"El amor siempre está ahí, en la salud, enfermedad y muerte" En camino de fe hacia la resurrección en Cristo
"Caminar en el espíritu de Cristo significa vivir con fe para superar el dolor y la aflicción que causa en nosotros de forma continua el pecado y la muerte"
"¡Muchos judíos creyeron en Jesús al ver que resucitó a Lazaro, al ver su amor hacia su amigo cuando expresó en lágrimas cuanto lo quería!"
"El día tiene 12 horas de luz. La fe nos hace posible caminar en esa luz para que nada nos detenga y, vayamos confiados en Dios para que se realice su plan de salvación"
"Caminemos a la luz de la fe día a día y, cultivemos nuestra amistad con Dios, única garantía que permite que al tener de amigo a Dios y ser sus amigos siempre estaremos en experiencia de salvación"
"El día tiene 12 horas de luz. La fe nos hace posible caminar en esa luz para que nada nos detenga y, vayamos confiados en Dios para que se realice su plan de salvación"
"Caminemos a la luz de la fe día a día y, cultivemos nuestra amistad con Dios, única garantía que permite que al tener de amigo a Dios y ser sus amigos siempre estaremos en experiencia de salvación"
| Fray Alfredo Quintero Campoy OdeM
La redención en Cristo desborda toda vida de la gracia.
La experiencia cotidiana de amistad que estamos llamados a vivir en Cristo nos garantiza, desde la fe, la resurrección.
En Cristo se supera toda tristeza a causa de la muerte y el pecado que nos afligen en la debilidad de nuestra humanidad.
Caminar en el espíritu de Cristo significa vivir con fe para superar el dolor y la aflicción que causa en nosotros de forma continua el pecado y la muerte.
Dios Padre nos concede todo en Cristo, como nos dice la segunda lectura de la carta a los romanos de este quinto domingo de Cuaresma.
La humanidad se ve renovada desde Cristo.
Enriquecedor escenario en Betania, Lazaro ha muerto, el amigo de Jesús que estaba muy enfermo y era muy amado por el Maestro, las hermanas se quedaban solas, hasta cierto modo sintiéndose desprotegidas a falta del hermano que ha muerto. Aunque tarda en llegar, Jesús llega porque así son los tiempos de Dios.
El amor siempre está ahí, en la salud, enfermedad y muerte. Pero la fidelidad del amor que hace a Jesús moverse desde la distancia para volver a Judea, donde tiene ya un ambiente adverso porque lo quieren matar, nos hace ver la fuerza del amor que mueve a Jesús para estar ahí con sus amigos que pasan por esta prueba muy humana y , ahí revela ese poder al resucitar a Lazaro para que el conocimiento de la fe siga creciendo.
Hay que crecer en el conocimiento de la fe en la medida que Dios nos va permitiendo día con día.
¡Muchos judíos creyeron en Jesús al ver que resucitó a Lazaro, al ver su amor hacia su amigo cuando expresó en lágrimas cuanto lo quería!
Esa bondad que se ve en las personas nos hace descubrir esa verdad que Jesús proclama y da testimonio.
En la vida tenemos que llegar a esa verdad que se revela en las personas desde ese amor.
Es un amor que acerca y une y, lo que era difícil porque a Jesús lo querían matar en Judea, hace que los discípulos sepan confiar en Dios.
El día tiene 12 horas de luz. La fe nos hace posible caminar en esa luz para que nada nos detenga y, vayamos confiados en Dios para que se realice su plan de salvación y, nos maravillemos al ver la revelación de experiencias que nos iluminan y fortalecen en la fe.
Los amados hacen posible esa travesía de Jesús con sus discípulos hasta Betania, cerca del
lugar de riesgo como es Jerusalén donde querían matar a Jesús. Y ahí el Padre le permite a Jesús manifestarse con todo su poder al resucitar a Lázaro.
Dios siempre escucha a Jesús, Él es nuestro garante ante el Padre.
Ni la muerte, ni la piedra que tapa el sepulcro, ni los cuatro días de descomposición del cuerpo de Lazaro impiden la fuerza de gracia de vida que comunica el espíritu del Padre en Jesús.
Caminemos a la luz de la fe día a día y, cultivemos nuestra amistad con Dios, única garantía que permite que al tener de amigo a Dios y ser sus amigos siempre estaremos en experiencia de salvación y de liberar los momentos angustiosos, que siempre se asoman a nuestra vida, así superaremos cualquier temor y nos animará la confianza del amigo Jesús que nos ama.
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