Comentario al Evangelio del Segundo Domingo de Cuaresma Ojea: “La clave de la predicación del Evangelio es el respeto a cada persona”
“El cristianismo está más allá de todas las identidades, puede vivir un momento de luminosidad, pero después tiene que respetar cada cultura para poder llevar el Evangelio e inculturarlo allí”
“La Iglesia ofrece esta conducta sinodal que comienza por una escucha, por una resonancia, por la búsqueda de consensos, invitando a todos los hombres al respeto mutuo y a saber que las dificultades que tenemos en la casa común, en la economía mundial, con los extremos de pobreza que estamos viviendo solo la podemos sacar adelante escuchándonos y respetándonos”
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
En el segundo domingo de Cuaresma, Mons. Óscar Ojea comenzó su comentario diciendo que “los apóstoles viven en la Transfiguración una experiencia extraordinaria, es una experiencia de hogar, de pertenencia”. Según el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina: “estaban tan felices que Pedro va a decir: ‘Que bien estamos aquí, hagamos tres carpas’”.
Sentirse en casa
El obispo de San Isidro hizo ver que “estaba Jesús transfigurado, con su luz potente y la invitación del Padre a escucharlo. Un profundo llamado a la contemplación del rostro de Jesús, pero al mismo tiempo un sentirse como en casa, un sentirse en el extremo de la comodidad”, lo que considera una experiencia que “va a quedar grabada en el corazón de los apóstoles y con esta fuerza que reciben que, de alguna manera ayuda a contrastar la tristeza de que Jesús les venía anunciando que iba a morir”.
En esa perspectiva destacó que “esto va a quedar tanto en el corazón de los apóstoles que les va a dar la fuerza para poder predicar el Evangelio. Pero bajan del Monte Tabor y tienen que seguir a un Jesús que no es glorioso y que va a terminar muriendo fuera de la ciudad”. Desde ahí Ojea resaltó que “por eso el cristianismo está más allá de todas las identidades, puede vivir un momento de luminosidad, pero después tiene que respetar cada cultura para poder llevar el Evangelio e inculturarlo allí”.
Sínodo: escucha y búsqueda de consensos
Para el presidente del episcopado argentino, “la clave de la predicación del Evangelio es el respeto, es el respeto a cada persona, tenga la educación que tenga, la cultura que tenga, la pertenencia que sienta. En este sentido decimos que la Iglesia tiene que estar más allá de todas las identidades”. En este contexto, dijo que “planteamos el sínodo, y el diálogo sinodal que intenta vivir la Iglesia, es también una invitación a la humanidad en un momento de gran fragmentación, en un momento de guerra, de violencia, en un momento de una falta total de diálogo, en un momento en que los populismos manipulan a las personas y el individualismo se hace extremo”.
Para Ojea, “en este momento la Iglesia ofrece esta conducta sinodal que comienza por una escucha, por una resonancia, por la búsqueda de consensos, invitando a todos los hombres al respeto mutuo y a saber que las dificultades que tenemos en la casa común, en la economía mundial, con los extremos de pobreza que estamos viviendo solo la podemos sacar adelante escuchándonos y respetándonos”.
Finalmente pidió “que el Señor nos conceda vivir este impulso de la Transfiguración, que nos lleve a predicar un Evangelio auténtico, que sepa inculturarse en la vida de las personas”.
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