El Papa Francisco y el sentido común
Le queda una inmensa tarea. Y ya se anuncian cambios importantes para la cúpula de los servicios de la Iglesia y para algunos aspectos de las Iglesias particulares. Que el Espíritu Santo le asista. Y le ayude a recabar la colaboración de los mejores hijos y servidores del Pueblo de Dios.
La pobreza en el mundo y la solidaridad ante ella sigue siendo la gran urgencia para los que decimos seguir a un Maestro pobre, defensor de los pobres e identificado con ellos. Rimando con la marcada actitud de cercanía hacia los pobres de nuestro Papa, ofrezco hoy esta oración humilde, en parte apasionada, y ojalá que también dentro de ese “sentido común” que guía al “Siervo de los siervos de Dios”.
BUENOS SON EL AIRE, EL AGUA, LA TIERRA
(Pobreza en el mundo)
Tú hiciste de la nada
la tierra, el aire, el agua,
las montañas y el mar.
Buenos son la tierra, el aire, el agua,
las montañas y el mar.
Pero las fronteras y las leyes apaños son del hombre.
Tú creaste al hombre y lo quisiste
-hombre y mujer-
en dignidad de hijo.
Pero el hombre hizo las clases sociales,
las clases de razas,
las clases de Estados
y hasta las clases de sexos.
Señor:
bendito sea lo que tú creaste.
Malditos sean
los apaños del hombre.
Bendita sea tu riqueza total.
Bendita
tu divina debilidad por los pobres,
bendita en ellos tu presencia amante.
Maldita la ralea
que cría los rebaños de pobres,
los mata o los mantiene,
los encierra en establos de seguras fronteras,
los amarra con leyes.
Bueno eres tú, Señor, y bueno el universo,
salido de tus manos.
Buenos son
la tierra, el aire, el agua,
bueno es el mar y buenas las montañas.
Malas son siempre, criminales,
todas las armas con que se defienden
los apaños del hombre.
(De Salmos de ayer y hoy, Estella, Verbo Divino, 2008, p. 108).