Vocación... “Di Sí al sueño de Dios”
Quizás tus sueños hoy sean otros pero si estás en el sueño de Dios, sin duda, que “se las ingeniará” para que lo acabes escuchando
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
“Di Sí al sueño de Dios” ha sido el lema de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y Jornada de Vocaciones Nativasdel 12 de mayo de 2019.
“Para decir Sí hay que escuchar la llamada, por eso, el papa Francisco, en su mensaje para esta Jornada, se dirige a los jóvenes para “deciros: no seáis sordos a la llamada del Señor. Si él os llama por este camino no recojáis los remos en la barca y confiad en él. No os dejéis contagiar por el miedo, que nos paraliza ante las altas cumbres que el Señor nos propone. Recordad siempre que, a los que dejan las redes y la barca para seguir al Señor, él les promete la alegría de una vida nueva, que llena el corazón y anima el camino”. https://www.conferenciaepiscopal.es/jornada-mundial-de-oracion-por-las-vocaciones-y-las-vocaciones-nativas-2019/
Cuando vi el lema, la verdad es que me gustó y me hizo pensar en ello. Ese Sí es una respuesta a quien ya cuenta contigo, confía en ti y te da la mano. Decir Sí al Señor es estar dispuestos a asumir riesgos por amor, a atreverse ni más ni menos a descubrir el proyecto que Dios tiene para la propia vida.
Quizás tus sueños hoy sean otros pero si estás en el sueño de Dios, sin duda, que “se las ingeniará” para que lo acabes escuchando, lo reflexiones y lo ores a la luz del Evangelio, y finalmente te atrevas a poner su vida en sus manos al descubrir el regalo de la llamada a la vida sacerdotal o religiosa. A mí me pasó, porque durante años viví sin pensar que el Señor ya me tenía en su sueño para seguirle, hasta que llega el día que lo reconoces en ti y te da la luz y fortaleza para seguirle y confías en Él. ¡Adelante, el Señor te espera para seguirle!
“Tu vida fue una entrega total a Dios.
Él te escogió para la más alta vocación en la tierra:
ser la madre de Jesús, nuestro Salvador.
Tu sí del primer momento
se prolongó en fidelidad a todo lo largo y ancho de tus días.
La voluntad de Dios fue tu alimento,
su palabra el impulso para todos tus actos.
María, Virgen fiel, ayúdanos a estar atentos
para descubrir la voluntad de Dios en cada uno.
Danos fortaleza para aceptar lo costoso,
lo amargo y difícil de nuestra vida;
danos constancia para cumplir hasta el fin
lo que reclama la vocación que Dios nos ha dado.
Y haz que otros jóvenes quieran seguir el ejemplo de todos los que dicen “sí”. Amén”
(Oración a María)
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