Una de las celebraciones católicas más multitudinarias del mundo Manila suspende la popular procesión del Nazareno Negro por la covid-19
Es la primera vez que este evento, que congrega a millones de devotos cada 9 de enero, se cancela desde que comenzó a celebrarse en el siglo XVII
"Evitemos desfiles y procesiones mientras haya una pandemia. Pueden poner en peligro la vida de los devotos", indicó el alcalde
El Nazareno Negro se venera por las calles desde la Basílica de Quiapo, uno de los templos católicos más importantes de Filipinas, el país con más católicos de Asia
El Nazareno Negro se venera por las calles desde la Basílica de Quiapo, uno de los templos católicos más importantes de Filipinas, el país con más católicos de Asia
El Ayuntamiento de Manila anunció este viernes la suspensión de la popular procesión del Nazareno Negro, una de las celebraciones católicas más multitudinarias del mundo, para evitar aglomeraciones durante la pandemia de covid-19.
Es la primera vez que este evento, que congrega a millones de devotos cada 9 de enero, se cancela desde que comenzó a celebrarse en el siglo XVII.
"Evitemos desfiles y procesiones mientras haya una pandemia. Pueden poner en peligro la vida de los devotos", indicó hoy el alcalde de Manila, Isko Moreno.
Millones de filipinos de todo el país acuden a Manila para seguir durante horas a los procesionarios, la mayoría descalzos a modo de penitencia, que llevan la venerada imagen de Nazareno Negro desde la Basílica de Quiapo, uno de los templos católicos más importantes de Filipinas, el país con más católicos de Asia.
Los filipinos creen que la imagen del Nazareno Negro puede hacer milagros, ya que desde que llegó al país en 1606 ha sobrevivido a los incendios que destruyeron la iglesia de Quiapo, a dos terremotos, a inundaciones e incluso a los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
A la procesión del pasado enero, que duró 16 horas y 35 minutos, asistió una multitud de 3,3 millones de fieles, dejando 500 heridos debido al intenso hacinamiento y en ediciones anteriores ha llegado a haber fallecidos por asfixia.
Para evitar aglomeraciones en eventos religiosos, las autoridades filipinas también anunciaron el cierre de todos los cementerios para la celebración del Día de Todos los Santos, que en Filipinas dura cuatro días en los que se acude en masa a los camposantos para velar a sus muertos.
El Gobierno también ha prohibido la celebración de fiestas en Navidad que congreguen a más de 10 personas y ha pedido a las familias filipinas que reduzcan al mínimo sus cenas navideñas.
El grupo de trabajo para la prevención de la covid-19 autorizó hoy ampliar la capacidad de las reuniones religiosas al 30 % -desde el 10 % de estos meses de cuarentena-, una medida muy esperada en el tercer país del mundo con más católicos, tras México y Brasil. Filipinas figura entre los veinte países del mundo más afectados por la pandemia, con casi 364.000 contagios del nuevo coronavirus, que han provocado más de 6.700 muertes.
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