El presidente de los obispos italianos llegó a estar en la UCI el año pasado El cardenal Bassetti vuelve a dar positivo en coronavirus
“En este momento renuevo la invitación, que me hago a mí mismo, de no ceder al desánimo. Al Señor que viene, encomiendo a todos los enfermos y a los marcados por el sufrimiento. ¡Que el Niño Jesús conceda la paz! El nacimiento de un niño es signo de vida que continúa, de esperanza que renace"
"Han sido momentos difíciles para mí y lo son para todo aquel que se encuentre en una condición de sufrimiento y vea amenazada su propia vida”, escribió hace un año
El presidente de la Conferencia Episcopal italiana, Gualtiero Bassetti, ha vuelto a dar positivo por coronavirus, según él mismo ha confesado en la mañana de Navidad. El purpurado ya estuvo ingresado, hace un año, durante más de un mes, pasando por la UCI y temiéndose por su vida. Ahora, tiene síntomas leves y "se encuentra aislado en su apartamento del Arzobispado de Perugia", según apuntó la diócesis en una nota.
“En este momento renuevo la invitación, que me hago a mí mismo, de no ceder al desánimo. Al Señor que viene, encomiendo a todos los enfermos y a los marcados por el sufrimiento. ¡Que el Niño Jesús conceda la paz! El nacimiento de un niño es signo de vida que continúa, de esperanza que renace",escribió Bassetti, quien pidió "oración recíproca" a todos, especialmente a los enfermos.
El cardenal Bassetti se debate entre la vida y la muerte: El arzobispo de Perugia y presidente de la CEI ha sufrido un empeoramiento general del cuadro clínico en las últimas horas El cardenal está ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos número 2… https://t.co/g0t4te90R2pic.twitter.com/p9J8G5uVOO
— Religión Digital (@ReligionDigit) November 9, 2020
Hace un año, tras salir de cuidados intensivos, el presidente de los obispos italianos envió un mensaje recordando "el calor, el cansancio de respirar, la lucha de mi cuerpo por eliminar la infección. Han sido momentos difíciles para mí y lo son para todo aquel que se encuentre en una condición de sufrimiento y vea amenazada su propia vida”. El Papa Francisco, cada día, llamaba a su secretario y, en cuanto se repuso, quiso recibir al prelado italiano.
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