(Agencia Fides) - El asalto del ejército israelí a la ciudad palestina de Yenín representa una agresión "sin precedentes", con "actos de barbarie" que destruyen también lugares sagrados y aniquilan a personas deseosas y merecedoras de una vida digna.
Así se afirma en un comunicado hecho público el martes 4 de julio por el Patriarcado Latino de Jerusalén en relación con lo que se califica de "agresión israelí", durante la cual -se añade- la iglesia local y la comunidad eclesial también han sido golpeadas. El comunicado concluye con una petición de alto el fuego inmediato y del fin de los "crímenes injustificados".
La operación militar israelí en Yenín continúa hoy. El número de muertos palestinos ha aumentado a 10, entre ellos una anciana y tres menores. Las incursiones se han dirigido principalmente contra el campo de refugiados de Al Madina. Los heridos superan el centenar.
La organización Médicos Sin Fronteras (Msf) ha informado de que las incursiones también han afectado a instalaciones sanitarias, y las excavadoras militares israelíes han destruido varias carreteras que conducen al campo de Yenín, haciendo casi imposible que las ambulancias lleguen hasta los heridos para atenderlos.
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