EPISODIOS RELIGIOSOS (3)
+ Una de las obras de caridad, de justicia, de estética, de buen sentido, de religiosidad y de interpretación de la simbología que ansían y precisan nuestros señores obispos, es exacta y lealmente la eliminación de las mitras y de otros SIGNOS ·DIABÖLICOS”, paganos y contradictorios con su ministerio pastoral y litúrgico. Cualquier sugerencia o corrección fraterna que se efectuara en esta santa y noble tarea, hasta debiera ser indulgenciada.
+ Pocos dudan de que el papa Francisco sea una PERSONA EDUCADA, elegante, fino y cortés. La cortesía es virtud eminentemente cristiana, aunque, como tal, y en términos generales, poco jerárquica. El dato es constatable en el comportamiento de las “autoridades” del tipo que sean. O no se les educó para ello, o están de por sí convencidas de que su “representación divinal”, -por aquello de “la gracia de Dios”-, es merecedora a perpetuidad y por ministerio, elección, nombramiento, o falta de convivencia entre iguales, pero el hecho es que , por ejemplo, el agradecimiento no es ni virtud ni palabra clerical. Esto no obstante, el papa Francisco efectúa visitas a pobres, y a necesitados, habla de “tú a tú” con los periodistas, llama por teléfono a determinadas personas, felicita a unos y consuela personalmente a otros, come con familiares y amigos, se ríe en público, no vive en palacios, prescinde, dentro de lo que el protocolo y la “seguridad” se lo permiten, de “papamóviles” y otros artilugios técnicos, fastuosos y excepcionales, y se evade de hacer uso ostentoso de paramentos supra- episcopales, propios, es decir, impropios, de los cardenales, añorantes de sus “capas magnas”, con sus cinco -¡cinco¡- metros de cola, porteadas por acólitos,, sin faltarles buenas dosis de incienso.
+ En este pontifical y principesco contexto, fustigado por el mismo papa Francisco, sería procedente recordar que la misma imagen corporal de los obispos debiera someterse a ciertos TRATAMIENTOS DIETÉTICOS y ascéticos, con el fin de que aquello de que “vives mejor que un obispo” fuera cuanto antes borrado del lenguaje coloquial popular. Revestidos con sus ornamentos “sagrados” y oficiales, muchos obispos dan la impiadosa impresión de que el altanero exceso de musculatura dificulta el acercamiento y encarnación en el resto del pueblo de Dios. En los evangelizadores tiempos y circunstancias en las que los encontramos, el cuidado de la imagen es convincente y sagrado.
+ No sé si es bueno, malo, peor, o pura coincidencia. Pero el hecho es que, entre los “comentarios” redactados “por quienes corresponda” relativos a NOTICIAS Y OPINIONES publicadas en RD. , y en el diario deportivo “Marca”, sobreabundan en proporciones más sórdidas las palabras soeces, sucias, guarrindongas, inmisericordes, deshonestas e indecentes y faltas de respeto. Quienes me proporcionan estos datos aseguran que en tales “comentarios”, difícilmente se descubren ideas o intenciones constructivas. La mayoría de ellas son desahogos, exudaciones o alivios de enfermedades- padecimientos del cuerpo o del alma. Cualquier otra interpretación a hecho tan lamentable sería penitencialmente bien recibida.
+ No es fácil hallar en la Iglesia universal otro EPISCOPOLOGIO tan “sensato”,ñoño, apocado, ortodoxo y pre-conciliar como el de España, avecindado además en aisladas y aislantes mansiones palaciegas. De no ser por las presentaciones de algunos a citaciones judiciales, escasamente ellos y sus obras se convertirían en noticias salvadoras y de interés para fieles e “infieles”. La procedencia, métodos y sistemas de nombramientos – que no elección- episcopales, esperan renovación a la luz de la verdad, decencia y dignidad de la Iglesia, para convertirse en noticia –“evangelio”-y, por ejemplo, suplanten, a aquellas otras de carácter “ catalanista” con firmas y con presencia de abades, priores obispos y arzobispos, por supuesto, unos y otros, mitrados.
