Más sobre Piero Marini.

Si non e vero, que posiblemente lo sea, e ben trovatto. Y si Burgense dice que sus informaciones son serias yo me lo creo. Que son serias. Ya que sean verdaderas no me atrevo a asegurarlo. Él tampoco lo afirma como verdad de fe. Ni siquiera como certeza.
Que el Papa y su ceremoniero no coincidían en gustos y propósitos parecía evidente. Por los motivos que fueren, Su Santidad seguía sirviéndose de los servicios de Marini. Tal vez porque estuviera convencido de que en las ceremonias en las que iba a participar se iban a hacer a su gusto y no al del maestro de ceremonias. Dando por buena esta interpretación, Marini aparece como una persona libre que no está dispuesta a aceptar lo que no le parece bien aunque se lo parezca al Papa. Con riesgo cierto de su carrera eclesial.
Reconozco sin el menor problema su entereza de carácter y su valentía personal. Ya me extraña algo más que un arzobispo, tan cercano al Papa además, no deponga sus personales opiniones, que quiero suponer cree legítimas, ante la del Vicario de Cristo. Nada que ver con Ignacio de Loyola. Marini no acepta ir a coro. Si hay coro, se va.
Pues, aun no pareciéndome encomiástica su actitud, ya que no es más que un carguillo con mucha más apariencia que entidad, algo así como nuestro Andrés Pardo, bueno sería que todos aquellos a quienes las decisiones del Papa no les gustan, hicieran lo que Marini. Irse.
Obispos, Superiores generales, simples superiores generalmente impresentables, teólogos..., o con el Papa y en sus puestos, o renunciando a ellos, si quieren con manifestación expresa del motivo. Lo de ser quintacolumnistas antipapales no dice nada en su favor. Aferrados al puesto, haciendo contraIglesia y disimulando.
Si, por motivos que nunca he terminado de entender, no saben callar, debían ser expulsados o marchados. Marini no me parece un buen arzobispo católico. Pero no le puedo negar dignidad personal. Entre tantos cobardes, traidores, emboscados, camuflados, pobres hombres..., de ser cierto lo que se dice, al menos Marini tiene dignidad. Lo de catolicidad es mucho más discutible.