Vox, un esperpento inmoral e inaceptable Di estrema destra...para L'Osservatore Romano
"De esta manera definía el Osservatore Romano al partido español Vox por su política xenófoba, situada a las antípodas del Evangelio"
"Las mentiras y la manipulación de Vox, criminalizando a los menores no acompañados y en general a todos los inmigrantes, es del todo inmoral"
"Las amenazas que reciben los inmigrantes y las que recibe Sor Lucía Caram en Manresa por parte de los ultras más primarios, es intolerable por lo que respecta al Evangelio y también en relación a los Derechos Humanos"
"Los cristianos no podemos mirar hacia otro lado ante la prepotencia y el “cristofascismo” de algunos políticos. Afortunadamente los obispos españoles, aunque de una manera muy tímida, han lamentado el cartel de Vox"
"Por eso me ha alegrado saber que la Iglesia de Canarias, con valentía, se ha pronunciado al respecto y ha manifestado que ve 'inaceptable' la 'ideología que justifica el racismo y xenofobia'"
"Las amenazas que reciben los inmigrantes y las que recibe Sor Lucía Caram en Manresa por parte de los ultras más primarios, es intolerable por lo que respecta al Evangelio y también en relación a los Derechos Humanos"
"Los cristianos no podemos mirar hacia otro lado ante la prepotencia y el “cristofascismo” de algunos políticos. Afortunadamente los obispos españoles, aunque de una manera muy tímida, han lamentado el cartel de Vox"
"Por eso me ha alegrado saber que la Iglesia de Canarias, con valentía, se ha pronunciado al respecto y ha manifestado que ve 'inaceptable' la 'ideología que justifica el racismo y xenofobia'"
"Por eso me ha alegrado saber que la Iglesia de Canarias, con valentía, se ha pronunciado al respecto y ha manifestado que ve 'inaceptable' la 'ideología que justifica el racismo y xenofobia'"
De esta manera definía el Osservatore Romano al partido español Vox por su política xenófoba, situada a las antípodas del Evangelio. Y es que la actitud arrogante de los representantes de Vox en las instituciones democráticas y su discurso de odio, revela claramente la prepotencia, la falta de cultura democrática y el desprecio de este partido hacia los refugiados y los inmigrantes de nuestra sociedad.
El último episodio o esperpento donde Vox ha mostrado su odio por los inmigrantes, la gente más vulnerable (y por eso mismo los más amados por Jesús), ha sido con los carteles de Vox en el metro de Madrid, contraponiendo la pensión minúscula de una señora jubilada con el dinero (falso) destinado a los menores no acompañados.
Además de la mentira de las cifras que muestra este cartel, la continua criminalización que hace Vox de los inmigrantes, sitúa a este partido a las antípodas del cristianismo. Solo hace falta recordar el libro del Éxodo que afirma: “No oprimirás al extranjero” (Ex 23:9). Y el libro del Levítico: “El extranjero que reside entre vosotros os será como uno de los vuestros, lo amarás como a ti mismo” (Lv 19:34). Y todavía, el libro del Deuteronomio dice: “No hagas injusticia a los extranjeros” (Dt 24:17).
Les mentiras y la manipulación de Vox, criminalizando a los menores no acompañados y en general a todos los inmigrantes, es del todo inmoral. En el polémico cartel que Vox ha colocado en la campaña electoral de Madrid, todo son mentiras: las cifras son falsas, el menor del cartel, no es ningún menor, no se trata de una persona extranjera y además, la foto no se ha hecho en España (El Nacional, 23 de abril de 2021).
De hecho, la foto de este el joven, con una capucha y un pañuelo que esconde la mitad de su cara, Vox la ha sacado de un banco de imágenes y su autor es Ahnaf Piash y el joven fotografiado es un amigo suyo. Son las mentiras y la manipulación que constantemente hace Vox.
Y a pesar de estas mentiras, una vez más un juez ha actuado (de nuevo) favoreciendo a Vox, ya que a pesar de las mentiras del cartel, el juez ha rechazado que el partido de Abascal retirare los carteles contra los menores colocados en las estaciones de metro de Madrid (La Vanguardia, 23 de abril de 2021).
También ha sido muy comentado el debate político (interrumpido) en el cual el Sr. Pablo Iglesias abandonó la mesa ante la actitud chulesca y desafiante de la Sra. Monasterio.
¿Pero por qué el Sr. Iglesias, el 6 de diciembre de 2019 reía las bromitas de Vox? ¿Por qué el Sr. Iglesias no denunció la actitud de la Sra. Monasterio cuando hace unos años intentó reventar una conferencia del Sr. Puigdemont, gritando y dejando unas esposas delante del president de Catalunya? ¿Cómo fue posible que Vox se personase en el juicio contra los líderes independentistas?
