A otra orilla del río de nuestra vida... Y ahora qué
Ahora es para todos el momento de dibujarnos un tiempo nuevo. ¿Seremos valientes para ello?, fuertemente apoyados en la oración, confiando en la colaboración de todos, prescindiendo de puntos de vista demasiado subjetivos, debemos hallar la forma, los elementos para dibujar un mañana mejor, que nos prepare si es preciso para no sucumbir ante nuevos ataques que parece probable nos van a llegar.
| Gemma Morató / Hna. Carmen Solé
¿Y ahora qué? Este es por ahora el interrogante que para muchos no alcanza hallar la respuesta.
Parece que después de estos tres meses ahora todo puede volver a emprenderse, pero la realidad que cada uno vive nos está diciendo que los cambios habidos han sido importantes, los cimientos de muchas cosas en las que se apoyaba nuestra vida, las actitudes y las certezas que defendíamos con energía, han demostrado su vulnerabilidad, vivir después del confinamiento es una experiencia nueva.
Parece como si confinamiento nos hubiera conducido a otra orilla del río de nuestra vida. Ahí las cosas no tienen el mismo valor, lo importante se ha reducido, se puede decir que todos, aun de diferentes modos, hemos sufrido en el intento de llegar precisamente a la otra orilla.
Muchos han perdido la vida en ello, otros han visto derrumbarse aquello que parecía tan seguro y ahora debemos acercarnos todos a lo nuevo, lo distinto, elementos que no podemos vivir con los anteriores parámetros sea cual sea nuestra edad, nuestra situación.
Ahora es para todos el momento de dibujarnos un tiempo nuevo. ¿Seremos valientes para ello?, fuertemente apoyados en la oración, confiando en la colaboración de todos, prescindiendo de puntos de vista demasiado subjetivos, debemos hallar la forma, los elementos para dibujar un mañana mejor, que nos prepare si es preciso para no sucumbir ante nuevos ataques que parece probable nos van a llegar.
Desde los más pequeños hasta los ya en edad “vulnerable” solo podemos imaginar el futuro desde el ayer cuando contamos tan solo con nuestras ideas y nuestra fuerza, pero el mañana será diferente si intentamos por lo menos corresponder a la luz y a la gracia que Dios nos va dando como muestra de su Amor.