Mons. Ângelo Ademir Mezzari sucede a Mons. Dario Campos Papa Francisco acepta la renuncia del arzobispo de Vitoria (Brasil) y nombra sucesor
Nacido el 2 de abril de 1957 en la localidad de Sanga do Engenho, en el municipio de Nova Veneza, actual Forquilhinha, en el estado de Santa Catarina, el nuevo arzobispo es religioso Rogacionista
El 5 de julio de 2000, Mons. Dario Campos fue nombrado obispo coadjutor de la diócesis de Araçuaí, recibiendo la ordenación episcopal el 26 de septiembre de ese año. El 8 de agosto de 2001 pasó a ser obispo titular, siendo nombrado obispo de la diócesis de Leopoldina el 23 de junio de 2004. El 27 de abril de 2011 fue nombrado obispo de la diócesis de Cachoeiro do Itapemirim, y el 7 de noviembre de 2018 pasó a ser arzobispo de Vitoria.
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
La archidiócesis de Vitoria (Brasil) tiene nuevo arzobispo. Se trata de Mons. Ângelo Ademir Mezzari, hasta ahora obispo auxiliar de São Paulo, que sucede a Mons. Dario Campos, a quien el Papa Francisco ha aceptado su renuncia este 30 de diciembre.
Mons. Ângelo Mezzari
Nacido el 2 de abril de 1957 en la localidad de Sanga do Engenho, en el municipio de Nova Veneza, actual Forquilhinha, en el estado de Santa Catarina, el nuevo arzobispo es religioso Rogacionista, congregación en la hizo su primera profesión religiosa el 31 de enero de 1981, y los votos perpetuos en enero de 1984. Fue ordenado presbítero el 22 de diciembre.
Licenciado en periodismo y Teología Dogmática, en su congregación fue formador, trabajando en el campo de la pastoral vocacional, asistencia social, educación y comunicación. Fue director y editor de la revista Rogate y presidente del Instituto de Pastoral Vocacional (IPV). Fue consejero provincial, superior provincial y superior general. Ha trabajado durante años en la Comisión Episcopal de Pastoral para los Ministerios Ordenados y la Vida Consagrada de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), de la que actualmente es presidente. Fue nombrado obispo auxiliar de São Paulo en 2020, recibiendo la ordenación episcopal el 19 de septiembre de ese año.
Mons. Dario Campos
Mons. Dario Campos, que pasa a ser arzobispo emérito, nació el 9 de junio de 1948 en Castelo, estado de Espírito Santo. Religioso de la Orden de los Frailes Menores (Franciscanos), fue ordenado presbítero en diciembre de 1977. El 5 de julio de 2000 fue nombrado obispo coadjutor de la diócesis de Araçuaí, recibiendo la ordenación episcopal el 26 de septiembre de ese año. El 8 de agosto de 2001 pasó a ser obispo titular, siendo nombrado obispo de la diócesis de Leopoldina el 23 de junio de 2004. El 27 de abril de 2011 fue nombrado obispo de la diócesis de Cachoeiro do Itapemirim, y el 7 de noviembre de 2018 pasó a ser arzobispo de Vitoria.
Mensajes de la presidencia de la CNBB
Al nuevo arzobispo, la presidencia de la CNBB le desea que “este nuevo momento de su ministerio como pastor sea un signo de Esperanza y de proclamación de los valores evangélicos. Que tu liderazgo sea fuente de luz e inspiración para todos, promoviendo la unidad, el diálogo y el fortalecimiento de la fe entre el pueblo de la archidiócesis de Vitoria”, pidiendo que “Nuestra Señora de la Victoria, patrona de la archidiócesis de Vitoria, te bendiga con sabiduría y gracia, para que guíes a la Iglesia particular confiada a tu pastoreo por el camino de nuestra Esperanza, Jesucristo”.
Al ahora arzobispo emérito le expresan su “más sincero agradecimiento por su generosa e incansable disponibilidad en su misión en la Iglesia Particular de Vitória”, destacando su compromiso y dedicación en la puesta en marcha del Regional Este 3. En su trabajo pastoral, destacan “su compromiso con la evangelización, la promoción de la justicia social y las iniciativas dirigidas a la formación espiritual y catequética, así como la valoración de la pastoral juvenil y la educación”, resaltando que “su ministerio estuvo marcado por la búsqueda constante de la unidad entre los fieles y el fortalecimiento de las parroquias, destacando siempre la misión de la Iglesia de ser una presencia activa entre el pueblo de Dios”. Finalmente piden que “su vida continúe siendo un testimonio de amor y servicio a Dios y al prójimo”.
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