Propuesta doble por si algún crédulo quiere pensar en ello.

1.- LOS DIOSES DE LA ANTIGÜEDAD TRASPASADOS A NUESTRO TIEMPO.
Creer hoy en Serapis, en Osiris, en Apolo, en Venus, en Deméter... se vería como algo aberrante y produciría segura e inmediata hilaridad. Sin embargo creer en Cristo o en María no es aberrante sino bueno y necesario para la salud espiritua (y mental).
Para quienes nos sentimos con orgullo hijos de nuestro tiempo y consecuentemente pagados de nosotros mismos, aquellas creencias eran infantiles, mitológicas, pueriles, fruto de una forma de pensar primitiva, propia de los albores de la civilización... [Conste que también a los griegos más conspicuos también se lo parecían]
Pero no deja de martillear la pregunta: ¿Es que los fieles egipcios o griegos, siendo personas como nosotros, vivían en un engaño consentido? ¿Es que aquéllos no eran tan piadosos con sus dioses como los creyentes actuales?
Dicen hoy quienes están instalados en la fe verdadera que tales dioses eran producto de la imaginación poética, que lógicamente no existían, que eran ídolos, cuando no afirman alegremente que eran prefiguración de la verdad que iba a venir. ¿Qué responderían los fieles adoradores de Horus o los devotos de Mitra?
En la consideración de tales credos pasados, ¿cómo no pensar que Elohim o Yahvé eran lo mismo, ídolos y creaciones del hombre? ¿Cómo no deducir que los actuales credos Cristo y María –el primero elevado a la categoría de Dios--, sean también productos de la elucubración mental, creación del sentimiento humano, figuras producidas por el deseo, engendros acuñados por culturas precedentes que, para hacerlas creíbles, se les dio un barniz de historicismo (Dios actuando en la historia del hombre)?
Esta novedad historicista, presente ya en el A.T. e introducida con calzador por la creencia, realzó las posibilidades "técnicas" de aceptación por culturas posteriores. Pero hoy, ni por ésas.
2.- LA DEFORMACIÓN INTERESADA DEL MENSAJE MEDULAR DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
En Exodo, 20 --palabra de Dios-- se lee lo que bien podría titularse "mensaje medular de Dios", la esencia de su doctrina moral, la revelación fundamental de Dios: el "Decálogo, supuestamente la revelación de Dios más condensada. ".
Tergiversar, alterar, cambiar, reescribir tal mensaje sería una lesa traición a la Revelación. ¿Es así o no es así?
De las cuestiones históricas o científicas se podría dudar que fueran “revelación”, pero ¿del Decálogo?
Pues coteje el fiel creyente los Diez Mandamientos originales con los que luego propuso la Iglesia:
• El 1º prescribe “tener un solo Dios”. La Iglesia lo cambia por “amar a Dios sobre todas las cosas”. No afirmamos la excelencia de una redacción sobre otra, porque la pregunta es bien distinta: ¿por qué la primera redacción estaba equivocada?
• El 2º, “no hacer estatuas ni adorarlas” la Iglesia simplemente lo suprime. ¿Motivo?. No queremos creer que el ingente patrimonio artístico de la Iglesia sea el motivo.
• El 4º, el de guardar el sábado (a los efectos oportunos, el Domingo), emigra a otro lugar y adquiere otras connotaciones por el camino, connotaciones de lo más interesado: santificar las fiestas. Con ello amplía la obligación por prescripción concernida de la Iglesia e induce sentimientos de culpa por no asistir a Misa, a cualquier Misa ordenada por la Jerarquía. Por otra parte, ¿por qué la santificación de tal o cual fiesta es sinónimo de “acudir a Misa”? ¿Ordena eso el Decálogo? Más todavía, ¿se dice algo así en el N.T.?
• El 7º que va contra el adulterio queda señalado como 6º con otra redacción curiosa: “No cometerás actos impuros”. Y esos actos impuros no significan no ducharse o no lavarse los dientes o vestirse tal día festivo con ropa campera, no. Significa lo que significa.
• Ese mismo 7º mandamiento se desdobla en dos prescripciones inventando un 9º mandamiento, no consentir pensamientos impuros... Sólo se aprecia una finalidad en tales cambios: la rentabilidad de los mandamientos y la represión de la "insana" sexualidad.
¿Qué piensa el creyente de las "enmienda" que se hacen a Dios, a una de sus revelaciones hechas "ex profeso", a la esencia de su mensaje? ¿Se queda impasible?
¡Ah, creyentes de sólo partes, creyentes del amor, creyentes... de insatisfacciones satisfechas!