En el “espectáculo” de Vox en el Supremo como acusación particular contra los independentistas, ¿por qué los que ahora se escandalizan de las actuaciones de este partido, entonces no se escandalizaron y callaron? ¿Alguien se imagina en Alemania o Italia que partidos semejantes a Vox se personen en juicios como pasó con el del Supremo? Por eso estoy de acuerdo con José Ignacio González Faus (Religió Digital, 27 de abril de 2021), cuando ha calificado a las Sras. Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio como las “guardianas del Yihadismo hispánico”.
Las amenazasque reciben los inmigrantes y las que recibe Sor Lucía Caram en Manresa por parte de los ultras más primarios, es intolerable, no solo por lo que respecta al Evangelio, sino también en relación a los Derechos Humanos.
Por eso no me sorprendió la nota del Osservatore Romano del 4 de diciembre de 2019, cuando, con motivo de las elecciones del 10 de noviembre de 2019, el diario del Vaticano decía que había sido elegido como vicepresidente cuarto de la mesa del Congreso, “Ignacio Gil Lázaro della formazione política di estrema destra Vox”.
Los cristianos no podemos mirar hacia otro lado ante la prepotencia y el “cristofascismo” de algunos políticos, que en campaña electoral nos muestran rosarios y cruces, o acaban sus discursos con un: “Que Dios os bendiga” y después (como sepulcros blanqueados) desprecian la dignidad humana de los más desvalidos, que como ha dicho el papa son la “carne de Cristo”. O en las Corts Valencianes, cuando los diputados de Vox juraron su cargo sobre la Biblia.
Ante tamaña desfachatez, aunque mirar hacia otro lado es más cómodo, no podemos hacer como si no pasase nada. Como Jesús, que tampoco miró hacia otro lado, ni se mostró “neutral”, sino que, con valentía, denunció la hipocresía de los fariseos y de los maestros de la Ley, llamándolos sepulcros blanqueados. Y es que como dijo el arzobispo Desmond Tutu, “Si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor”.
Ante actitudes antievangélicas, no podemos mantenernos en silencio, sino que hemos de seguir el ejemplo del teólogo Johan-Baptist Mezt, que era crítico con un cristianismo aburguesado. Por eso Mezt instaba “al cristianismo a ser decididamente un agente de cambio frente a la injusticia que impera en el mundo”.
Finalmente, cuando Vox criminaliza a los inmigrantes ilegales, ¿piensa también en los españoles que llegaron (sin papeles) a México, Argentina, Cuba, el Sáhara o Guinea Ecuatorial, para “descubrir” aquellas tierras? ¿O es que Vox piensa que los conquistadores tenían los papeles en regla para llegar a aquellos lugares y no ser deportados?
No es extraño que la ultraderecha española haya calificado al papa Francisco de comunista. Los que sí que quedan bien retratados son los dirigentes de Vox, que habrán de escuchar: “Era extranjero y no me acogisteis” (Mt 25:43).
Afortunadamente los obispos españoles, aunque de una manera muy tímida, han lamentado el cartel de Vox. Por eso el portavoz de la Conferencia Episcopal Española y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha dicho que le parece “doloroso que se pongan en conflicto dos realidades problemáticas de nuestra sociedad” como son los pensionistas y la inmigración (Religión Digital, 23 d’abril de 2021).
Con todo, creo que la CEE habría de haber denunciado con más contundencia la manipulación de Vox y su política basada en el odio, totalmente alejada del mensaje de paz y de fraternidad del Evangelio. Y es que no se puede ser neutral delante del fascismo, como enviar una navaja aparentemente ensangrentada a una ministra o balas dentro de un sobre, mientras que la Sra. Monasterio banalizaba estos hechos.
Por eso, la Iglesia ha de denunciar las actitudes injustas (de aquellos que van contra los Derechos Humanos) como hicieron los obispos Hélder Cámara, Óscar Romero o Pere Casaldàliga. O el papa, que también ha denunciado con valentía las mentidas de los políticos o la industria bélica. Por eso me ha alegrado saber que la Iglesia de Canarias, con valentía, se ha pronunciado al respecto y ha manifestado que ve “inaceptable” la “ideología que justifica el racismo y xenofobia” (Religión Digital, 27 de abril de 2021).
La Iglesia canaria ve "inaceptable" la "ideología que justifica el racismo y xenofobia" https://t.co/yRFnKgp6nK a través de @ReligionDigit
— Manuel, Barrientos (@Alfombril) April 28, 2021
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