamente a la fecha de su nacimiento y de su muerte).



San Basilio(C.330-379): “Así son los ricos: se apoderan los primeros de lo que es de todos y se lo apropian, sólo porque se han adelantado a los demás... Si cada uno se contentase con lo indispensable para atender a sus necesidades y dejara lo superfluo a los indigentes, no habría ricos ni pobres”.



“No vendas a altos precios, aprovechándote de la necesidad. No aguardes a la carestía de pan para abrir entonces tus almacenes. No esperes, por amor al oro, a que venga el hambre, ni por hacer negocio privado la común indigencia. No seas traficante de las calamidades humanas. Tú miras el oro, y no miras a tu hermano”. (Recordemos la política de las multinacionales de cereales: retener la salida al mercado para provocar escasez, que suba el precio y leugo salir a vender, como en 2010...)



“La mayor parte de los ricos no pone tanto afán en tener dinero por razones de comida y vestido, sino que el diablo se ha dado buenas mañas en sugerir a los ricos infinitos pretextos para gastar; de modo que se busca lo inútil como necesario y nada les basta para sus necesidades imaginarias. [...] [Pero] las riquezas nos han sido dadas para administrarlas, no para gastarlas en placeres y quien se desprende de ellas ha de alegrarse como quien devuelve lo ajeno [...]. ¿Qué responderás al Juez tú que revistes las paredes y dejas desnudos a seres humanos? ¿Tú que adornas a los caballos y ni siquiera te dignas mirar a tu hermano cubierto de harapos?



San Gregorio de Nisa(C.330-394): “Por lo tanto, si alguien desea convertirse en el amo de toda la riqueza, poseerla y excluir a sus hermanos, incluso a la tercera o cuarta generación, tal desgraciado no es un hermano sino un tirano bárbaro y cruel, una best­ia feroz cuya boca siempre está abierta dispuesta a devorar pa­ra su uso personal la comida de los otros hermanos”.

“Considera quiénes son los pobres y descubrirás su dignidad: el Señor, por su bondad, les restó su propia persona a fin de que conmuevan a los que son duros de corazón y enemigos de los pobres que son los despenseros de los bienes que esperamos, los porteros del reino de los cielos, los que abren a los buenos y cierran a los malos” (Hace alusión evidente a Mateo 25,31-46: “venid a tomar posesión del Reino de los Cielos porque tuve hambre... y me disteis de comer..., porque cuando lo hicisteis con los más necesitados a Mi me lo hicisteis...”).



San Ambrosio(C.340-397):”¡Ay ricos! ¿Hasta dónde pensáis llevar vuestra codicia insensata? ¿Es que sois acaso los únicos habitantes de la tierra? ¿Por qué expulsáis de vuestras posesiones a los que tienen vuestra misma naturaleza y reivindicáis para vosotros solos la posesión de toda la tierra? (Hoy es el neoliberalismo con sus multinacionales como en Africa que están dejando a millones de familias sin tierra lanzándolas forzosamente a la emigración)[...] Cuanto más tie­nes más deseas. Y aunque lo adquirieras todo, seguirías siendo un indigente, pues la avaricia se inflama con el lucro en lu­gar de extinguirse”.



“La tierra es de todos, no sólo de los ricos. Pero son muchos más los que no go­zan de ella que los que la disfrutan”.



“Cuando alguien roba los vestidos a un hombre, decimos que es un ladrón. ¿No debemos dar el mismo nombre a quien pudiendo vestir al desnudo no lo hace? El pan que hay en tu despensa pertenece al hambriento; el abrigo que cuelga, sin usar, en tu guardarropa pertenece a quien lo necesita; los zapatos que se están estropeando en tu armario pertenecen al descalzo; el dinero que tú acumulas pertenece a los pobres. Es un homicidio negar a un hombre el salario que le es necesario para su vida” (Clarísimo para nuestros días: Lo primero que separa de la pobreza es el trabajo, pero de cada 3 empleos que se generan actualmente en España 2 no permiten salir de la pobreza).



"La naturaleza suministra su riqueza a todos los hombres en común. Dios ha creado todas las cosas para que todos los seres vivientes las gocen en común, y para que la tierra se convierta en una posesión común a todos. La propia naturaleza es la que ha creado el derecho de la comuni­dad, y es la usurpación injusta la que ha creado el derecho a la propiedad privada".

