Católicos, ortodoxos y musulmanes comparten lo poco que tienen en una ciudad devastada Cáritas, desde Iskenderum: "75 desplazados acogidos en el Obispado. Estamos sin agua, luz ni calefacción”
John Farhad Sadredin, director de Cáritas Anatolia, habla con SIR desde Iskenderun, Turquía. Desde ayer comenzaron a acoger a los desplazados en las salas episcopales que se salvaron de la destrucción, a diferencia de la catedral
Ahora pedirán permiso a las autoridades locales para repartir comida caliente y mantas en dos zonas de la ciudad. Aquí la comunidad católica es muy pequeña, ni siquiera 120 personas. Pero la ayuda se proporciona sin distinción a todos
| RD/SIR
En Iskenderun, una de las ciudades de Turquía golpeadas por el terremoto de 7,9 de la noche del 6 de febrero, el mar invadió la ciudad y al menos 200 edificios y dos hospitales se derrumbaron. Todavía están tratando de recuperar a las personas que quedaron bajo los escombros, pero se teme que muchos hayan muerto. La catedral está completamente destruida.
“Solo quedan en pie un muro, el ábside y la entrada. Entre nuestros feligreses, una familia entera perdió la vida. La iglesia ortodoxa también está destruida, el pastor protestante y su familia están muertos. Ayer por la tarde lograron salvar a una madre con dos hijos, pero hay muchas otras casas en muy mal estado”, señala John Farhad Sadredin, director de Caritas Anatolia, en entrevista con SIR.
La comunidad católica es muy pequeña, no llega a las 120 personas entre maronitas, melquitas, caldeos y siríacos. Desde ayer acogen a 75 desplazados entre ancianos, jóvenes y niños en las zonas más seguras del Obispado. Católicos, ortodoxos y musulmanes, sin distinción, como característica de la acción de Cáritas.
"Alimentos, mantas y pañales para niños"
“No tenemos agua, luz ni calefacción -señala Sadredin-. No es fácil. Antes sacábamos agua de un pozo, pero ya no conviene beberla porque no sabemos si hay riesgo de enfermedades. Estamos a la espera de hacer los análisis primero”. Entre las principales necesidades del momento enumera "alimentos, mantas, pañales para niños y enfermos, leche y artículos de higiene personal". “Sería bueno si pudiéramos encontrar algo de dinero, al menos para pagar el alquiler de seis meses o un año a las personas que han perdido sus hogares”.
Como primera intervención de emergencia, el director de Cáritas Anatolia pedirá permiso para preparar comidas calientes para distribuir en dos áreas diferentes de la ciudad "porque muchos duermen en jardines públicos o en automóviles". “Tendremos que elegir dos o como máximo tres ciudades en las que trabajar, porque al menos 10 ciudades han sido afectadas y no podemos estar presentes en todas partes”.
Sadredin recuerda el momento del susto: "Fue terrible y duró mucho tiempo. Salió gente. También salimos al aire libre". Sadredin teme que se alcancen cifras muy superiores a las 11.000 muertes reportadas hasta ahora.
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