Felicidad... ¿A dónde volverías tú?
“Hijo mío, que no te abandonen el amor y la lealtad; átalas a tu cuello, grábalas en la tablilla de tu corazón; así obtendrás estima y aceptación ante Dios y ante los hombres” (Prov 3,3)
| Gemma Morató / Hna. Ana Isabel Pérez
Recibí una imagen que decía: “Dicen que uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz ¿A dónde volverías tú?”. Esa frase dio pie en un grupo de whatsapp de familia a una comunicación que hizo sacar mucho de cada una de las personas. Son esos mensajes en los que palpas que hay fondo, sinceridad, donde compartimos muchas cosas bonitas vividas juntos e incluso parece que te envuelva la nostalgia porque sientes en lo profundo que esa etapa de tu vida fue muy feliz pero a la vez es en la que nos empapamos de mucho de bueno que seguimos llevando en el corazón y compartiendo hoy en día.
Echar una mirada hacia el pasado para ver esa fotografía que llevamos en el corazón, aquello que sabemos que verdaderamente vale la pena, nos ayuda y empuja a seguir viviéndolo y transmitiéndolo a nuevas generaciones y esa palabra es el Amor. También en el camino de la vida hay personas que amamos que un día nos dejaron físicamente, que nos marcaron para bien y a las que seguimos queriendo porque solo el amor permanece.
La vida se vive hacia adelante, es hoy y el mañana que confiamos vivir pero el ayer forma parte de nosotros y mirarlo nos ayuda a ser agradecidos y seguir fortaleciendo esos lazos que se unen y solo pueden perdurar por amor “Hijo mío, que no te abandonen el amor y la lealtad; átalas a tu cuello, grábalas en la tablilla de tu corazón; así obtendrás estima y aceptación ante Dios y ante los hombres” (Prov 3,3)
Doy gracias a Dios por todos esos nombres que forman parte de mi vida, los de ayer, los de hoy y los que vendrán.
“Contigo…
¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.
¿Mi gente?
Mi gente eres tú.
El destierro y la muerte
para mí están adonde
no estés tú.
¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?” (Luis Cernuda)
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