En el fin de la tierra, la trama de Jesús Bastante adquiere rasgos épicos Santiago y Samara están en el fin del mundo
Jesús Bastante nos lleva al fin del mundo con su novela, y hasta allí sigue queriendo que continúen llegando muchas personas. No para quedarse, sino para volver al día a día transformadas, sabiendo que aquello no era lo último sino el principio de otra historia
El texto se lee con curiosidad y creciente interés. Pronto se despiertan las ganas de conocer cuáles son y cómo se desenvuelven las aventuras que el autor nos va a contar acerca del "hijo del trueno"
La novela adquiere rasgos épicos al tiempo que los protagonistas caminan y a veces navegan de oeste a este por el norte de la más grande de las provincias de la Hispania imperial
La novela adquiere rasgos épicos al tiempo que los protagonistas caminan y a veces navegan de oeste a este por el norte de la más grande de las provincias de la Hispania imperial
| Jesús López Sotilo
Historiador que trata de ser fiel a las fuentes, y, a la vez, amigo del Camino de Santiago y hasta creador de algunas leyendas, recibí con interés la noticia de la publicación de la novela de Jesús Bastante, Santiago en el fin del mundo. El primer camino del apóstol. La compré apenas fue puesta a la venta y hace unos días terminé la lectura de sus más de cuatrocientas páginas, con el relato y los comentarios y apéndices que componen la obra.
Dedica el autor su novela a “las mujeres maltratadas por líderes de la Iglesia, eternamente humilladas en nombre de Dios”, a las que pide disculpas como hombre. Pero no sólo a ellas, también la dedica a su hijo Diego, al que llama su “utreia particular”, que es tanto como decir a quien, muy chiquitito todavía, percibe, con su sola presencia, como un grito sin palabras que le dice “¡Más allá!”, “¡Adelante, sigue adelante, hasta el fin del mundo!”.
Y, Jesús, al menos en su novela, hasta allí ha llegado, y hasta allí nos lleva, y hasta allí sigue queriendo que continúen llegando muchas personas. Pero no para quedarse, sino para volver al día a día transformadas, sabiendo que aquello no era lo último sino el principio de otra historia.
Una vez que se entra en el juego del autor y se guarda, para demandársela a otro tipo de libros, la exigencia de datos fidedignos, la lectura del relato avanza serena. Asumido que lo que uno tiene entre sus manos y ante sus ojos es nada más y nada menos que una novela, sin apellidos, el texto se lee con curiosidad y creciente interés. Pronto se despiertan las ganas de conocer cuáles son y cómo se desenvuelven las aventuras que Jesús Bastante nos va a contar del "hijo del trueno".
Un día aquel galileo quiso estar cómodamente sentado a la derecha o a la izquierda del Maestro en su reino, y ahora trata de proclamar el evangelio cristiano a las diversas gentes de los distintos grupos étnicos que habitan en la Hispania romana a mediados del siglo uno de nuestra era. La intriga aparece ya en el Prefacio, Una barca en la bruma. En él se describe una escena misteriosa, que abre múltiples interrogantes.
Conforme la narración avanza va creciendo la admiración que suscita ver lo bien ambientados históricamente que están las numerosas peripecias y los muy variados personajes que desfilan ante nuestros ojos. Y se palpa en sus páginas la habilidad que muestra el autor para insertar en un mismo relato coherente tradiciones y personajes neotestamentarios con tradiciones, leyendas y personajes jacobeos, que, a su vez, encajan con situaciones y figuras completamente nuevas, fruto de su imaginación y de su creatividad literaria. La innombrada “hija de Jairo”, por poner un ejemplo, aquí recibe no uno sino varios nombres y transita por muchas de las tierras que, partiendo de Carthago Nova, recorre el apóstol desde la primavera del año 42 a la primavera del año 43. Y con ella coinciden e interactúan, entre otros muchos personajes, Teodoro y Atanasio, citados en las crónicas medievales como primeros obispos de Caesar Augusta.
Se palpa la habilidad que muestra el autor para insertar en un mismo relato coherente tradiciones y personajes neotestamentarios con tradiciones, leyendas y personajes jacobeo
Atribuye Jesús Bastante y agradece a Paz López Felpero el mérito de haber evitado que en la novela haya anacronismos históricos, y, sin duda es cierto, pero también salta a la vista que en ese logro tiene mucho que ver, asimismo, el gran esfuerzo investigador que él ha llevado a cabo antes de escribir este relato fantástico.
Intriga y emoción
Si tienen intriga y emoción los capítulos en los que narra las peripecias de Santiago desde que él y sus compañeros arriban en el gran puerto con que contaba la Tarraconense en su extremo sur, a partir de que los intrépidos evangelizadores llegan a Híspalis la intriga y la emoción se hacen mayores, porque la historia da un giro importante. Desde ese momento la trama se complica.
Siguiendo senderos distintos, sus protagonistas viven historias peligrosas, incluso espeluznantes, y, con frecuencia, asombrosas y hasta prodigiosas, al tiempo que la mayor parte de ellos se mueve hacia un mismo sitio, en el que, no por casualidad, acaban reencontrándose, el Finis terrae.
En el fin de la tierra, la trama de la novela adquiere rasgos épicos y los conserva hasta que concluye, al tiempo que los protagonistas que van quedando caminan y a veces navegan de oeste a este por el norte de la más grande de las provincias de la Hispania imperial. Muchos de esos capítulos son trepidantes y en ocasiones impactantes, al estilo de algunos de los relatos de El señor de los anillos o de las peripecias de Harry Potter o de algunos de los muchos relatos de aventuras fantásticas que atesora la historia de la literatura.
Tras el escrito de Fileto de Cesarea, que pone fin a la novela, y una Nota del autor, el Desmentido histórico de Nieves Concostrina, subtitulado El Darth Vader hispano, es tan necesario como si se encontrara algo similar después de la última página de Don quijote de la Mancha, escrito a petición de Miguel de Cervantes por Ana de Castro Egas, famosa poeta e historiadora nacida en Valdepeñas a finales del siglo XV. Es tan necesario dicho desmentido como lo sería uno similar redactado por esa mujer, que formó parte del círculo íntimo del Duque de Lerma y que escribió una biografía laudatoria de Felipe III, Eternidad del Rey Don Filipe tercero Nuestro Señor, el Piadoso.
Es tan necesario como lo sería en el Quijote un escrito de la que de niña conoció al infante don Fernando de Austria, en el que, comentando las aventuras del ingenioso hidalgo, dejara sentado de modo contundente y jacarandoso que tanto él como todos los personajes que aparecen en sus alocadas andanzas son inexistentes, creados por el famoso manco de Lepanto a instancias de los editores y libreros de la época, para hacerse ricos ellos y hacer ricos, también, a todos los que ocuparían sus puestos con el correr de los siglos.
Más interesante resulta el desmentido del desmentido, que el propio autor ha puesto en el libro, después de colocar un mapa de La ruta del apóstol Santiago en Hispania, un Índice toponímico y unas Notas bíblicas. Lo titula Un intento de aproximación bibliográfica y le sirve para concluir su obra de forma brillante.
El primer camino del Apóstol es una especie de nuevo Codex Calixtinus o de capítulo mucho más amplio y renovado de la Legenda aurea de Jacobus de Voragine. Bien merece la pena sumergirse en el mundo que ha creado su autor, ahí veremos que Santiago y Samara están en el fin del mundo.
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