El Camino de Santiago ha sido, en aquellas localidades por las que pasa, el metrónomo de la lenta recuperación de una parte de la normalidad prepandémica. A medida que comenzaban a pasar peregrinos, los astorganos, igual que el resto de los vecinos de las poblaciones jacobeas, percibían un atisbo de regreso a lo que fuimos antes de febrero de 2020.

El año pasado, incluso el Camino llegó a abrirse y fueron los peregrinos una suerte de heraldos de esa normalidad, aunque los rebrotes de otoño anestesiaron casi definitivamente la actividad peregrina. Vacunas, inmunizaciones de contagiados y la pérdida de miedo a la pandemia, han hecho que el Camino vuelva a tener actividad durante este verano de 2021.

El mes pasado, según datos de la Oficina del Peregrino de Compostela, pasaron por la comarca de Astorga cerca de cinco mil romeros. Más de 1300 salieron de St, Jean de Pied de Port, casi mil de León, más de seiscientos de Roncesvalles y casi 400 de la misma Astorga. Además otros puntos emisores más residuales situados al este de Hospital de Orbigo totalizan otro millar de peregrinos.

En total, casi cinco mil peregrinos que hay que sumar a los más de cuatro que transitaron la comarca camino de Compostela en este año jubilar al que le han otorgado una prórroga en el siguiente esperando la normalidad sanitaria.

El dato, que es esperanzador, muestra sin embargo un "agujero" respecto a las frecuencias de paso de los años precedentes. Al cierre del verano en 2019 se contabilizaban más de 18.000 peregrinos al paso por Astorga; poco más de la mitad, por tanto. El Camino Francés sigue siendo el más transitado por los peregrinos, en especial desde Sarria, cuya distancia a cien kilómetros del Obradoiro, ya otorga la posibilidad de obtener la Compostela.

A pesar de la emergencia de otros caminos en especial el Portugués, el Camino Francés fue utilizado por el 55% de los 43.575 peregrinos que se contabilizaron solo en el mes de agosto en Santiago. El Portugués, a mucha distancia, se quedó en un 17% del total y los demás accesos estuvieron todos por debajo del 10%.

El camino Francés había llegado a ser poco más del 50% en años precedentes, pero en este año tan crítico por los problemas de la pandemia, los albergues del recorrido más histórico y tradicional del Camino son los que han puesto más énfasis en medidas de protección y prevención de la pandemia, de ahí que en términos porcentuales se haya recuperado su uso en detrimento de otras zonas con menos cobertura de alojamiento y con menos garantías sanitarias.

En todo caso, incluso con estas prevenciones, algunas zonas del Camino Francés en Galicia, de Sarria en adelante, han estado sometidas a mucha presión a lo largo de este verano. Reservas en albergues a grupos-burbuja que optaban por esta manera de hacer turismo provocaron que en algunos momentos hubiera déficit de alojamiento en ciertas localidades ya cercanas a Santiago.