El Gobierno del BJP fomenta la persecución religiosa India registra más de 200 episodios de violencia contra cristianos en 2019
El modus operandi es el mismo: una multitud acompañada por la policía llega para irrumpir en un encuentro de oración con gritos y ataques a los miembros de la asamblea de fieles, incluidas mujeres y niños
La gran mayoría de detenciones por conversiones forzadas se demostraron falsas
| RD/Fides
En lo que llevamos de 2019 se contabilizan ya más de 200 episodios de violencia contra cristianos según los datos de Alliance Defender Freedom (ADF) con sede en Nueva Delhi. En un informe de la organización, detallan 218 incidentes en 243 días en 2019. De estos, 159 son episodios de violencia grupal, es decir, unos 27 incidentes cada mes. Los ataques se denunciaban en el número gratuito del United Christian Forum (UCF), señala ADF-India, que se proporciona asistencia legal gratuita a las víctimas.
La nota enviada por la organización a Fides asegura que “el modus operandi seguido en los 159 casos de violencia masiva es el mismo. Una multitud acompañada por la policía llega para irrumpir en un encuentro de oración con gritos y ataques a los miembros de la asamblea de fieles, incluidas mujeres y niños”.
“Entonces, los pastores que dirigen la liturgia son arrestados o detenidos por la policía con la falsa acusación de conversiones forzadas”, relata A.C. Michael, un activista católico y uno de los líderes de ADF-India. Según Michael, “ninguna de estas acusaciones falsas ha sido confirmada por un tribunal de justicia. De hecho, casi todos los pastores arrestados han sido liberados o absueltos porque los cargos son falsos e insostenibles y nadie puede proporcionar evidencia de conversiones forzadas”. “Ssignifica que, de hecho, muchos cristianos están experimentando restricciones a la libertad religiosa en la mayor parte del territorio indio, ya que esto ocurre en 23 estados de 28 estados en la India”, sentencia.
En Uttar Pradesh, se registraron 51 incidentes, 41 en Tamil Nadu, 24 en Chhattisgarh, 17 en Jharkhand, 16 en Karnataka, 14 en Telangana, 12 en Andhra Pradesh, 9 en Maharashtra, 6 en Haryana, 5 en Bihar, 4 en Delhi, 3 en Odisha, 2 en Himachal Pradesh, Kerala, Puducherry, Rajasthan y Bengala Occidental, 1 en Goa, Gujarat, Jammu y Cachemira, Madhya Pradesh, Punjab y Tripura.
ADF señala la tendencia a no presentar quejas (First Information Report) contra los perpetradores. De hecho, solo se denunciaron 25 de 218 casos. “Esto muestra el entendimiento tácito entre los violentos y la policía, que obviamente goza de la protección de los líderes o funcionarios políticos locales”, señala ADF. A veces, el hecho de no presentar una denuncia también se debe al temor a represalias, dice Michael. “La impunidad que la policía y el gobierno otorgan a los violentos contribuye a aumentar la desconfianza de las víctimas hacia la autoridad”, señala Michael. Desde 2014, los ataques contra cristianos han aumentado constantemente, revela ADF: 292 en 2018, 240 en 2017, 208 en 2016, 177 en 2015 y 147 en 2014.
“Nadie debe ser perseguido por su fe. Es preocupante ver que estos horrendos actos de violencia siguen incluso después de una serie de indicaciones dadas por la Corte Suprema”, explica Tehmina Arora, directora de ADF-India.
John Dayal, un activista laico católico pro derechos humanos, comenta a Fides: “Es bueno que se divulguen estos datos. Si Pakistán es criticado repetidamente por el gobierno indio e internacionalmente por cómo trata a las minorías religiosas, el gobierno indio del Partido Bharatiya Janata (BJP), por su parte, sigue negando la violencia descontrolada hacia los cristianos indios, diciendo que son incidentes esporádicos y se niega a indicar a los miembros de grupos extremistas hindúes como responsables, graupos que además están protegidos por la policía”.
El líder católico señala: “Reiteramos la necesidad de una ley nacional para controlar la violencia contra las minorías religiosas. Sin esta ley, los fundamentalistas con protección estatal continuarán aterrorizando a las minorías religiosas, y especialmente, a la comunidad cristiana en las zonas rurales”.