+ Lo mismo en la Iglesia que fuera de ella, a pocos –muy pocos- se nos educa, y educamos, para ESTAR SOLOS, precisamente cuando la soledad es ya, y será aún más, patrimonio tan generalizado. Pero mientras tanto, la educación como ideal es hacer de nosotros que SEAMOS los SOLOS por excelencia, por méritos propios o ajenos.
+ Pocos dudan de que el papa Francisco sea una PERSONA EDUCADA, elegante, fino y cortés. La cortesía es virtud eminentemente cristiana, aunque, como tal, y en términos generales, poco jerárquica. El dato es constatable en el comportamiento de las “autoridades” del tipo que sean. O no se les educó para ello, o están de por sí convencidas de que su “representación divinal”, -por aquello de “la gracia de Dios”-, es merecedora a perpetuidad y por ministerio, elección, nombramiento, o falta de convivencia entre iguales, pero el hecho es que , por ejemplo, el agradecimiento no es ni virtud ni palabra clerical. Esto no obstante, el papa Francisco efectúa visitas a pobres, y a necesitados, habla de “tú a tú” con los periodistas, llama por teléfono a determinadas personas, felicita a unos y consuela personalmente a otros, come con familiares y amigos, se ríe en público, no vive en palacios, prescinde, dentro de lo que el protocolo y la “seguridad” se lo permiten, de “papamóviles” y otros artilugios técnicos, fastuosos y excepcionales, y se evade de hacer uso ostentoso de paramentos supra- episcopales, propios, es decir, impropios, de los cardenales, añorantes de sus “capas magnas”, con sus cinco -¡cinco¡- metros de cola, porteadas por acólitos,, sin faltarles buenas dosis de incienso.
+ En este pontifical y principesco contexto, fustigado por el mismo papa Francisco, sería procedente recordar que la misma imagen corporal de los obispos debiera someterse a ciertos TRATAMIENTOS DIETÉTICOS y ascéticos, con el fin de que aquello de que “vives mejor que un obispo” fuera cuanto antes borrado del lenguaje coloquial popular. Revestidos con sus ornamentos “sagrados” y oficiales, muchos obispos dan la impiadosa impresión de que el altanero exceso de musculatura dificulta el acercamiento y encarnación en el resto del pueblo de Dios. En los evangelizadores tiempos y circunstancias en las que los encontramos, el cuidado de la imagen es convincente y sagrado.
+ No sé si es bueno, malo, peor, o pura coincidencia. Pero el hecho es que, entre los “comentarios” redactados “por quienes corresponda” relativos a NOTICIAS Y OPINIONES publicadas en RD. , y en el diario deportivo “Marca”, sobreabundan en proporciones más sórdidas las palabras soeces, sucias, guarrindongas, inmisericordes, deshonestas e indecentes y faltas de respeto. Quienes me proporcionan estos datos aseguran que en tales “comentarios”, difícilmente se descubren ideas o intenciones constructivas. La mayoría de ellas son desahogos, exudaciones o alivios de enfermedades- padecimientos del cuerpo o del alma. Cualquier otra interpretación a hecho tan lamentable sería penitencialmente bien recibida.
+ No es fácil hallar en la Iglesia universal otro EPISCOPOLOGIO tan “sensato”,ñoño, apocado, ortodoxo y pre-conciliar como el de España, avecindado además en aisladas y aislantes mansiones palaciegas. De no ser por las presentaciones de algunos a citaciones judiciales, escasamente ellos y sus obras se convertirían en noticias salvadoras y de interés para fieles e “infieles”. La procedencia, métodos y sistemas de nombramientos – que no elección- episcopales, esperan renovación a la luz de la verdad, decencia y dignidad de la Iglesia, para convertirse en noticia –“evangelio”-y, por ejemplo, suplanten, a aquellas otras de carácter “ catalanista” con firmas y con presencia de abades, priores obispos y arzobispos, por supuesto, unos y otros, mitrados.
+ Lo mismo en la Iglesia que fuera de ella, a pocos –muy pocos- se nos educa, y educamos, para ESTAR SOLOS, precisamente cuando la soledad es ya, y será aún más, patrimonio tan generalizado. Pero mientras tanto, la educación como ideal es hacer de nosotros que SEAMOS los SOLOS por excelencia, por méritos propios o ajenos.