Nueva novela de Pedro Miguel Lamet (Mensajero) 'Deja que el mar te lleve'

En el mundo en el que somos y estamos, todo o casi todo es mar. Esta “masa de agua salada cubre nada menos que siete partes de la superficie terrestre”… Y hay mar arbolada  -agitada- , y mar de fondo, y gruesa, picada y rizada y alta… Y unos se hacen a la mar, y llueve a mares  y otros están hechos un mar de lágrimas… Pese a que algún mar lleve el tétrico sobrenombre de “Mar Muerto” –el que se encuentra entre Israel y Jordania-, el mar –todo mar- es indefectiblemente palabra y fuente de vida.

Y el amigo Pedro  Miguel Lamet, ha tenido a bien, y certeramente, elegir el título “Deja que el mar te lleve”, para apadrinar su nuevo libro, con el subtítulo de “una novela sobre la superación interior del dolor humano”.

El autor,  el título, el tema, la editorial, los términos de superación, interior,  el dolor humano, la opción- marco literario de la novela… justifican muy cumplidamente el interés por la lectura  de las 254 páginas, editadas por “Mensajero” (Grupo de comunicación Loyola) en su colección “Literaria”.

Una síntesis escueta y veraz  de su contenido nos es trasmitida en el párrafo siguiente:

“Rodrigo, un veterano periodista, regresa al hogar de su infancia junto al mar del sur, donde vivió dos acontecimientos que marcaron su vida: una enfermedad que le inmovilizó, y la pérdida de Silvia, su joven e idealizada hermana, muerta en accidente de tráfico. La vuelta al solitario y viejo chalé le permite recuperar un antiguo cuaderno en el que el adolescente escribía preguntas al mar sobre las grandes cuestiones de la vida humana: su razón de ser, el dolor físico, la injusticia, la soledad, el amor y la muerte. Al mismo tiempo descubre que su hermana quizás pudo morir por otra cusa, lo que le mueve a realizar una investigación casi policiaca en el ámbito de la inmigración…”

Para quienes se decidan a que el mar -los mares en sus distintas versiones- les lleven por el fantástico y fantasioso  barco fletado al efecto por el autor, les será de provecho  tener bien presente la advertencia contenida en una de sus páginas primeras: “A pesar de las múltiples referencias a la tierra natal del autor y sus costumbres, esta no es una novela autobiográfica, y tanto las circunstancias de la misma   como sus personajes son productos de la ficción literaria. Por tanto, cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia”.

“El mar, la mar y no pensar en nada”, tal y como lo rubrica Manuel Machado, ilustran, llenan de gozo, inspiran todas y facilitan la lectura  de todas y cada una de las páginas en su rica variedad de travesías. Ayudan también estas otras palabras: “Soy el amor que pasa, pero soy el amor”. “Solo pido no pedirte nada”.

Nuevas y “amorosas” –con ecos fonéticos de mar- felicidades  para Pedro Lamet, de cuya “vida y milagros” en el mundo soberano de la bibliografía, se infiere que “ha publicado 48 libros de muy diversos géneros, desde la poesía a la novela, pasando por la biografía, el ensayo y el periodismo. Además de director del semanario “Vida Nueva”, es un conocido y apreciado columnista de diversos periódicos, emisoras y revistas.

La presencia de Monseñor Romero -¡Santo ya y por fin!- aparece con asiduidad también en las páginas de este nuevo libro, trazándoles a sus posibles lectores, seguros y transparentes senderos por el mar de la vida y de la muerte, cristianamente resucitada y gloriosa.