La celebración de la 37ª Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares del mundo y el análisis del mensaje propuesto por el Papa Francisco para esta ocasión, son los temas que aborda Monseñor Jorge Lozano en su reflexión semanal.

El secretario general del Celam recuerda que uno de los mayores desafíos pastorales de la Iglesia es la implementación de acciones que faciliten la acogida de los jóvenes. Recordando que desde el 2021 durante la solemnidad de Cristo Rey se celebra esta Jornada dedicada a los jóvenes, el objetivo es que se viva en sintonía con la Jornada Mundial de los pobres a través de iniciativas en las que se espera la participación de jóvenes procedentes de diversas diócesis del mundo.

Levantarse y partir

Tomando como base algunos ejemplos de la cotidianidad que implican nuestra actitud para generar cambios, el prelado recuerda que existen circunstancias en las que estamos invitados a tomar la iniciativa para salir de la pasividad. «No es coherente con la fe cristiana la actitud fatalista y derrotista de quien se queda de brazos cruzados esperando “tiempos mejores” que supuestamente vendrán de modo mágico,» advierte.

Al respecto, el arzobispo de San Juan de Cuyo recuerda que el Papa Francisco propone como título del mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud de este año, un fragmento del Evangelio de San Lucas «María se levantó y partió sin demora» frase que crea expectativa e invita a contemplar las actitudes de la Madre del salvador y a imitarla como ejemplo de vida.

Para Monseñor Lozano esta cita de la Sagrada Escritura expuesta en el título del Mensaje contiene dos acciones que se realizan en breve término. «Dos verbos que se ejecutan sin dilación entre uno y otro. Levantarse y partir,» que en el relato se refieren a ponerse en marcha con premura por un motivo especial; ella va en busca de su prima Isabel para ayudarla. Entonces «María sale de su casa, pero primero sale de sí misma, hay una intención que la mueve” precisa.

María en salida

Refiriéndose a la actitud de la Virgen el prelado indica que María “Se levantó y se puso en marcha, porque estaba segura de que los planes de Dios eran el mejor proyecto posible para su vida«.  María se convirtió en el templo de Dios, imagen de la Iglesia en camino, la Iglesia que sale y se pone al servicio, la Iglesia portadora de la Buena Noticia.” (Mensaje del Papa Francisco para la JMJ 2022.)

Para María no hay un deseo de permanecer encerrada en su propio mundo. Por el contrario, ella se deja interpelar por las necesidades de su prima, una mujer de avanzada edad. Ella superó la indiferencia, en el fondo porque pensaba más en los demás que en ella misma, esto imprimió a su vida entusiasmo y dinamismo, según explica el Mensaje del Papa.

De esta forma Monseñor Lozano, insiste en que la Madre de Dios es un modelo para los jóvenes en movimiento, aquellos que superan la tentación de permanecer inmóviles ante el espejo contemplando su propia imagen atrapada por las redes. En su opinión María, es una joven que estaba orientada hacia afuera y acogiendo el mensaje del Papa vale la pena que los jóvenes se cuestionen ante las necesidades que ven a su alrededor, si existe alguna justificación para hacerse a un lado o si por el contrario, me intereso y me pongo a disposición de quien lo requiera.

En busca del sentido

Trayendo a la memoria la reciente presentación del texto conclusivo de la Asamblea Eclesial, “Hacia una Iglesia sinodal en salida a las periferias”. El prelado argentino recuerda que en el numeral 262 de las orientaciones pastorales se menciona que “hay un número considerable de jóvenes con interés y disponibilidad para participar en voluntariados con enfoque social, ecológico, ecuménico e interreligioso”.

Para muchos -agrega- estas experiencias han sido inspiradoras y han ayudado a encontrar un sentido de vida y un sitio en la Iglesia. Sentido y lugar, términos claves e íntimamente relacionados con las reflexiones sobre la Jornada Mundial de la Juventud.

 Un desafío, una propuesta

Ideales que motivan en el contexto latinoamericano una propuesta de carácter pastoral orientada hacia la creación de “ámbitos que apoyen sus ideas innovadoras, capaces de generar nuevos caminos en la evangelización, que integren sus nuevos estilos y lenguajes”, como lo menciona el apartado 264. Así, como María en aquel tiempo fue en auxilio de su prima Isabel, hoy sigue queriendo entrar en cada familia, cada sociedad. “La Madre de Dios camina en medio de su pueblo, movida por una ternura amorosa, y asume sus angustias y vicisitudes.” afirma.

Monseñor Jorge Lozano cierra sus reflexiones citando un aparte del mensaje del Papa Francisco por la Jornada Mundial de la Juventud. “¡Mi mensaje para ustedes, jóvenes, el gran mensaje del que es portadora la Iglesia, es Jesús! Sí, Él mismo, su amor infinito por cada uno de nosotros, su salvación y la nueva vida que nos ha dado. Y María es el modelo de cómo acoger este inmenso don en nuestras vidas y comunicarlo a los demás, haciéndonos a su vez portadores de Cristo, portadores de su amor compasivo, de su generoso servicio a la humanidad que sufre”.

Sin olvidar que en Argentina este 21 de noviembre tendrá lugar la Asamblea Diocesana de Jóvenes, evento paralelo a la consagración del padre Mario Robles como nuevo obispo auxiliar de San Juan de Cuyo. Una oportunidad para renovar su respuesta a la propuesta de Jesús y su deseo de acoger su misión. Esa elocuente frase “Jesús, tú sabes que te amo”; que bien aplica para la adhesión a cualquier vocación, la de los consagrados y la de los jóvenes.