El autor presenta ''La teología de la liberación sigue su curso' Costadoat: "La originalidad de la Teología de la liberación es reconocer que los pobres que luchan por su vida a la luz de su fe son teólogos/as"
"Esto se destaca en la tercera parte del libro 'La teología de la liberación sigue su curso'. En ella se describe cómo en una comunidad de base de Santiago de Chile las personas hacen teología cuando interpretan la Palabra a la luz de sus vidas, y viceversa"
"La segunda parte del libro está dedicada a la cristología de la liberación latinoamericana. En ella se responde a la pregunta clásica de San Anselmo Cur Deus homo"
"La primera parte, trata del origen de la Teología de la liberación. Esta se entiende en el post Concilio de la Iglesia de América Latina y el Caribe"
"La primera parte, trata del origen de la Teología de la liberación. Esta se entiende en el post Concilio de la Iglesia de América Latina y el Caribe"
¿Cuál es la originalidad de la Teología de la liberación? En los comienzos se dijo una y otra vez que se trataba de “un nuevo modo” de hacer teología. Pero los autores, aunque no discutan entre ellos, entienden su originalidad de distinta manera. Mi opinión es que, con el paso de los años, es posible pensar que la novedad de esta teología es reconocer que los pobres que luchan por su vida a la luz de su fe son teólogos/as.
Esto se destaca en la tercera parte de este libro. En ella se describe cómo en una comunidad de base de Santiago de Chile las personas hacen teología cuando interpretan la Palabra a la luz de sus vidas, y viceversa. En esta sección del libro se publican dos trabajos de investigación cualitativa sobre el cristianismo de dos mujeres insignes, ambas pertenecientes a comunidades en el mundo de los pobres.
La segunda parte del libro está dedicada a la cristología de la liberación latinoamericana. En ella se responde a la pregunta clásica de San Anselmo Cur Deus homo. Si el santo de Canterbury sostuvo que Dios se hizo ser humano para el perdón de los pecados, la Iglesia de nuestro continente, y la Teología de la liberación en particular, afirma que fue para liberar a los oprimidos de toda suerte de pobreza.
La primera parte, trata del origen de la Teología de la liberación. Esta se entiende en el post Concilio de la Iglesia de América Latina y el Caribe. Bien puede decirse que esta Iglesia actúa como teóloga, pues desde entonces comenzó a pensar su identidad y misión a la luz de la fe (al modo como el Vaticano II la expuso) en su propio contexto. En ella, por primera vez en su historia, nace una teología. Sus teólogos/as han querido ser “intelectuales orgánicos” al servicio de la actividad teológica de los y las pobres.
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