En Quito del 4 al 7 de septiembre Simposio Teológico analiza realidad ecuatoriana: "Este simposio no va a hacer milagros"

Simposio Teológico analiza realidad ecuatoriana: "Este simposio no va a hacer milagros"
Simposio Teológico analiza realidad ecuatoriana: "Este simposio no va a hacer milagros"

"Los tiempos y las formas de lucha han cambiado; en varias ocasiones sentimos perder la esperanza al ver que siguen pisoteando nuestros derechos y los derechos de la pachamamita"...Juanita Guasgua, lideresa indígena

"Vamos adelante, vamos a reflexionar, vamos a pensar desde la eucaristía en cómo podemos ser constructores de fraternidad"...Alfredo José Espinoza, arzobispo de Quito

"Volvamos al poeta ecuatoriano de la fraternidad a Jorge Carrera Andrade, cuyos versos nos llevan a pensar de que más allá de los sueños y de la quimera, esa fraternidad es posible"...Rosalía Arteaga, política 

Aportar a la construcción de la fraternidad universal desde la teología es el objetivo del simposio "Fraternidad para sanar el mundo" que se desarrolla del 4 al 7 de septiembre en Quito como preámbulo de la edición número 53 del Congreso Eucarístico Internacional. Al evento asisten más de 800 personas que desde diferentes lugares del mundo, reflexionan sobre la relación entre la Eucaristía y fraternidad a partir de la teología pastoral y sacramental.

"Este simposio y este Congreso Eucarístico no van a hacer milagros, pero si ayudarán a abrirnos la mente y el corazón, para tomar conciencia de que la fraternidad es un desafío, un reto que la iglesia debe asumir y liderar", afirmó Mons. Alfredo José Espinoza durante la instalación del evento que en su primera jornada situó a los participantes en la realidad del país.

El arzobispo de Quito invitó a pensar en la Eucaristía y el rol de los creyentes como constructores de fraternidad, dispuestos a “vivirla para sanar las heridas del mundo, heridas que no podemos tapar, que no podemos callar, que no podemos ocultar”.

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Fundirse con la naturaleza

El conversatorio que siguió a la ceremonia de instalación se centró en la vivencia de la fraternidad desde diferentes perspectivas en Ecuador.

La actividad moderada por Mons. David de la Torre obispo auxiliar de Quito, contó con la participación de la expresidenta Rosalía Arteaga, el historiador Gonzalo Ortiz, el diplomático Juan Carlos Holguín y la licenciada Juanita Guasgua, representante de los pueblos originarios. Una visión de la fraternidad desde la literatura, la historia, la política y la cosmovisión indígena.

La educadora Rosalía Arteaga aseguró que tanto el Simposio Teológico como del Congreso Eucarístico Internacional, tienen implicaciones enormes que rebasan la mera declaración de la fraternidad como expresión de solidaridad, amor, compasión, respeto, tolerancia y hermandad; sin desconocer que se trata de conceptos fundamentales, pero que escasean en el mundo contemporáneo y no están presentes en la toma de decisiones de los líderes ni el accionar de muchos empresarios o el día a día de los ciudadanos de todas las condiciones.

Al respecto, la académica considera que la fraternidad debería estar en el día a día de la gente. “Deberíamos remitirnos al santo de Asís, a San Francisco que predicó y practicó la fraternidad universal, volviéndose uno solo con los pajarillos del campo, con los lobos, los seres que en principio infunden miedo, pero que también ingresan a esa fraternidad de la que hablamos”, una fraternidad que debe hacernos uno solo con la naturaleza y la literatura, expresión de nuestros sentimientos.

Asistentes al Simposio Teológico

Hermanos o enemigos

Por su parte Gonzalo Ortiz, se preguntó sobre la historia del Ecuador y si existe una prevalencia de hermandad o enemistad entre sus ciudadanos. ¿Se trata de una historia de hermanos o enemigos?, cuestionó reconociendo que en el pasado se han presentado tantos conflictos como expresiones de fraternidad, vividas al interior de las familias y apoyadas por la misión de la Iglesia que en sus palabras siempre ha invitado a vivir la historia del amor comunitario.

“No podemos decir que la de Ecuador es una historia de enemigos, porque me podrán dar múltiples ejemplos de la unión y el amor desplegado en muchas familias; de la solidaridad de los pobres entre sí; de la construcción de inspiradoras comunidades basadas en la fraternidad; de los actos de heroicidad de misioneros y misioneras; de apóstoles, consagrados o no”, suficiente motivación para no decaer en la tarea de construir fraternidad.

A su turno Juan Carlos Holguín, ex canciller de Ecuador habló del potencial de sus compatriotas para superar los efectos de problemáticas globales como el narcotráfico, el tráfico de personas y armas, que en su opinión solo podrán alcanzar si cuenta con muestras de fraternidad y  cooperación por parte de las autoridades gubernamentales; lo que puede resumirse en acciones en beneficio de quienes los eligieron, porque son problemáticas que demuestran que “muchos ecuatorianos de ayer y hoy no se comportan como hermanos de otros ecuatorianos”.

Lideresa indígena en el Simposio Teológico

Volver a los orígenes

Por su parte, la licenciada Juanita Guasgua, representante de los pueblos indígenas se presentó al auditorio como el resultado de la fraternidad que promueve la Iglesia a través de la obra de fraternidad de San Juan Bosco, los frutos de fraternidad que dejó Mons. Leonidas Proaño y la vida fraterna que mostró Mons. Isaías Barriga.

Destacando el “diciendo y haciendo” que caracteriza a su pueblo, la lideresa indicó que la fraternidad no es solo espiritualidad, porque desde sus opciones los pueblos indígenas “han puesto con ellos los pies en la tierra, los pies descalzos sobre espinas, sobre heladas en los campos, sobre tierra que hierve en la sequía y sobre los cultivos muertos”, frente a lo que cuestionó sobre las formas en las cuales los indígenas catequizan sin cerrar los ojos a la realidad nacional y las necesidades de sus hermanos que se traducen en la falta de salud, la desnutrición, la falta de educación intercultural bilingüe y la ausencia de identidad cultural.

Para ella, construir fraternidad es regresar a los orígenes a la tierra de la que provenimos siempre con la mirada fija en Dios, el creador que acompaña al ser humano más allá de la muerte.

Intervenciones que constituyen un marco general de todo lo que será objeto de reflexión durante estos días de Simposio Teológico “Fraternidad para sanar el mundo”, que en su primera jornada ofrece un análisis que parte desde local y se extiende a la misión de construir fraternidad en el mundo entero.

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