Vacunas para todos
Llevando el saludo del Papa y recordando sus palabras sobre la crisis pandémica de la que es necesario salir cambiado, el cardenal Parolin insta a trabajar juntos para aliviar el sufrimiento de quienes no pueden acceder a las vacunas "que -dice- deben estar al alcance de todos, especialmente en las zonas de conflicto y en los contextos humanitarios".
En otro punto hace referencia a los sistemas de atención sanitaria, "ampliamente desbordados por la pandemia" y que han dejado "a tantas personas sin atención suficiente o sin atención alguna". El Secretario de Estado pide que se preste atención a la fragilidad y las deficiencias de los sistemas económicos, ya que la grave recesión económica hace aún más vulnerables a los pobres. También es crucial la lucha contra la corrupción, que aumenta precisamente a causa de la pandemia.
Al servicio de la persona
El Covid también afectó a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que ha frenado sus objetivos. La invitación de Parolin es a "repensar la relación entre los individuos y la economía y garantizar que tanto los modelos económicos como los programas de desarrollo estén al servicio de los hombres y mujeres, en particular de los que están al margen de la sociedad, en lugar de explotar tanto a las personas como los recursos naturales". No descuidéis a los pobres, es la exhortación del cardenal.
Mirando a Haití
De cara a la COP26 de Glasgow, el cardenal insta a que se aproveche la oportunidad de volver a empezar tras décadas de inacción que han tenido efectos devastadores en el clima, pero también en la vida de las personas. Sus pensamientos se dirigieron a Haití, un país azotado por las catástrofes naturales, con "un pueblo que ya sufre los desafíos políticos y las emergencias humanitarias" a las que se enfrenta. De ahí el llamamiento a la comunidad internacional para que ayude al desarrollo "duradero y sostenible" del país. La esperanza también proviene de los numerosos avances tecnológicos que han permitido, por ejemplo, "reducir los costes de las energías limpias".
Un alto el fuego global
Sin embargo, la guerra y la posesión de armas de destrucción masiva apagan la esperanza. "La reciente situación humanitaria en Afganistán y las actuales tensiones políticas en Siria y Líbano, así como en otros lugares, nos recuerdan claramente -dice el cardenal Parolin- el impacto que los conflictos tienen en los pueblos y las naciones. "La Santa Sede pide a los Estados que atiendan el llamamiento del Secretario General y del Papa Francisco a favor de un alto el fuego mundial y de una responsabilidad humanitaria compartida."