Los riesgos en las ciudades
Aunque el número de hospitalizaciones es todavía relativamente bajo, el riesgo se agrava por el hecho de que, según las estimaciones de la Uneca, el 56% de la población urbana vive sin servicios básicos y se estima que sólo el 34% de estas personas tienen la posibilidad de lavarse las manos con regularidad. Además, más del 70% de la fuerza trabaja ilegalmente y al aire libre, por lo que no pueden trabajar desde casa.
Las dificultades del diagnóstico
"Es evidente que hay una dificultad para hacer un diagnóstico serio", explica el Padre Giulio Albanese, director de las revistas misioneras de la Conferencia Episcopal italiana, CEI. En un continente donde ya existen enfermedades muy graves como el paludismo, el SIDA y la tuberculosis y donde a menudo puede ser difícil distinguir el coronavirus. "Otra explicación que se da", recuerda, "es la de la edad. En el África subsahariana más del 60% de la población es menor de 25 años".
Un millón de test de parte de la OMS
Decisivo para frenar el contagio es la difusión de los kits del test por el Covid-19, y la Organización Mundial de la Salud dice que a partir de la próxima semana se distribuirá un millón. "Con el apoyo de la OMS", dijo el Director General Tedros Ghebreyesus, "muchos países pueden hacer pruebas de covid-19, pero todavía hay importantes lagunas que debemos llenar" y "es probable que el número de personas infectadas sea mayor".
Hacen falta 44.000 millones de dólares de ayuda
Desde el punto de vista económico, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial han cuantificado en 114.000 millones de dólares la cantidad de dinero destinada a prestar los servicios de salud necesarios, ayudar a las personas pobres y vulnerables y apoyar la economía en lo que las instituciones financieras predicen que podría ser la peor crisis económica desde 1930. Sin embargo, los fondos recaudados por acreedores oficiales y privados, el FMI y el Banco Mundial tienen un déficit de 44.000 millones de dólares.
No es suficiente suspender por un año la deuda
"La economía está penalizando fuertemente el PIB de África, porque se han cerrado las fronteras y ya no hay exportaciones", dice el Padre Giulio Albanese. "En cuanto al petróleo, el precio se ha derrumbado. Hubo este gesto de buena voluntad por parte del G20 de suspender el pago de la deuda durante un año, lo que significa repartir la deuda a las generaciones futuras y esto de una u otra manera corre el riesgo de afectar seriamente el futuro del continente".
El ACNUR intensifica sus esfuerzos en el África occidental
Mientras tanto, en el plano humanitario, el ACNUR, el organismo de las Naciones Unidas para los refugiados, ha intensificado sus esfuerzos en África occidental, donde la pandemia se ha sumado a los conflictos armados en Malí, Níger y Burkina Faso.