"La gente, en Ucrania, es cada vez más pobre y más débil" Arzobispo de Lviv: "Estamos cansados de esta guerra"
Monseñor Mokrzycki expresa su gratitud a todos los que, también a través de la oración, ofrecen su contribución a la paz y la solidaridad en estos meses de conflicto
"Los católicos ucranianos se sienten apoyados por toda la Iglesia católica. Estamos muy agradecidos al Papa que, desde el principio, ha estado cerca de nosotros"
"Seguimos en contacto con el arzobispo de Moscú. Siempre nos demuestran que ellos también son católicos y que en Rusia hay gente buena que no quiere esta invasión"
"Seguimos en contacto con el arzobispo de Moscú. Siempre nos demuestran que ellos también son católicos y que en Rusia hay gente buena que no quiere esta invasión"
| Xavier Sartre - Lviv
-Monseñor Mokrzycki, la Iglesia latina es minoritaria en Ucrania. ¿Cómo puede contribuir a la paz?
-Desde el comienzo de la guerra, hemos invitado sobre todo a nuestros fieles a rezar -como pedía Nuestra Señora de Fátima- por la paz, por la conversión de Rusia y Ucrania. También hemos invitado a la gente a venir más a menudo a la iglesia, a ayunar y a pedir misericordia al Señor, porque la necesitamos mucho. Llevamos mucho tiempo esperando esta paz de manera especial, y también hemos instado a nuestros sacerdotes, nuestras monjas y nuestros fieles a estar cerca de los necesitados, que han perdido a sus hijos, maridos, padres o sus hogares al encontrarse en la calle. También hemos acogido a muchos refugiados en nuestros centros pastorales y confiamos y esperamos que Dios realice este milagro, porque todos estamos ya cansados de esta guerra, porque nos trae sufrimiento, inseguridad y pobreza. La gente es cada vez más pobre y más débil.
-¿Se sienten apoyados por la Iglesia?
-Los católicos latinos ucranianos se sienten apoyados por toda la Iglesia católica. Estamos muy agradecidos al Santo Padre, que ha estado cerca de nosotros desde el principio. Reza todos los días y especialmente los domingos y miércoles invoca la paz en Ucrania e invita a hacerlo no sólo a los católicos, sino también a todos los demás. El Papa también pidió un ayuno por la paz en Ucrania. También estamos muy agradecidos a todas las Iglesias hermanas del mundo, no sólo de Europa, por esta solidaridad, por la ayuda económica y humanitaria, por las numerosas visitas que las distintas Conferencias Episcopales han realizado aquí, donde han actuado muchas organizaciones, tanto católicas como civiles. Sentimos esta cercanía, este apoyo y estamos muy agradecidos. Esperamos que no nos abandonen porque aquí en Ucrania estamos agotados por esta guerra permanente, esperamos que ellos tampoco se cansen y estén siempre cerca de nosotros.
-En un país en guerra como Ucrania hoy en día, ¿cómo puede escucharse la voz de la Iglesia y especialmente su mensaje de misericordia y perdón?
-La Virgen de Fátima nos pidió que rezáramos por la paz y la conversión de Rusia, porque el mal viene de personas que no respetan la ley divina, que no respetan los mandamientos. Dios no hace la guerra, porque es amor. Son los que no tienen paz en el corazón los que hacen la guerra. Por eso debemos pedir siempre misericordia a Dios para que perdone nuestras debilidades, nuestro alejamiento de la Iglesia, de la ley divina. Volvamos al camino que Él nos indica, porque los mandamientos y nuestra buena conducta traen siempre la paz al mundo.
-¿Puede comunicarse con los fieles latinos de Rusia? ¿De qué manera?
-La Iglesia latina de Rusia también tiene su papel. Seguimos en contacto con el arzobispo de Moscú, así como con otras diócesis. Él también dijo que rezaba por Ucrania, condenó pública y claramente la guerra emprendida por Rusia, y tuvo el valor de decir que la guerra que comenzó en 2022 no estaba bien. Siempre nos demuestran que ellos también son católicos y que en Rusia hay gente buena que no quiere esta invasión.
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