Tras dos días de encuentro, los jóvenes de las CEBs muestran sus sueños de futuro Soñar, un esfuerzo de rebeldía que transforma la sociedad y la Iglesia
Soñar es un esfuerzo de rebeldía, todavía más hoy, en una sociedad que nos impone estar dormidos, preocuparnos sólo por lo inmediato, por resolver única y exclusivamente lo nuestro
En los sueños de los pueblos se deja traslucir la forma de entender la Iglesia y la sociedad que tiene el Papa Francisco
Los jóvenes se ponen en sintonía con un anciano, al que la edad no le impide soñar, que se ha comprometido en hacer realidad un mundo mejor para todos y una Iglesia que salga de las estructuras y de las formas que muchos, especialmente los jóvenes, ya no entienden
Los jóvenes se ponen en sintonía con un anciano, al que la edad no le impide soñar, que se ha comprometido en hacer realidad un mundo mejor para todos y una Iglesia que salga de las estructuras y de las formas que muchos, especialmente los jóvenes, ya no entienden
Luis Miguel Modino, corresponsal de RD en América Latina y Caribe
Esas ideas han estado presentes en el I Encuentro Continental de Jóvenes de CEBs (Comunidades Eclesiales de Base), que ha reunido en Guayaquil, Ecuador, a 40 jóvenes de 11 países, como momento previo al XI Encuentro Continental de las CEBs, del que también van a participar. Son sueños en referencia a la Iglesia y a la sociedad, con los que los jóvenes pretenden tener hojas de ruta compartidas durante los próximos años. Para ello es necesario corazonar, dejar que todos esos sueños penetren y sean vividos desde el interior.
La diversidad de procedencias ha ayudado a enriquecer un debate en el que los jóvenes, que no tienen miedo a decir lo que piensan, han expresado sueños que desde otros contextos pueden ser considerados como demasiados osados, incluso subersivos, pero que en el fondo muestran la necesidad que sienten de transformar una realidad con la que no están de acuerdo. En sus palabras, en sus sueños, se deja traslucir la forma de entender la Iglesia y la sociedad que tiene el Papa Francisco, el primer latinoamericano en asumir la sede de Pedro.
Los jóvenes se ponen en sintonía con un anciano, al que la edad no le impide soñar, que se ha comprometido en hacer realidad un mundo mejor para todos y una Iglesia que salga de las estructuras y de las formas que muchos, especialmente los jóvenes, ya no entienden. Todo aquello que han ido descubriendo a lo largo del encuentro lo han resumido en una lista de sueños.
En sus sueños, que tienen como punto de partida la transformación de un sistema del que forman parte, pero no entienden, quieren hacer realidad una Iglesia y una sociedad sin patriarcado, con rostro de mujer, comunitaria, intentando responder a los problemas estructurales, siendo conscientes, acompañando procesos y aprendiendo con los pueblos originarios a relacionarse con la Casa Común y hacer realidad otro sistema de vida, convivencia y sociedad.
Los jóvenes de las CEBs en América Latina sueñan con:
La transformación del sistema donde vivimos.
Una Iglesia donde quepan muchas Iglesias.
Una Iglesia y una sociedad sin patriarcado.
Una Iglesia diversa con rostro de mujer.
Que los oprimidos de hoy no sean los opresores de mañana.
La comunidad de base trabajo en lo político y lo barrial.
Los jóvenes son la consciencia de la sociedad.
“Un solo corazón un solo pensamiento”.
Trabajo en red con otros actores, para dar respuesta a los problemas estructurales.
Despertar, nos demos cuenta que no estamos yendo a ningún lado, sin ganas… fácilmente nos pueden manipular… si es que despertamos debemos unir nuestros esfuerzo. Juventudes conscientes, despiertas y sin miedo.
Acompañar procesos de escucha activa de confianza, políticos. El acercamiento a los pueblos originarios. Estar con un oído en el Pueblo y el otro y en el Evangelio.
La Casa Común desde la mirada de los pueblos originarios. Son la prueba real de que otro sistema es posible.