San Jerónimo(C.340-420): “Con razón habla el evangelio de rique­za injusta, pues todas las riquezas no tie­nen otro origen que la injusticia (No hay ninguna riqueza inocente) y no se puede uno hacer dueño de ellas a no ser que otro las pierda o se arruine. [...] Por tanto, si tienes más de lo que necesitas pa­ra vestir, distribúyeselo a los que no tie­nen y reconoce que eres deudor de ello”. (Carta a Hebidia)

San Juan Crisóstomo(347-407: “Forzosamente, el principio y raíz de tus riquezas proceden de la injusticia. Porque Dios, al principio, no hizo al uno rico y al otro pobre, sino que dejó a todos la misma tierra. ¿De dónde, pues, siendo la tierra común tienes tú tantas yugadas de tierra y tu vecino ni un palmo de terreno?” (Todavía en España hay millonarios que son terratenientes y ¡se benefician de subvenciones de la Unión Europea! Hace poco que falleció una...)

“El Señor añadió que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos. Si las riquezas producen pobreza en lugar de resolverla, no son riquezas, sino armas de destrucción de aquello que por la naturaleza es el ser humano”.

“Vientre lleno desconoce al hambriento»; sólo el que pasa gana reconoce la necesi­dad ajena por la suya propia”.

San Agustín(354-430): “Los bienes superfluos de los ricos son necesarios a los pobres. Posees lo ajeno cuando posees lo superfluo.”

“Las riquezas son injustas o porque las adquiriste injustamente o porque ellas mismas son injustas ya que tú tienes y otro no tiene, tú abundas y otro vive en la mi­seria”.



San Cirilo de Alejandría(C.370-444): “¡Oh cuántas almas asesinadas cuelgan de los collares de las matronas enjoyadas! Si vendieras una sola de tus joyas, distribuyendo su precio entre los pobres, conocerías por las necesidades remediadas cuántos sufrimientos vale tu ornato!”

San Asterio Amaseno(siglo IV): (después de describir con detalle cómo son las lujosas casas de los ricos, escribe): “Para adquirir todo eso, ¡qué de iniquidades no se cometen con los pobres, a cuántos huérfanos no se abofetea, cuántas viudas no han de llorar largamente!”

Conclusiones:

-Estos mensajes, después de casi dos siglos, son plenamente actuales. ¿Es que los seres humanos somos incorregibles? Aunque a veces nos lo parezca no podemos pensar así.

-¿Por qué la Iglesia se desvió tanto de este mensaje? ¿Para qué acumuló tantas riquezas? Hizo mucho asistencialismo, pero practicó y predicó poco la justicia. La justicia es lo primero. Sin ella es imposible una vida digna.

-El neoliberalismo capitalista está llevando a la humanidad al autosuicidio porque cada vez hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, aumenta en progresión geométrica la desigualdad entre la minoría de los de arriba y la gran mayoría de los de abajo, lo cual está conduciendo a muchedumbres inmensas a la desesperación, al enfrentamiento violento, a la rebelión generalizada, al conflicto social, a las migraciones en masa. El fomento masivo del consumismo y el despilfarro global al que conduce el Neoliberalismo capitalista en los países desarrollados, está llevando a la sobreexplotación de los recursos de la Tierra, que de no ponerle ya remedio inmediato, no tardará mucho tiempo en llegar a ser incapaz de seguir sosteniendo la vida.

-Al frente de este oscuro futuro para las próximas generaciones están toda clase de multinacionales, cuya voracidad no tiene límites y los grandes políticos que se dejan manipular por ellas.

De las 100 multinacionales más grandes del mundo, 34 pertenecen a Estados Unidos y 46 a Europa. Total 80 de las 100; lo cual quiere decir que las multinacionales de Estados Unidos y Europa, con sus respectivos gobiernos, son los principales responsables del gran desequilibrio mundial que sufre la humanidad, y sufren de manera especial los países más empobrecidos por ellas y ellos, con la connivencia interesada de los gobiernos de los países pobres.


Para conocer sus prácticas abusivas hay que ir a comprobar los abusos y extragos que hacen en los países del Tercer Mundo: acaparamiento de tierras, monocultivos, deforestación, contaminación, desplazamiento de la población, abuso de la mano de obra (incluso infantil), corrupción y chantaje de gobiernos, etc.

Una parte importante de las mismas son Bancos a cuyas ventanillas casi todos acudimos a “confesar” nuestros “pecados” económicos haciéndonos cómplices de sus, muchas veces, horrendas maldades (preferentes, desahucios, jubilaciones de escándalo y sueldos desorbitados en sus cúpulas, prácticas abusivas, etc.).

La responsabilidad mayor sin duda recae en los EE.UU. donde tienen su sede central al mayor número.

¡Mucho hay que cambiar en este mundo! ¡Mucho queda por deshacer y por hacer!

NOTA: Estos grandes hombres de los primeros siglos no se planteron para nada el Cambio de Estructuras que ya entonces generaban tanta injusticia y desigualdad. Hoy nos planteamos ese cambio como algo incuestionable y absolutamente necesario para hacer un mundo un poco más digno para el ser humano y para la creación.
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