“El Santo Padre Francisco es Pedro y en este momento de la historia de la Iglesia es un garante de unidad para toda la comunidad eclesial”, afirmó el Cardenal Jaime Spengler en medio de la última reunión de la presidencia del Celam efectuada en la sede del organismo en Bogotá.

Reafirmando la comunicación oficial que emitió la entidad tras conocerse la hospitalización del Papa el pasado 14 de febrero, Spengler aseguró que en el delicado momento que vive el Pontífice por causa de su salud “toda la comunidad eclesial se une en oración pidiendo al Señor que lo conserve firme, fuerte, con salud entre nosotros y ojalá por muchos años”.

El también presidente de la CNBB dijo que “el Papa Francisco es un líder no solo de la Iglesia católica, es una voz escuchada por gobiernos y otras entidades”. En este sentido aseguró que desde el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño “rezamos unidos para que Dios lo conserve con salud y fuerzas a fin de que siga orientando los caminos de la Iglesia y asumiendo los principios del Evangelio”.

Comienzan los encuentros regionales

Refiriéndose a la agenda de la reunión que congregó a los miembros de la presidencia, el arzobispo de Porto Alegre confirmó que el encuentro sirvió para abordar actividades que hacen parte de la agenda de este año. “Estamos analizando asuntos ordinarios de la sede y las iniciativas que envuelven a las iglesias particulares que integran el Consejo Episcopal Latinoamericano”, confirmó.

Actividades entre las que se destacan los encuentros regionales que de acuerdo con lo planeado se iniciarán este 25 de febrero en Costa Rica. La primera reunión congregará a los representantes de los países de Centroamérica y México, es decir, la región CAMEX. Al respecto, el prelado señaló que estos encuentros “serán una oportunidad privilegiada para profundizar la comunión entre los episcopados que componen las distintas regiones y un momento para compartir todo lo relacionado con la sinodalidad”.

Teniendo presente que el documento final del Sínodo se publicó hace poco, el obispo brasileño, indicó que ahora el desafío pasa por compartir lo vivido. “Se trata de hacer llegar a todos, aquello que ya fue rezado, discutido y construido para que alcance la realidad de nuestras comunidades”, comentó.

Expectativas en torno a la vivencia de la sinodalidad que dentro de las actividades planeadas durante los encuentros regionales, tendrán espacios para la reflexión, particularmente sobre la necesidad de “aumentar la participación de laicos, laicas, consagrados, consagradas y ministros ordenados; porque se trata de aumentar la comunión con el sello de nuestras comunidades”.

Para el Cardenal Spengler si esto se promueve a lo largo del tiempo, los objetivos del Sínodo se estarán cumpliendo pues desde su perspectiva “lo que se celebró en Roma en octubre de 2023 y 2024, fue una preparación para el Sínodo que empieza ahora con las Conferencias Episcopales y junto a nuestras comunidades locales”.

La Iglesia ante la COP 30

El itinerario de los encuentros regionales en los que se abordará dicho tema, continuará del 10 al 14 de marzo en Lima, donde se reunirán los países bolivarianos, para dar paso a una tercera reunión en Santo Domingo que del 17 al 21 de marzo reunirá a los países de la región Caribe y concluirá del 24 al 28 de marzo en Buenos Aires, cuando se reúnan los países del Cono Sur.

Otro de los aspectos que se abordó durante la reunión de la presidencia del Celam, fue la reciente participación del organismo en el denominado Encuentro “Peregrinos de la esperanza rumbo a la COP 30”, que el 17 y 18 de febrero en Brasilia se ocupó de trabajar para fortalecer la incidencia de la Iglesia en este tipo de procesos de la sociedad civil.

Reflexiones para contribuir al reto que tiene por delante la humanidad y que aboga por una superación de la crisis socio ambiental que requiere una participación activa de los creyentes. Al respecto, Spengler dijo que la gran conclusión del encuentro que fue precedido por otro en el Vaticano con la Secretaria de Estado y el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, puede resumirse en una serie de actividades que ayudarán a unir fuerzas para que la presencia de la Iglesia en la COP30, sea contundente a partir de su experiencia pastoral en las puertas de la Amazonia.

El objetivo es ofrecer un mensaje vigoroso en el momento decisivo que vive el mundo afectado por la devastación de la creación que Dios nos entregó completa. “Las tragedias climáticas se multiplican en el mundo y el cuidado del clima es un desafío que atañe a todos los cristianos católicos y que yo diría es un principio de fe. Recordemos que cuando Dios terminó la creación percibió que todo estaba muy bien, entonces ante esta bondad magnifica de Dios presente en todas las cosas, debemos sentirnos invitados a volver a ella con todas las fuerzas, asegurando mejores días para las futuras generaciones”.

Un aniversario en perspectiva

El 2025 es un año de celebraciones en el Celam, porque además de estar unido al jubileo de la esperanza, celebrará 70 años de actividad pastoral, otro de los temas de esta reunión que Spengler destaca como una oportunidad para traer a la memoria una historia pasada, valorar su riqueza y al mismo abrirse al futuro que se descubre con novedad ante nosotros y que ya empieza a prepararse desde la presidencia.

“Se trata de una misión bellísima, promover la comunión entre las 22 conferencias episcopales que componen el continente latinoamericano y caribeño. Celebrar este momento es hacer memoria del empeño de muchas personas que a lo largo de estas siete décadas han aportado a su construcción y que desde lo personal conozco especialmente por el reconocimiento que tiene en el contexto internacional”.