En estos días en los que el mundo entero piensa en el Amazonas y en sus gentes necesitadas de respiro. Se necesita urgentemente oxígeno para el Amazonas
"Este mes de enero, este es el grito que está en el aire; un grito que viene del Amazonas"
"En Jeremías 16, 16, Dios amenaza a los ricos de Judá con atraparlos con anzuelos y en Amós esta amenaza es aún más clara"
"En estos días en los que el mundo entero piensa en el Amazonas y en sus gentes necesitadas de respiro"
"En estos días en los que el mundo entero piensa en el Amazonas y en sus gentes necesitadas de respiro"
| Marcelo Barros teólogo
Este mes de enero, este es el grito que está en el aire; un grito que viene del Amazonas. Revela el descuido del gobierno brasileño con la salud del pueblo y la falta de preparación de la sociedad capitalista para enfrentar una pandemia mortal y peligrosa en la solidaridad. A veces, en el plano social y político, también nos sentimos necesitados de oxígeno para respirar esperanza y recuperar fuerzas para luchar por una sociedad más democrática y justa. Muchas personas sufren y lloran ante lo que ocurre, pero no son capaces de profundizar en las causas de esta tragedia social. No ven que es urgente vacunarnos contra el Covid, pero también contra el racismo estructural de la sociedad y avanzar hacia formas de organización social y política más acordes con la Ecología Integral y la vocación espiritual de la humanidad.
En esta realidad, es bueno que este tercer domingo común del año traiga a las iglesias el Evangelio de Marcos 1, 14-20 para su lectura. La primera buena noticia de este evangelio es que Jesús ocupa el lugar del profeta Juan el Bautista: “Después del arresto de Juan, Jesús fue a Galilea a proclamar la buena noticia de Dios”. La buena noticia es esta: arrestan al profeta, pero no pueden acabar con la profecía. Juan fue arrestado. Jesús ocupa su lugar. Sólo que de una manera nueva y original.
Marcos lo traduce bien: es el evangelio (la buena noticia) de Dios. Es lo más completo y amplio posible. Es macroecuménico, como lo definió el profeta Pedro Casaldáliga en 1992. Significa que va más allá de la Iglesia, va más allá del cristianismo y va más allá de las religiones. Jesús anuncia a Dios como una buena noticia para el mundo. Acoger a Dios y relacionarse con él significa abrirse a la alegría, a la convivencia amorosa y a la educación en el amor. Y esta es la base del viaje de liberación y de una nueva vida para todos. Esto es lo que Jesús llamó el Reino de Dios. Nunca dijo qué es exactamente. Nunca quiso definirlo. Pero nos anunció que venía y nos dijo cómo acogerlo y vivirlo.
Hay cosas en la vida que provocan tal giro en la vida que cuando ocurren, de hecho, nos cambian por dentro. La buena noticia que trae Jesús es así o es una señal de que aún no ha sucedido. Es como el agua que penetra en la tierra, pero aún no ha llegado a lo más profundo de nuestro ser. Sólo ha llegado a la superficie. En griego, el nous es lo más profundo de la mente. Es la raíz de nuestros pensamientos, de nuestras decisiones internas y de nuestra forma de ser y de nuestro estilo de vida. Jesús propone la meta-noia.Metanoia significa cambiar la mente y la vida desde la raíz. No se trata sólo de actuar de forma diferente. Es ser una persona nueva. Eso no es ni espontáneo, ni es suficiente para hablar o incluso querer hacer. Es un proceso. Sólo puedes hacerlo si aceptas tener un método para ello. Para ello, un instrumento fundamental ha sido el diálogo espiritual, en el que la persona toma como método la revisión de vida, la capacidad de autocrítica y se toma en serio la crítica fraterna. Como testimonio de esto, Jesús comienza a organizar un pequeño grupo de compañeros de los cuales los primeros fueron Simón y Andrés, Santiago y Juan.
Hoy no asociamos la misión con este lenguaje de "pescadores de hombres". Sería una mala misión porque cuando se pesca, se sacan los peces de las aguas y se los mata. En los antiguos profetas, esta expresión significaba en realidad la lucha contra los opresores. Si lees Job 41, 1- 7, verás que Dios le pregunta a Job si será capaz de pescar al Leviatán, el monstruo del mar, que todos temían. En Jeremías 16, 16, Dios amenaza a los ricos de Judá con atraparlos con anzuelos y en Amós esta amenaza es aún más clara:
"Escuchen esta palabra, vacas de Basán, que viven en las colinas de Samaria y oprimen a los pobres. Vosotros que aplastáis a los necesitados y decís a vuestros amos: Venid aquí y dejadnos beber. El Señor Dios jura por su santidad que pronto vendrán días en los que os cogerá con anzuelos y pescará con anzuelos a vuestros hijos" (Amós 4, 1-2).
¿Conoces a alguien a quien, hoy, quieras gritar esta profecía? Antes de eso, explícame por qué nuestras iglesias han transformado esta imagen de "pesca de hombres" en ministerio vocacional para llevar a la gente a los seminarios o escuelas de pastores en las iglesias evangélicas. Que yo sepa, el pueblo de Bolivia que está cumpliendo la misión de pueblo pescador a la que se refería Jesús, fue el pueblo que logró atrapar a los golpistas y el pueblo de Venezuela que desmoralizó al bandido que se autoproclamó presidente, tal como ahora lo está haciendo el pueblo de Estados Unidos con Trump. No me pregunten cuál ha sido la posición de la mayoría de los obispos y pastores católicos y evangélicos de estos países.
El evangelio de hoy cuenta cómo Jesús llamó a los primeros discípulos. Ellos y ellas serán discípulos del reino de Dios en el mundo y no organizadores de iglesias, y mucho menos administradores de estructuras eclesiásticas. En estos días en los que el mundo entero piensa en el Amazonas y en sus gentes necesitadas de respiro. En estos días en los que el mundo entero piensa en el Amazonas y en sus gentes necesitadas de respiro.
Esta semana, organizaciones y movimientos sociales se reúnen en una nueva sesión del Foro Social Mundial, esta vez a través de redes virtuales. Siempre me impresiona el hecho de que la mayoría de los religiosos y religiosas siguen estando muy ausentes de estos espacios de redemocratización social. Todavía no han descubierto que el tema del Foro "Un mundo nuevo es posible" puede verse como la traducción real y exacta de la primera palabra de Jesús en el evangelio de hoy.