Tras la Visita Apostólica a la Archidiócesis de Colonia Somos Iglesia Alemania denuncia el "exagerado apego al cargo del cardenal Woelki" y pide su relevo
Somos Iglesia critica el procedimiento "poco transparente" de la visita apostólica a Colonia, asi como su corta duración
Sostiene que "las situaciones de Colonia y Múnich no son comparables"
"La negativa del cardenal Woelki y de sus obispos auxiliares Puff y Schwaderlapp a participar de forma constructiva en el Camino Sinodal en Alemania ya había contribuido a la pérdida de credibilidad de la cúpula eclesiástica de Colonia"
"Casi todos los habitantes de Colonia esperan 'consecuencias personales' respecto al cardenal Woelki; muchos profesores de educación religiosa están devolviendo su missio en señal de protesta"
"La negativa del cardenal Woelki y de sus obispos auxiliares Puff y Schwaderlapp a participar de forma constructiva en el Camino Sinodal en Alemania ya había contribuido a la pérdida de credibilidad de la cúpula eclesiástica de Colonia"
"Casi todos los habitantes de Colonia esperan 'consecuencias personales' respecto al cardenal Woelki; muchos profesores de educación religiosa están devolviendo su missio en señal de protesta"
| Somos Iglesia
El Movimiento Somos Iglesia había acogido con satisfacción el hecho de que el Papa Francisco hubiera ordenado una visita apostólica para la archidiócesis de Colonia con dos obispos del extranjero. Pero ahora hay que señalar críticamente que ni su asignación concreta ni el procedimiento son transparentes, y que el período de una semana de la visita fue demasiado corto en vista de los profundos conflictos dentro de la gran archidiócesis.
Las situaciones de Colonia y Múnich no son comparables
Si el Papa Francisco pidiera ahora al cardenal de Colonia Rainer Maria Woelki -lo mismo que al arzobispo de Múnich, el cardenal Reinhard Marx- que siguiera en su cargo, la decisión causaría incalculables sacudidas no sólo en la archidiócesis de Colonia, sino en toda la Iglesia de Alemania, así como en la opinión pública.
Agravaría la ya existente, generalizada y profunda pérdida de confianza, porque tanto los líderes como las situaciones de Colonia y Múnich son muy diferentes en muchos aspectos. Casi todos los habitantes de Colonia esperan "consecuencias personales" respecto al cardenal Woelki; muchos profesores de educación religiosa están devolviendo su missio en señal de protesta.
Sería igualmente inaceptable que el ahora arzobispo de Hamburgo, Dr. Stefan Heße, así como los obispos auxiliares Dominikus Schwaderlapp y Ansgar Puff, pudieran volver casi automáticamente a sus antiguos cargos sin que el Vaticano haya tomado una decisión. Con ello también está en juego la credibilidad del Papa.
Responsabilidad moral de los dirigentes
La visita del cardenal de Estocolmo, Anders Arborelius, y del obispo de Rotterdam, Hans van den Hende, no sólo debería haber examinado las acciones legalmente relevantes, sino sobre todo la responsabilidad moral de los dirigentes, así como toda la situación pastoral y comunicativa de la archidiócesis de Colonia.
Con su exagerado apego al cargo, el cardenal Woelki, que se muestra reacio a los consejos de sus colegas obispos, parece continuar el viejo sistema de poder de su predecesor, el cardenal Joachim Meisner, de quien fue capellán y secretario del arzobispo de 1990 a 1997. ¿Cómo va a ser posible en el futuro una cooperación próspera entre la dirección de la iglesia y el clero, los comités y la gente de la iglesia?
La negativa del cardenal Woelki y de sus obispos auxiliares Puff y Schwaderlapp a participar de forma constructiva en el Camino Sinodal en Alemania ya había contribuido a la pérdida de credibilidad de la cúpula eclesiástica de Colonia. Esta vía sinodal común, ganada con esfuerzo, es vista por muchos como quizá la última posibilidad de contrarrestar la pérdida de confianza en la dirección de la Iglesia causada por el encubrimiento de décadas.
Nuevo comienzo personal y espiritual
Para los fieles de la archidiócesis de Colonia y también de toda Alemania es de esperar que lo antes posible tenga éxito un nuevo comienzo en términos de personal y de estilo con una dirección eclesiástica que practique una forma de trato apreciativa y creíble con los empleados de la iglesia así como con todos los creyentes.
Cuando Woelki fue nombrado obispo en 2014, Somos Iglesia había criticado el incorrecto procedimiento de Roma como un "renovado desprecio al cabildo catedralicio y al pueblo de la iglesia". En ese momento, Roma pasó por encima de los tres candidatos propuestos por el Cabildo de la Catedral de Colonia, Woelki no estaba en la terna de Colonia. Por lo tanto, en el futuro será necesario involucrar a todo el pueblo en el proceso de selección de nuevos obispos y obispos auxiliares. Existen propuestas de procedimientos más transparentes para el nombramiento de obispos por parte de varios sectores.