Nacido València el 23 de octubre de 1947, ordenado presbítero en 1971 y Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, el obispo Agustí Cortés es un hombre que habla con la valentía de los profetas.

El actual obispo de la diócesis de Sant Feliu de Llobregat, donde es muy querido, tanto por los sacerdotes como por las religiosas y los laicos, ha sido entrevistado por el diario digital Catalunya Religió (3 de marzo de 2021). Ésta ha sido una entrevista interesante hecha a un obispo inteligente, buena persona y con mucho sentido común. Y es que, antes que nada, los obispos habrían de ser, como el obispo Agustí, personas sensatas y con sentido común, sensibles a la realidad de la diócesis y de su gente y con la cabeza bien amueblada.

La entrevista que le hicieron al obispo de Sant Feliu de Llobregat la directora de Catalunya Religió, Laura Mor y el periodista Jordi Llisterri, nos muestra el pensamiento y el sentido común del obispo Agustí.

Bien enraizado en la tierra y en la gente que sirve, el obispo Agustí decía en esta entrevista que, en este tiempo tan difícil que vivimos, es importante “crear conciencia, abrir caminos posibles de esperanza para que la gente sea protagonista”. Al mismo tiempo pedía que seamos capaces de “ser cristianos por conversión”, cosa que exige construir “no una Iglesia de bautizados, sino de bautizados convertidos verdaderamente a Jesucristo”.

En esta entrevista, el obispo subrayaba la importancia que ha de tener en la Iglesia “el sentido ecológico del cristiano y la ecología integral”, en la línea de la encíclica “Laudato si” del papa Francisco para proteger nuestro planeta.

El obispo Agustí también recordó el papel importante del papa Pablo VIdurante la etapa final del franquismo, “colaborando para que se implantara la democracia en España”.

Pero la parte más interesante (y de gran actualidad) de la entrevista ha sido cuando, a pesar del inmovilismo de muchos obispos españoles en tiempos pretéritos, el obispo Agustí ha afirmado que “la Iglesia se encuentra en un sano pluralismo de opciones políticas”.

Cuando algunos obispos (y hasta cardenales) declararon que España era “un bien moral”, descalificando (y casi condenando) opciones independentistas, el obispo Agustí reconoce “el sano pluralismo de opciones políticas”. Y por eso, con valentía, el obispo de Sant Feliu ha afirmado que “hay muy buenos catalanes que se encuentran contentos con el estatuto de autonomía que tenemos y otros muy buenos catalanes que no están contentos”.

El obispo Agustí ha sido todavía más valiente cuando ha afirmado que “cualquier opción, sea a favor o en contra de la independencia o de la autonomía, será legítima”, ya que “personalmente puedes pensar lo que quieras”.

En este tema, “vade retro” para muchos obispos españoles que prácticamente definen como dogma la unidad de España, el obispo Agustí dice que “mientras una persona pueda recitar el credo y sentirse buen cristiano, si uno está pensando en la independencia y el otro no, el obispo no puede decir quien está más en el Evangelio”.

Y es que como escribió el P. Hilari Raguer, monje de Montserrat en su libro, “Ser independentista no ningún pecado”, ya que para un cristiano es tan legítimo optar por la independencia como ser partidario de la unidad del estado. Por eso el obispo Agustí, con valentía, afirmaba en esta entrevista que “yo tengo muy clara la obligación moral de amar a Cataluña. Es un derecho y un deber de cualquier cristiano amar a tu país y trabajar por él”.

El obispo Agustí, que fue Rector del Seminario de València y profesor de la Facultad de Teología de València, no es la primera vez que habla con claridad, como cuando denunció unos comportamientos indignos como fue el proyecto de construir el complejo Eurovegas en terrenos la diócesis de Sant Feliu, y el obispo Agustí denunció este negocio degradante para la persona humana y señaló los “perjuicios que ocasionará a la ecología del terreno donde se pretende construir”. El obispo Agustí denunció también “los beneficios de estos negocios, dirigidos a la acumulación de un capital que queda fuera del lugar donde se ha trabajado”.

Con esta interesante entrevista en Catalunya Religió, una vez más, hemos comprobado que el obispo Agustí es un hombre con sentido común y muy sensible a la realidad que hay en Cataluña. Un obispo que siempre piensa lo que dice, que dice lo que piensa y después hace lo que ha pensado y ha dicho.

Creo que así habrían de ser todos los obispos: hombres de Dios y profetas de la verdad que, al mismo tiempo que anuncian la Buena Nueva del Reino, denuncian también la mentira y el fraude. Y es que como decía el obispo mártir Enrique Angelelli, el obispo Agustí tiene “un oído atento a Dios y el otro al pueblo”.

Sin ser (evidentemente) un obispo independentista, Agustí Cortés, a diferencia de otros obispos, no condena el independentismo, ya que cree en la pluralidad de opciones por lo que respecta al futuro de Cataluña. Y es que como decía San Agustín, “en lo que es fundamental, unidad, en lo que es opinable, libertad y en todo caridad”.

Y no creo que la unidad de España sea un dogma en el que los cristianos hayamos de creer a pies juntillas y defender con uñas y dientes, sino que es una cuestión opinable, ya que tan lícito es ser independentista como unionista. Y la Iglesia, o mejor dicho la jerarquía, ha de saber respetar, como hace el obispo Agustí Cortés, la decisión de los ciudadanos (tomada de una manera pacífica y democrática), por lo que respecta al futuro de Cataluña.