Un encuentro desde nuevas perspectivas y posicionamientos Lizardo Estrada: El lenguaje simbólico de la cultura popular, “una propuesta que nace del subsuelo del Planeta”
“Desde las periferias territoriales y existenciales nacen nuevas expresiones de Dios que camina con su pueblo”
“Armar redes, compartir nuestras diferencias y en medio de ellas construir sentidos envolventes”
Descubrir lo religioso en lugares no tradicionales
Las manifestaciones del Espíritu mediante las expresiones estéticas de la cultura popular ofrecen una riqueza teológica en lenguaje simbólico que aún no se ha considerado seriamente como dispositivo para la evangelización
Descubrir lo religioso en lugares no tradicionales
Las manifestaciones del Espíritu mediante las expresiones estéticas de la cultura popular ofrecen una riqueza teológica en lenguaje simbólico que aún no se ha considerado seriamente como dispositivo para la evangelización
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
Una de las preguntas fundamentales en la existencia humana es descubrir dónde y cómo se manifiesta Dios. Para conseguir eso, lo que supone un proceso de aprendizaje, es necesario entender las diferentes manifestaciones de Dios, y para eso cada vez es más importante conocer “el lenguaje simbólico de la cultura popular”, tema de reflexión del encuentro que se realiza en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en Bogotá, de 27 al 29 de noviembre de 2023.
El lenguaje en un mundo complejo, plural y cambiante
Un encuentro que se realiza en un lugar que desde su fundación es “un centro de reflexión pastoral”, según Mons. Lizardo Estrada, secretario general del Celam, que definió como “la casa del Pueblo de Dios”, como espacio para llevar a cabo “la recepción del magisterio pontificio y responder a la realidad de la vida de nuestros pueblos, especialmente donde la vida es más amenazada”, insistió Estrada.
El obispo auxiliar de Cusco definió estas nuevas expresiones artísticas populares como algo que “nace del pueblo de Dios en mundo complejo, plural y cambiante”. El secretario del Celam insistió en que estamos ante “una propuesta que nace del subsuelo del planeta”, y que nos tiene que llevar a “escuchar al Espíritu que sopla donde quiere y cómo quiere, más allá de las dinámicas académicas”.
En su opinión, “desde las periferias territoriales y existenciales nacen nuevas expresiones de Dios que camina con su pueblo”, haciendo un llamado a “acoger, dialogar, comunicar estos nuevos lenguajes que nacen de la cultura popular”. Para ello redobló su acogida a un Celam que está abierto para todos.
Armar redes para construir sentidos envolventes
Se trata de “armar redes, compartir nuestras diferencias y en medio de ellas construir sentidos envolventes”, en palabras de José Carlos Caamano, uno de los coordinadores del encuentro. Algo que es un desafío, según el teólogo de la Universidad Católica Argentina, porque el Evangelio no es una sola cultura, pero nunca existió sino inculturado, el Evangelio no es abstracto, se expresa en las culturas. Ante ello se trata de crear redes para poner todo encima de la mesa y para ponerlo al servicio de todos.
Descubrir lo religioso en lugares no tradicionales, es una de las misiones del estudio iniciado años atrás, en el participa Gustavo Morelo, del Boston College, en el que desde las ciencias sociales se quiere mostrar la práctica religiosa en América Latina. Un paso más en una dinámica de diálogo que se está llevando a cabo en y entre los diferentes continentes, dado que según Emilce Cuda, las soluciones y los problemas económicos, sanitarios, educacionales, son comunes, porque tienen una raíz común. Ante eso, hay discursos comunes para salvar, pero también para dividir a la humanidad, lo que se presenta a través de la estética popular, según la secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina.
En definitiva, un encuentro teológico e interdisciplinario con especialistas académico-pastorales de las tres Américas (Norte, Centro y Sur), en diálogo con invitados de los continentes para seguir construyendo puentes, para entender que las manifestaciones del Espíritu mediante las expresiones estéticas de la cultura popular ofrecen una riqueza teológica en lenguaje simbólico que aún no se ha considerado seriamente como dispositivo para la evangelización.