De ahí que el Santo Padre ayer, tras rezar el Ángelusdesde una insólita Basílica de San Pedro sin la presencia de fieles ni peregrinos a causa de la pandemia de COVID-19, haya querido recordar que este 6 de abril se celebra el Día Mundial del Deporte para el Desarrollo y la Paz, convocado por las Naciones Unidas.
“En este período se han tenido que suspender muchos eventos, pero florecen los mejores frutos del deporte: la resistencia, el espíritu de equipo, la fraternidad, el dar lo mejor de sí mismo… Fomentemos, pues, el deporte para la paz y el desarrollo”
También la Sra. Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO en su Mensaje para este Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz escribe:
En este período sin precedentes, el deporte sigue siendo un aliado precioso. Se trata, en efecto, de mantener una actividad, algo fundamental para la salud y el bienestar físico y mental, pero también de ver los valores del deporte encarnados de una manera diferente, valores de solidaridad e inclusión, de equidad, de intercambio y de superación, que nunca han sido tan esenciales.
En cuanto a la definición del deporte, la UNESCO, principal agencia de las Naciones Unidas para la Educación Física y el Deporte afirma que “el deporte ha desempeñado históricamente un papel importante en todas las sociedades, ya sea en forma de competiciones deportivas, de actividades físicas o de juegos”. De ahí que tanto el deporte como el juego son considerados “derechos humanos que deben ser respetados y aplicados en todo el mundo”.