El Gobierno griego condenó este viernes la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de convertir en mezquita otra antigua basílica bizantina de Estambul, la iglesia de Chora, apenas unas semanas después de hacer lo mismo con la famosa Santa Sofía.
La decisión actual de las autoridades turcas es un "nuevo desafío" contra los creyentes en todo el mundo y la comunidad internacional, que respeta los monumentos de la civilización humana, señaló el ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.
Después de Santa Sofía y, a pesar de las reacciones que provocó en todo el mundo, Turquía está violando nuevamente sus obligaciones internacionales con los lugares calificados como Patrimonio Mundial de la UNESCO ubicados en su territorio, añadió el ministerio.
El Gobierno de Atenas instó a Turquía a cumplir con estos compromisos y volver a los cánones del siglo XXI, el respeto mutuo, el diálogo y el entendimiento entre las culturas.