La medalla de oro de la Cruz Roja, entregada al Centro San Camilo con ocasión del Día Mundial de la Cruz Roja, es una oportunidad para tomar conciencia de los valores que unen a Organizaciones solidarias como estas. Letizia, conocedora de ambas y de sus principios e identidades, reforzó con sus palabras en público, el valor del cuidado hasta el final, el cuidado incondicional, el cuidado digno, que nos dignifica al relacionarnos en la vulnerabilidad que nos hace frágiles.
En sus palabras en privado, la Reina mostró interés por la actitud de los camilos en el mundo del sufrimiento: "siendo una Institución de Iglesia, estáis abiertos, cuidáis en función de las necesidades de los que sufren, con ternura y competencia, haciéndoos merededores de admiración por vuestra misión y estilo, porque cuidáis con esa empatía que hace falta para comprender al otro".
Es la humanidad, el milagro de Cruz Roja, la que hace a todos iguales, la que nos reconoce necesitados, por encima de la ideología y de cualquier otra cosa, la que nos puede mostrar a todos como hermanos, para ayudarnos con ese foco de independencia y neutralidad propios de quien a todos los ve como hermanos. No hay raza, no hay color, no hay culpa por la que discriminar. Solo hay fraternidad que compromete.
(Foto Casa Real)