Son muchas las mujeres, y especialmente las religiosas, que han sufrido, y sufren, episodios de acoso, servidumbre o viven condiciones de semi esclavitud a cuenta del patriarcado en el que, todavía hoy, sume a la institución eclesiástica
Con el apoyo de Missio, la Asociación de Mujeres Religiosas en África Oriental y Central está colaborando con el proceso. Dicha institución engloba a unas 30.000 religiosas de más de 300 congregaciones
Si el papel de la mujer en la Iglesia ya es fuente de polémica en los 'viejos' países 'católicos', en África casi parece una quimera. Son muchas las mujeres, y especialmente las religiosas, que han sufrido, y sufren, episodios de acoso, servidumbre o viven condiciones de semi esclavitud a cuenta del patriarcado en el que, todavía hoy, sume a la institución eclesiástica.
Con motivo del Sínodo, algunas han dicho basta. Tal y como informa Katholische, unas dos mil monjas africanas, procedentes de una decena de países, están elaborando su propia contribución al proceso sinodal lanzado por el Papa Francisco. Con el apoyo de Missio, la Asociación de Mujeres Religiosas en África Oriental y Central está colaborando con el proceso. Dicha institución engloba a unas 30.000 religiosas de más de 300 congregaciones.
ACEWCA está organizando seis seminarios web para mujeres religiosas hasta diciembre, produciendo folletos y recopilando cuestionarios sobre el Sínodo Mundial. A finales de año, saldrá un documento-resumen, que será enviado en Roma.
Silenciar las voces de las religiosas
"Nos preocupa que el llamado del Papa Francisco para participar en el proceso del sínodo no escuche las voces de las religiosas", dijo la secretaria general de ACWECA, Bridgita S. Mwawasi. Por su parte, el vicepresidente de Missio, Gregor von Fürstenberg, recalcó cómo las religiosas están en su mayoría al frente del trabajo de la iglesia, pero que sus experiencias apenas son apreciadas.
"Se enfrentan a la pobreza extrema y la inestabilidad política y ayudan a las personas afectadas. Al mismo tiempo, sus logros y experiencias apenas se notan y tienen muy poco que decir en la iglesia". El proyecto representa principalmente los intereses de las órdenes religiosas pequeñas y jóvenes, que apenas tienen redes internacionales. "Junto con las hermanas, queremos fortalecer su voz en la iglesia local y en la iglesia mundial".