Medidas de protección urgentes para las personas vulnerables
Sin embargo, no faltan los inconvenientes: como observó Mons. Urbańczyk, la pandemia ha sacado a la luz "de forma dramática las desigualdades que hacen que quienes se encuentran en situaciones vulnerables y precarias corran un mayor riesgo de sufrir". De hecho, mientras que el aislamiento social "es bastante factible para las personas acomodadas que viven en hogares confortables", se hace "muy difícil, si no imposible" para los pobres, los inmigrantes y los presos, "hacinados en barrios marginales urbanos, campos de refugiados y cárceles". De ahí la petición de medidas de protección urgentes y necesarias para todos ellos, incluyendo "el acceso a los medicamentos y las vacunas".
Desigual acceso de recursos en línea
El Observador Permanente también denunció "el acceso desigual a la información y los recursos en línea", que "puede provocar más víctimas en momentos de emergencia sanitaria, especialmente cuando la información crucial sobre Covid-19 no está disponible para todos". Sin un acceso equitativo a una información responsable, transparente y actualizada", subrayó, "se corre el riesgo de que se extienda una cacofonía de suposiciones no probadas, que pueden aumentar enormemente los riesgos para la seguridad y la salud de todos".
Mayor apoyo a mujeres trabajadoras
Por último, el prelado invocó "la necesidad de un mayor apoyo a las mujeres trabajadoras, en particular, pero no sólo, a las empleadas en el sector de la sanidad pública": haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco, se reiteró que "las mujeres no deben ser discriminadas en términos de salario y promoción, ni perdiendo sus puestos de trabajo", porque "su presencia es cada vez más valiosa en el centro de los procesos de renovación social, política, laboral e institucional". "Las mujeres", concluyó el Observador Permanente, "son necesarias para la renovación de la sociedad y la economía".