"Este Niño nos descubrirá el camino de la liberación de las tinieblas y del odio" Navidad, una vida significativa desde la sencillez y el amor
"Dios no deja de ser un don de amor y los sencillos son los destinatarios de vivir con gozo ese gran regalo, inesperado, inimaginable, que los invita a ir con gozo al encuentro"
"Muchos de nosotros hemos perdido el sentido del agradecimiento, nos envolvemos en innumerables exigencias desde el hogar y la comunidad"
"El agradecimiento siempre da vitalidad al espíritu que mora en nosotros y en la comunidad"
"No dejemos de ser don, como nos invita siempre este Niño recién nacido"
"El agradecimiento siempre da vitalidad al espíritu que mora en nosotros y en la comunidad"
"No dejemos de ser don, como nos invita siempre este Niño recién nacido"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
Dos cosas muy importantes: la sencillez y el amor en Jesús y su familia de Nazareth.
Una sencillez en total libertad, porque el amor verdadero hace resplandecer el encuentro que se lleva a cabo entre Dios y el hombre.
Dios no deja de ser un don de amor y los sencillos son los destinatarios de vivir con gozo ese gran regalo, inesperado, inimaginable, que los invita a ir con gozo al encuentro, como dicen Los Ángeles a los pastorcillos: vayan y encontrarán recostado en pañales a este Niño que acaba de nacer.
¿Por qué es importante dejarnos envolver por el don que Dios nos comunica de forma desbordada en amor, vida y dicha? Porque despierta una gratitud en la persona que se deja tocar por el don desbordado y descubre que todo es gracia.
Muchos de nosotros hemos perdido el sentido del agradecimiento, nos envolvemos en innumerables exigencias desde el hogar y la comunidad.
Nos volvemos tan exigentes que se nos pierde la visión del don, del regalo desbordado.
La persona que está a mi lado, con la que vivo y convivo, con quien me encuentro y comparto, ha dejado de ser muy significativa en sus dones porque me he vuelto demasiado exigente y he perdido el horizonte del agradecimiento.
El agradecimiento siempre da vitalidad al espíritu que mora en nosotros y en la comunidad. Este Espíritu hace prorrumpir el agradecimiento, la belleza de ser bendecido, de ser socorrido de manera desbordada.
Este don recibido con agradecimiento no se queda ahí, sino que vuela en la alegría y el gozo, y la vida se hace fiesta que se contagia.
Así es el nacimiento de Jesús, en medio de la dificultad de donde dar a luz la virgen María, y en el frío que envuelve a los pastorcillos en la noche, sin dejar de velar, cómo es la invitación del adviento, entre los cansancios naturales del camino de Nazaret a Belén y el propio de la noche en vela de los pastorcillos, en ese escenario, es posible un don desbordado que lleva a un encuentro de vida gozosa, agradecida, que alegra a todos: María, José, pastorcillos, animales…
La pregunta : ¿qué será de este Niño? Este Niño nos descubrirá el camino de la liberación de las tinieblas, del odio, de la mentira, del engaño, del desamor, del egoísmo , de la falta de fraternidad, de la condena inmisericorde del otro…
Este Niño nos conducirá en un camino de justicia, de compartir con el necesitado, de abrir los ojos a la misericordia, de perdonar hasta 70 veces 7…
Este Niño nos abrirá una esperanza sin límites, donde la confianza de nuestro corazón sentirá la llegada consoladora del Espíritu Santo, que vencerá los límites de nuestras fronteras que la razón limitada pone muchas veces a nuestras actitudes con el otro, por nuestra formación con falta de trascendencia. Y el Espíritu Santo hará Correr esa gracia de amor y de vida que brotan en este Niño recién nacido!
No dejemos de ser don, como nos invita siempre este Niño recién nacido. Un don en servicio y amor que es capaz de suscitar el gozo agradecido y que nos pone en lo alto de la vida, de todo lo que hemos recibido como regalo de amor.
Hagamos siempre significativa nuestra vida, sobre todo ahí, donde podemos ayudar a quitar penas, sufrimientos, odios , divisiones, maltrato, indiferencia , arrogancia y soberbia.
Volvamos siempre a la sencillez del don y del amor para que brote la alegría agradecida y gozo compartido.
¡Feliz navidad!
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